domingo, 30 de noviembre de 2014

Latacunga-Ecuador: Morante y Talavante le hicieron al cante / Por: Manolo Espinosa “El Ciclón”


Fotografía: "El Lince"

"...Latacunga tuvo ese privilegio de presenciar un acontecimiento más, dentro de su acervo taurino que lo viene acumulado en estos cuatro años de ferias, las más importantes del país, organizadas por la empresa “Triana” y cabe decir entonces, que Morante y Talavante le hicieron al cante..."


Morante y Talavante le hicieron al cante

  •  ..los dos toreros triunfaron a cabalidad y dejaron impresos sus nombres en la historia taurina del Ecuador.


Manolo Espinosa “El Ciclón”
¡Que tarde la del sábado! ….se vivió a plenitud la esencia del toreo, que afloró como surgen las ideas y las ilusiones o como bandadas de palomas que surcan el cielo entre piruetas de alegría confirmando su natural existencia y ese mano a mano anunciado que causó expectación entre los aficionados, resultó lo que se esperaba , una verdadera fiesta que muy pocas veces se da -cuando ocurre el milagro- , pero que Latacunga tuvo ese privilegio de presenciar un acontecimiento más, dentro de su acervo taurino que lo viene acumulado en estos cuatro años de ferias, las más importantes del país, organizadas por la empresa “Triana” y cabe decir entonces, que Morante y Talavante le hicieron al cante.

El público que llenó la plaza, estuvo a punto de perder la cordura – si algunos ya no la perdieron- cuando los dos diestros que vinieron como oficiantes en pos de celebrar este ceremonial en el altar del gigante Cotopaxi, dejaron escapar sus esencias. El único que no celebró (porque no sabemos en donde estuvo toda la tarde) fue la presidencia que no se enteró de nada, pero estuvo presente con los oídos tapados y hasta ciego, para no escuchar ni ver la petición mayoritaria e eufórica del soberano que clamaba por el indulto, quizás esperaba ver un toro aborregado y no como el quinto -que fue el regalo de Morante- toro con condiciones, combativo, claro, noble que fue toreado sin ningún tiempo y que si le faltó tal vez “un punto”, se podía obviar y no “echar agua” para apagar el fuego que se había encendido en la plaza y acabar con la fiesta.

En sus dos toros Morante estuvo dictando cátedra del toreo, su propio magisterio, tanto con capa como con muleta. Parsimonioso, templado, en plan de monarca para imponer sus propias reglas y dominar a sus antagonistas, y bien podía haber cortado sus trofeos si no falla con la espada. Pero dejamos esos dos toros y vamos al de regalo.

Toro serio, bien armado, muy encastado, codiciosos y combativo, pero con mucha fijeza y resistencia que soportó la larga faena que le propinó Morante. Verónicas con alta expresión artística rematadas con una media de lujo. Los olés retumbaban hasta remecer la plaza y con la muleta, comenzó con la suerte de la silla; cuajó un faena redonda, completa, llena de inspiración manteniendo la conexión con el público que a veces guardaba silencio (un contraste) para no interrumpir la labor fina que no permitía interrupción alguna. Ya en media faena el soberano extasiado pedía el indulto y el torero seguía en su labor de concluir la obra que inició, pero la presidencia hizo prevalecer su autoridad, antes que el juicio taurino. Con todo, Morante triunfó y la afición no olvidará su paso por Latacunga.

Talavante, digno alternante de esta tarde, no se desdibujó en ningún instante, al contrario salió dispuesto a todo y a demostrar que está en condiciones de enfrentar a cualquier figura del toreo porque también lo es. Sus dos toros fueron aprovechados entre pasajes interesantes e importantes, que lo mismo que Morante, perdió los trofeos por la espada. Frente a este resultado regaló el sexto. Bien con la capa en verónicas y chicuelinas jaleadas fuertemente pese al bajonazo que sufrió con la actitud de la presidencia. Se empleó en tandas con la derecha e izquierda que alegraron a la concurrencia. Se adornó por manoletinas y entró a matar consiguiendo un estoconazo de efecto. Cortó una oreja. Pero más que ese solitario trofeo, los dos toreros triunfaron a cabalidad y dejaron impresos sus nombres en la historia taurina del Ecuador.


4 comentarios:

  1. Yo estuve presente en Noviembre de 2012, en Latacunga cuando se celebró una muy promocionada "encerrona" de Julián López "El Juli" con cuatro ejemplares de Huagrahuasi y Triana. Y digo "ejemplares" porque ninguno era toro. Los tres primeros eran novillos y el cuarto, que a la postre fue indultado, un becerrete impresentable. Todos con sus astas muy sospechosamente romas. De allí para acá, me prometí a mi mismo no volver a Latacunga, y no he vuelto. Ayer, en este mismo blog, vi las fotos de algunos de los animales que lidiaron Morante y Talavante, y no coinciden con lo que habla el Sr. Espinosa, autor de la nota. El Sr. Espinosa habla de que un toro de Morante fue "serio, bien armado y muy encastado..." Yo no vi ese toro en las fotos, especialmente por los adjetivos de "serio y bien armado" (si fue encastado o no, eso obviamente no se puede apreciar en una foto. Por ello, porque sin toro no existe la escencia de la Fiesta que es la emoción, yo no entiendo como se puede hablar de que el público "estuvo a punto de perder la cordura..." Pero en fin, cada uno es libre de opinar lo que a bien tenga y que con su pan se lo coma. Yo la única conslusión a la que llego es la de que el Sr. Espinosa es un muy mal aficionado.

