Gonzalo Caballero recibiendo a su primero
-Fotografías de Jorge Espinosa de los Monteros.
Una auténtica pena la que se ha sufrido esta tarde en la esplendorosa placita de Cinco Villas, repleta de buenos aficionados y con gran ambiente por la lógica expectación que había causado el anuncio del 'mano a mano' entre el español Gonzalo Caballero y el mexicano Antonio Mendoza, con novillos de la acreditada ganadería de Xalmonto, muy bien presentados en hechuras y cuajo, pero, aun siendo de extremada nobleza, dieron al traste con las ilusiones de los espadas por su acusada mansedumbre, de muy igual comportamiento, mostrando cierta movilidad en los primeros tercios para rajarse rápidamente y afincarse en tablas.
Tanto Caballero como Mendoza, no consiguieron cortar trofeos con tan nefasto "material" pero lo intentaron todo, y sí que recibieron el reconocimiento del público con sus correspondientes ovaciones, al ser los toreros los únicos que "embistieron" en esta aciaga tarde de presuntos toros, junto con la banda de música que se arrancó con prontitud y repetición para paliar el aburrimiento los pacientes y respetables espectadores.
Antonio Mendoza
Caballero brinda Luis Marcos Sirvent,
empresario de Cinco Villas
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