viernes, 5 de septiembre de 2014

En caída libre por Del Bosque / Por Juan Manuel Rodríguez



"...El partido amistoso de ayer contra Francia no sirve para nada salvo para que nos demos cuenta de que la caída de la selección no ha tocado suelo. Ni una vez tiró España a puerta, ni una..."

En caída libre por Del Bosque


5 de Septiembre de 2014  
No creo en Vicente del Bosque como seleccionador nacional. Ya no. Ha ganado un Mundial por primera vez para España y la tercera Eurocopa de nuestra historia y podía haberse marchado en loor de multitudes, sin embargo eligió quedarse... porque era lo más fácil para él. Hizo exactamente lo mismo cuando elaboró la lista cobarde y bienqueda que nos arruinó el Mundial de Brasil. Del Bosque no se queda por responsabilidad o patriotismo, tampoco por lealtad hacia Villar ni porque piense que debe deshacer la casa para dejársela en orden a su sucesor; Del Bosque se queda porque quiere seguir entrenando y porque sabe que, pese al éxito del Mundial de hace cuatro años, es muy probable que ningún club de élite le ofreciera seguir haciéndolo. Vicente, a quien aprecié y aún respeto, se queda por la misma razón que llevó a Brasil a jugadores que no estaban en condiciones: por comodidad.

El partido amistoso de ayer contra Francia no sirve para nada salvo para que nos demos cuenta de que la caída de la selección no ha tocado suelo. Ni una vez tiró España a puerta, ni una. Así es muy difícil ganarle un partido a nadie. A Cesc le gusta el nuevo plan que propone Del Bosque pero lo que yo veo es una descoordinación terrible: mientras el seleccionador dice que hay que aprender a entender a Costa, el delantero del Chelsea afirma que es él quien tiene que comprender al resto. Diego Costa, que en el Atleti funcionaba con Simeone como un reloj y que Mourinho ha ensamblado en un tiempo récord aparece aquí como un delantero estrafalario, deslavazado, siempre con prisa por llegar a ningún sitio como le pasaba al Conejo Blanco de Alicia en el País de las Maravillas. Mientras Vicente Del Bosque no se dé cuenta de que su tiempo con la selección pasó ésta no remontará el vuelo: caras nuevas también en el banquillo.

Por cierto, hablando de seleccionadores nacionales: el otro día el de Argentina, el señor Gerardo Martino, dijo que Di María se encuentra entre los cinco o diez mejores futbolistas del mundo y que por eso el Manchester United acaba de pagar por él 75 millones de euros más 15 por objetivos. Me pareció interesante que el Tata conectara la idea de que Ángel es uno de los mejores futbolistas del mundo con el hecho de que, debido precisamente a eso, el equipo inglés tuviera que pagar tanto dinero por él. Lo que en realidad hizo Martino no fue otra cosa que justificar el precio de su compatriota, una cantidad de dinero muy cercana por cierto a la que en su día pagó el Real Madrid por Bale y que le llevó a lanzar una soflama tan demagógica como absurda. ¡La que lió entonces el pollito!... ¡Y qué ocasión perdió para tener el piquito cerradito!...

No hay comentarios:

Publicar un comentario