Desde la hospedería de El Mirador
- Fotofrafías: la Loma -
El Yelmo, con 1809 metros de altitud, es uno de los picos mas altos de la zona y el más alto del término municipal de Segura de la Sierra. También es una de las estampas más emblemáticas de la Sierra de Segura, y desde su pico podemos divisar todo el Parque Natural, tierras manchegas e incluso las estribaciones de Sierra Nevada.
Al elegante perfil del Yelmo, montaña emblemática de la Sierra de Segura, dedica Quevedo la siguiente silva:
El Yelmo de Segura de la Sierra (Monte muy alto al Austro)
O sea que olvidado,
o incrédulo del caso sucedido,
o mal escarmentado,
¡Oh peñasco atrevido!,
llevas a las estrellas frente osada
de ceños y de carámbanos armada;
debajo de tí truena,
que respeta tus cumbres el verano,
y allá en tus faldas suena
lluvioso y tierno caño;
y donde eres al cielo cama dura,
das a Guadalquivir cuna en Segura.
Por de más alto vuelo
te codiciara el águila gloriosa,
pues arrimado al cielo,
lo que no pudo él, osa;
sobre Olimpo nos muestras por momentos
las determinaciones de los vientos.
Escondes a la vista
el Yelmo con que Júpiter Tronante,
armado en la conquista,
si no te vio triunfante,
te vio valiente y animoso, y vemos
que hoy le arriman escalas tus extremos.
Coronado de pinos,
el cerco blanco de la luna enramas,
y en los astros divinos,
que son etéreas llamas,
te enciendes por turbar antiguas paces,
y al cielo vecindad medrosa haces.
Son parto de tus peñas
Mundo y Guadalquivir, famosos ríos,
y luego los despeñas
por altos montes fríos,
de tan soberbios y ásperos lugares,
que parece que llueves los que pares.
Baja recién nacido
Guadalquivir, y llega tan cansado,
que le ve encanecido
en su niñez el prado,
con la espuma que hace y con la nieve,
por duros cerros resbalando leve.
Ceñido en breve orilla,
llega a tomar el cetro de los ríos,
y en cercando a Sevilla,
le coronan navíos;
por ser tan noble su primera fuente,
que es de los cielos alto descendiente.
Con pasos perezosos,
al mar camina, como va a la muerte,
y en senos procelosos
por tributo se vierte;
donde yace del golfo respetado
por lo que en él Belisa se ha mirado
O sea que olvidado
(Las tres últimas Musas castellanas:
segunda cumbre del Parnaso Español, 1626)
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