COLOMBIA: LA HORA DE LA VERDAD / Por Luis Alfonso Carmona

"...Parece que la mayor parte de los que amamos la Fiesta de los Toros no hemos tomado conciencia de lo que se juega en el Congreso de la República. Los taurinos somos así. Pecamos de una pasividad extrema y dejamos que todo pase sin hacer algo para cambiarlo. Es un “laissez faire, laissez passer” llevado al extremo..."

EDITORIAL

LA HORA DE LA VERDAD

Por: Luis Alfonso García Carmona

ASOTAURO.- Medellín, 10/10/2014.-

Nos es muy familiar a los taurinos esta expresión, pues indica que, al enfrentar el torero el momento decisivo de dar muerte al astado, se juega el todo por el todo: El triunfo o el fracaso, la aceptación del público, y hasta su propia integridad personal.

Algo similar le está ocurriendo a la Fiesta de los Toros ahora, cuando se debate en el Congreso la declaratoria de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural e Inmaterial de Colombia. Si llegare a aprobarse el proyecto de ley, queda de una vez blindada la Fiesta contra los ataques de diferentes sectores que pretenden su abolición o su desfiguración, por todos los medios a su alcance. En caso contrario, seguiremos atravesando el calvario de las “alcaldadas”, como la del señor Petro, que se niega a cumplir una sentencia de la Corte Constitucional; los intentos de los politiqueros de oficio para ganar adeptos con proyectos antitaurinos; y, las incitaciones de los fanáticos animalistas para que se desconozcan los legítimos derechos de los aficionados a disfrutar de una actividad lícita, con profunda raigambre popular, como es el Toreo.

Parece que la mayor parte de los que amamos la Fiesta de los Toros no hemos tomado conciencia de lo que se juega en el Congreso de la República. Los taurinos somos así. Pecamos de una pasividad extrema y dejamos que todo pase sin hacer algo para cambiarlo. Es un “laissez faire, laissez passer” llevado al extremo. Ahora mismo, la actitud que se requiere es otra bien distinta: Como el torero que se juega el todo por el todo, démosle a la Fiesta lo mejor de nosotros mismos. Hagamos sentir nuestra voz a los Senadores conocidos o a quienes representen nuestros respectivos grupos políticos. Solicitemos su apoyo para que se le garantice a todo aficionado su derecho a disfrutar libremente y en paz de su espectáculo preferido. Que sean garantizadas nuestras libertades. Que no se vulneren nuestros derechos fundamentales con el pretexto de salvar la vida a unos cuantos animales. Que en Colombia sea prohibido prohibir.