    Patricio Maldonado
    Aficionado Ecuatoriano

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  2. He leído su risible nota señor Maldonado lo cual no me preocupa, el que me preocupa es usted que se jacta de aficionado pero que con profunda amargura se refiere a la fiesta brava tratando de enlodarla y eso si que es grave. Creo que para opinar con objetividad, debió haber estado presente en la corrida del sábado y disfrutara de lo que ocurrió esa tarde con la faena de Morante y la bronca que se armó en contra de la presidencia. Espero que esto lo entienda, que quienes huyen son los "mansos" y no los encastados que combaten hasta el final, de mi parte y para finalizar, si usted cree que "soy un mal aficionado", yo creo que usted es uno de los perfectos antitaurinos, de aquellos que no tienen espacio en el arte, la cultura y peor en la vida. OLÉ.

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  3. Conociendo bien al bueno de Manolo espinosa y la feria de Latacunga no se debe descalificar ni a cronista ni a los festejos que allí se celebran.
    La plaza de San Isidro labrador, gracias al esfuerzo de un empresario como José Luis Cobo que arriesga su economía propia, ha resucitado para el toreo en Ecuador y para los aficionados de Quito que han visto como le han robado su feria, la que fuera la más importante de América y una fuente de diversión e ingresos para sus habitantes durante la primera semana de diciembre de cada año.
    El ganado que allí torea Morante no es menos que el que lidia en plazas de segunda en España, o algunas de primera de forma ilicita por no ser del trapío exigible, pero no pasa nada, al igual que tampoco ocurre en Latacunga, plaza de inferior categoría que el coso de Iñaquito, porque el toreo de Morante es así, esperado y consentido donde la manifestación artística y de sentimiento cubre otras cualidades de presencia de las reses. Asi lo acepta el público y así se entusiasmó, de forma semejante también con Talavante, con su actuación ante los toros de Cobo, que resultan los apropiados para mantener la llama de la afición mientras se recupera la feria de Quito. ¿Que hace los demás para luchar por la Fiesta en ecuador? y más los que critican de forma maliciosa y aviesa a personas que colaboran con buen sentido y con demostrado entusiasmo por una causa superior como es el mantenimiento de las corridas en Ecuador.
    Manolo Espinosa ciertamente es un ciclón escribiendo de toros, por cariño y afición, además su crónicas de Latacunga reflejan lo que allí ocurrió, y en los toros el público es soberano y su manifestación es espontánea para lo bueno o para lo malo.
    Enhorabuena señor espinosa y felicitaciones a los toreros, empres ay público por el esfuerzo que que llevan acabo en beneficio de la fiesta brava en Ecuador. A otros muchos no se les puede decir lo mismo; todo lo contrario, solo el repudio.

    Suerte y a divertirse en la Balmonte de Quito, de la mano de ese emprendedor organizador José Luis criador de un ganado excepcional para sus festivales de lujo que cubren las fiestas de Quito.

    ¡Viva Quito!

    W. de la Granja

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  4. El tenor de los comentarios del Sr. Espinosa y del Sr. de la Granja, me eximen de mayor contestación o aclaración. Ahora resulta que para mantener viva la Fiesta "todo vale" y que se hace realidad, una vez más, el viejo y nefasto dicho de “viva Quito y todo es toro.” En lo personal, aplaudo la gestión de José Luis Cobo por mantener las Corridas de Toros vigentes en el Ecuador, pero pienso que dar toros para que se "divierta" la gente no es el camino. Para mi, si una corrida de toros no me emociona, me aburre profundamente. Yo no voy a los toros a "divertirme", voy a emocionarme, y diga lo que diga el inefable "ciclón", los verdaderos antitaurinos son los que, como él y el Sr. Granja, y desde el interior de la Fiesta, están desvirtuando la esencia del espectáculo y lo está convirtiendo en tristes pachangas y simulacros de lo que deben ser las corridas de toros. Sin toro, con la edad, el trapío y las astas intactas, no puede haber emoción y las corridas de toros se convierten en un espectáculo que no es el que yo amo y respeto profundamente. No haré más comentarios al respecto. Hay fotografías y video (ya lo he visto y me ratifico en todo lo que dije en mi comentario original) de lo que sucedió en Latacunga que hablan por si mismos. Si lo que ustedes creen es que luchar por la fiesta es el equivalente de desvirtuarla y castrarla, pues les deseo que se diviertan mucho y les reconozco que, en el Ecuador por lo menos, ya están teniendo éxito.

    Patricio Maldonado
    Aficionado Ecuatoriano

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