jueves, 7 de agosto de 2014

El dinero (de Pujol) y los toros, fuera de Cataluña / por Ángel González Abad

Jordi Pujol, alférez en el Servicio Militar


"...¡Fuera los toros de Cataluña, por franquistas y para turistas! ¡Fuera!, secundaron la Ferrusola y los Pujol-Ferrusola a coro mientras seguían muy de cerca el devenir de sus millones allende las fronteras catalanas..."

El dinero (de Pujol) y los toros, fuera de Cataluña

El abuelo Florenci dejó un puñado de millones a su nuera y a sus nietos en un paraíso fiscal, que su hijo, el molt honorable Jordi Pujol, no tuvo tiempo en treinta años de regularizar, si es que los sabuesos de la Unidad de Delincuencia Económica no descubren que la millonada de los Pujol-Ferrusola no era del yayo. Está visto que al gran catalán le molestaba el dinero en Cataluña. El dinero, su dinero, y los toros, y por eso lo del cerco nacionalista que acabó con la prohibición de las corridas en la tierra de los Pujol.

La Fiesta, esa que no tenía cabida en la Cataluña feliz diseñada por el no sé si ya ex molt honorable, se ha exiliado hacia el norte, hacia el oeste y hacia el sur. El dinero amasado por los Pujol-Ferrusola se fue siempre al norte. Ni toros ni dinero en Cataluña, se dijo allá por los ochenta, y lo consiguió, vaya si lo consiguió. Millones a paladas fuera de Cataluña, pero no en España, fuera también. No sé si el entonces consejero de Economía Artur Mas le aconsejó que se lo podían cuidar muy bien en la floreciente banca catalana -en minúscula, genérico, para no mentar la cuerda en casa del …-, la cuestión es que afuera con los maletines. Al exilio. Como ahora los aficionados catalanes, que si quieren ver toros han de exiliarse a cualquier plaza del resto de España o de Francia, la vecina del norte.

¡Fuera los toros de Cataluña, por franquistas y para turistas! ¡Fuera!, secundaron la Ferrusola y los Pujol-Ferrusola a coro mientras seguían muy de cerca el devenir de sus millones allende las fronteras catalanas. Cuánta barbarie, que ordinariez, eso de las corridas de toros, Jordi, la Cataluña feliz, nuestra Cataluña feliz, no puede consentir que toros y toreros campen a sus anchas por nuestro país. Que falta de dignidad, que afrenta para nuestro pueblo. Por cierto, Jordi, papá, hay unos señores de la UDEF, policías de la delincuencia económica, que preguntan por ti. Debe ser por lo de la mezquita en la Monumental, no te preocupes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario