sábado, 13 de septiembre de 2014

VALLADOLID. 4ª ABONO: MORANTE Y MANZANARES BORDAN EL TOREO / por Santos García Catalán



FERIA DE VALLADOLID. CRONICA DE LA CUARTA DEL ABONO
MORANTE Y MANZANARES BORDAN EL TOREO EN EL MANO A MANO
  • TRES OREJAS CORTO EL ALICANTINO Y DOS EL DE LA PUEBLA
Santos García Catalán
Tarde triunfal en otro viernes de feria para recordar, como viene siendo habitual en Valladolid. Una feria que tomó vuelo el jueves y en la tarde de ayer cogió velocidad de crucero, porque dos pilotos del toreo alcanzaron el grado máximo del escalafón llegando al generalato, o quizás a capitán general del toreo con mando en plaza, valgan las expresiones. El triunfo de Morante y Manzanares no se puede cuestionar.

Se lidiaron toros de Zalduendo, a modo. Correctos de presentación, salvo el sexto que bajó el listón. Deslucidos primero y sexto; los cuatro restantes dieron un gran juego.

Como no podía ser menos el coso del Paseo de Zorrilla tuvo casi un lleno, con algunos claros en la solanera, en una tarde calurosa.

El primer Zalduendo fue desrazado y muy soso que sólo permitió a Morante expresar algún muletazo suelto. El animal se apagó enseguida. Estocada y el de La Puebla saluda una ovación.

Con el tercero Morante se volcó exhibiendo su torería a la que acompañó la creatividad, la improvisación y el duende sevillano que lleva dentro con un prodigio de temple y despaciosidad. 

Con este Zalduendo consiguió la primera oreja y si la faena no baja de tono posiblemente hubiera predispuesto al público para pedir la segunda. El toro fue ovacionado en el arrastre.

El quinto de la tarde fue un toro que buscó la querencia y allí lo toreó Morante de forma sublime con la mano derecha en un ejercicio de maestría torera. La estocada fulminante determinó la petición mayoritaria.

En los tres toros de su lote Morante exhibió sus grandes dotes capoteros que embriagaron la plaza de un perfume caro con lances, remates y medias que hizo enloquecer al pùblico.

Manzanares practicó la elegancia del toreo con el primero de su lote. Faena bien estructurada de principio a fin ante un toro bueno al que le faltó algo de fuerza. Ora derecha, ora zurda, el temple y el ritmo cadencioso fueron la constante del diestro alicantino que volvió a enamorar a la clientela vallisoletana.

Destacar tres pases de pecho que fueron monumentales.

Bella la estampa al matar recibiendo, pero el toro tardó en doblar tras dos golpes de verduguillo y todo quedó en oreja tras aviso.

El segundo ejemplar de su lote fue un toro que manseó de salida y lo picaron en la puerta de arrastre. El alicantino lo recibió con cadenciosas verónicas. 

Hubo plasticidad al correr las telas con ambas manos en una faena muleteril llena de gracia torera y rotunda por su forma de ejecutar unos circulares bellísimos.

Antes dejó dos tandas sublimes por el derecho y por el izquierdo finalizando un trasteo de una calidad excelsa.

La espada fue algo defectuosa pero la petición de la plaza no se hizo esperar y le concedieron las dos orejas que Manzanares paseó emocionado por el albero vallisoletano. 

El que cerraba plaza no ofreció posibilidades al torero dinástico que lo intentó en vano. Palmas de despedida antes de enfilar la salida que desemboca en el Paseo de Zorrilla, ya que Valladolid no tiene puerta grande.

Dos peones de la cuadrilla, Rafael Rosa y Joselito Rus, tuvieron que desmonterarse tras clavar pares con brillantez en el segundo y sexto toro.






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