viernes, 8 de agosto de 2014

Y ahora Del Bosque nos toma por imbéciles / por Juan Manuel Rodríguez



Y ahora Del Bosque nos toma por imbéciles

Si el otro día Vicente del Bosque nos tomaba por idiotas, ahora nos toma por imbéciles. En una entrevista que concede al Pravda federativo, el seleccionador nacional de fútbol dice de sí mismo que él no es ningún muerto pero que tampoco es un exaltado, y remata: "Los exaltados no toman decisiones justas"... Así que ahora los entrenadores se dividen en dos: los exaltados y los equilibrados, sosegados o razonables; los alocados y los sobrios. Y Del Bosque, claro, se incluye en el grupo de los equilibrados. Es una clasificación tan infantil, tan absolutamente pueril, que te tira de espaldas. Por lo demás, y como suele hacer siempre, Vicente prende el fuego y luego, cuando las llamas suben por las paredes, pone pies en polvorosa.

¿A qué entrenadores exaltados conoce él? ¿Por qué no da nombres? ¿Se refiere acaso a Pep Guardiola, que hace menos de 48 horas le negaba la mano al técnico rival después de un partido amistoso?... Creía que Del Bosque y Guardiola estaban a partir un piñón pero estaba equivocado. Yo sólo conozco a dos clases de entrenadores: aquellos que toman decisiones en función de su conocimiento y experiencia y aquellos que prefieren ser diplomáticos y políticamente correctos; los entrenadores que son incapaces de traicionarse y los que sí lo hacen con tal de seguir sobreviviendo. Si, por lo demás, la infantiloide reflexión de nuestro seleccionador consiste en afirmar que los entrenadores exaltados no toman decisiones justas, no habría más que echarle un ojo a la lista bienqueda y cobarde pque confeccionó para el Mundial de Brasil para llegar a la conclusión de que él es un agente doble de los exaltados en el oasis de los técnicos tranquilos.

El otro día Xavi dejó meridianamente claro que se iba de la selección también porque su suplencia ante Chile le sentó a cuerno quemado. Fue una rueda de prensa pública, la vio todo el mundo. Pues bien, Del Bosque insiste en decir que él no cree que Xavi deje la selección por aquello. Pongamos por caso que Vicente, además de ser un hombre tranquilo y más justo que el rey Salomón en clara oposición a los técnicos alocados que acaban sus días en el infierno de los malos entrenadores, no ve la televisión, no oye la radio y sólo lee el Pravda que le cocinan a Villar en su federación... Lo que acaba de definirnos a Del Bosque es la siguiente frase sobre Xavi: "Un error mío no va a echar por tierra mi amistad con él". Lo dicho: si Xavi decidiera ahora mismo dar marcha atrás y volver con España le teníamos como internacional hasta 2020. ¡Y luego se enfada porque digo que forman un tándem!...

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