martes, 16 de septiembre de 2014

La opinión de un estómago agradecido / Juan Manuel Rodríguez


"...Y entonces hay otra cosa que no entiendo: ¿Cómo es posible que el público del Bernabéu pite a Iker si, como yo pienso, le ve como un jugador que ahora mismo está como un flan? ¿Ese trabajo no deberían hacerlo las aficiones rivales? ¿Qué beneficio puede sacar un madridista de poner aún más nervioso a su portero titular?... "

La opinión de un estómago agradecido

Juan Manuel Rodríguez/15 de Septiembre de 2014
El debate sobre Iker Casillas está viciado y no es sano. Y cuenta además con un montón de prejuicios por los autodenominados casillistas... pero también por los que se consideran "anti". Y el argumentario es desolador desde el punto de vista intelectual. Por ejemplo: para muchos anticasillistas yo he dicho que Iker no tuvo culpa en ninguno de los dos goles encajados el otro día ante el Atlético de Madrid porque colaboro con Real Madrid TV y participo en algunas tertulias con Manolo Lama. De nada servirá que yo afirme aquí que ni en Real Madrid TV ni por supuesto en la Cadena Cope me han dicho jamás lo que tengo que decir o dejar de decir. Para los anticasillistas yo soy un estómago agradecido y se acabó: ¿Cómo debatir sobre eso? ¿Cómo rebatirlo?... Imposible.

Pero la pregunta sigue siendo la misma: ¿Tuvo culpa Iker en alguno de los dos goles encajados el otro día en el derbi?... Yo creo que no. Y Ancelotti, que es el que sabe de esto, piensa que tampoco. Entonces, ¿a santo de qué los pitos del otro día?... Cuando el debate Casillas-López, que tenía de todo menos de deportivo, se encontraba en su punto más elevado de demagogia y lugares comunes, a los pitos contra Iker respondían voces a favor del capitán. Este domingo, sin embargo, hubo muchos pitos y pocas voces a favor. Y mi pregunta es: ¿Por qué este domingo en concreto si Casillas no tuvo culpa en ninguno de los dos goles encajados por el Madrid?... Y mi respuesta a esa pregunta es que la gente pita o aplaude sin tener demasiado claro por qué lo hace y paga a veces la frustración porque su equipo no gane siempre y en cualquier circunstancia con aquel a quien consideran más débil, y el público del Bernabéu intuye que Iker es ahora mismo un jugador débil a quien se puede perjudicar.

Y entonces hay otra cosa que no entiendo: ¿Cómo es posible que el público del Bernabéu pite a Iker si, como yo pienso, le ve como un jugador que ahora mismo está como un flan? ¿Ese trabajo no deberían hacerlo las aficiones rivales? ¿Qué beneficio puede sacar un madridista de poner aún más nervioso a su portero titular?... No entiendo a Pepe: apoyó a Casillas cuando menos falta le hacía porque todo el mundo culpaba a Mourinho de sus males pasajeros pero este domingo dijo que el público siempre tiene razón. ¿Siempre?... Ese "siempre" es demasiado tiempo: yo creo que quienes pitaron el domingo a Iker no tenían razón porque, como vengo sosteniendo desde el principio, Casillas no tuvo ninguna culpa ni en el gol de Tiago ni en el de Turan. Si Pepe manejara un discurso mínimamente coherente tendría que haber dicho que él no estaba de acuerdo con el público porque Casillas no había tenido ninguna culpa.

El otro día Pedro Pablo San Martín me acusó en La Goleada de haberme metido con Casillas. Falso. Salvo, por supuesto, que el subdirector del diario As considere que meterse con Casillas es opinar libremente que no está en su mejor momento de forma. Lo que yo he escrito o he dicho sobre Iker está ahí y es fácilmente contrastable. Y, por supuesto, no pienso cambiar ni una coma porque era lo que pensaba en aquel momento. Lo que pienso hoy, lo que pienso ahora, es que las alineaciones no las hacen ni las encuestas ni tampoco los peñitas sino que las confecciona el entrenador según su leal saber y entender. Por cierto que esta idea (la de que el entrenador es el que hace las alineaciones) es ahora compartida por quienes piensan que Iker sigue siendo el mejor portero del mundo pero no era defendida con tanta efusividad cuando Mourinho sentó al capitán del Real Madrid.

Que conste que yo no trato de convencer a nadie de nada. Hoy cumplo 14 años en Libertad Digital y mi único objetivo es continuar diciendo lo que me venga en gana al menos otros 14 años más. Ojalá. Por cierto que acabo de escribir este artículo y me doy cuenta de su absoluta y perfecta inutilidad. Desde la primera línea estaba condenado al fracaso puesto que en este debate, como probablemente en tantos otros, la situación está tan enquistada que no habrá nadie que quiera dar marcha atrás y que reconozca con la mano en el corazón que puede estar equivocado en algo. Y la gente lo tiene meridianamente claro además: si yo digo ahora que Iker no tuvo culpa en ninguno de los dos goles del otro día es porque soy un estómago agradecido de Real Madrid TV y me llevo muy bien con Manolo Lama. Sencillito, ¿no?... Vayamos a por el siguiente debate que este está afortunadamente solucionado.


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