"...Ahora unos pocos compatriotas, muy pocos, están en otra lista no por ejercer sus derechos sino por corrupción, narcotráfico, blanqueo de capitales que son los verdaderos responsables de la gravísima crisis que nos atrapa en esta Navidad. Están señalados del más grande saqueo jamás realizado en nuestro país..."
LA OTRA LISTA
Fortunato González Cruz
Por la calle real
Los venezolanos que estábamos hartos de Hugo Chávez firmamos la convocatoria del referendo revocatorio del año 2003 y 2004 en ejercicio del legítimo derecho que nos otorgó la Constitución en su artículo 72, pero fuimos víctimas de maniobras y chapucerías que anularon las firmas y nos obligaron a firmar de nuevo en listados hechos de papel moneda suministrados por el CNE. Todo porque Chávez había ordenado que los listados se convirtieran en un eficaz y perverso mecanismo discriminatorio. De ejecutar esa decisión se ocupó el diputado Luís Tascón, curiosamente muerto de cáncer como su comandante. La lista se la entregó el entonces presidente del CNE y luego magistrado Francisco Carrasquero. Así nació la lista Tascón que luego, reforzada con la lista Maisanta, ha servido para discriminar y perseguir a quienes firmamos o votamos contra la revolución.
Ahora unos pocos compatriotas, muy pocos, están en otra lista no por ejercer sus derechos sino por corrupción, narcotráfico, blanqueo de capitales que son los verdaderos responsables de la gravísima crisis que nos atrapa en esta Navidad. Están señalados del más grande saqueo jamás realizado en nuestro país. Cientos de miles de dólares representados en abultadas cuentas en paraísos fiscales, en grandes haciendas de todo el mundo, en los lujos más extravagantes que además exhiben con desparpajo e impudicia han sido incluidos en una minúscula lista que seguramente les impedirá ir al Imperio, a los Estados Unidos, a adorar a su dios verdadero que según su ética es lo único que redime y que salva: el dólar.
Digo que es una listica minúscula porque todos los venezolanos podemos colaborar con nuestro propio listado con los cientos de miles de compatriotas y enchufados que sabemos saquean lo que esté a su alcance cada uno en su ámbito de actuación. Aquí en Mérida para no ir más lejos tenemos ejemplos de obras tan fructíferas en dólares como los generadores eléctricos de la avenida Centenario y de La Otra Banda, para nombrar dos que nos tienen entre apagones eléctricos. Con solo mirar a uno u otro lado vemos súbitas riquezas que los venezolanos no denunciaremos porque no tenemos vocación de sapos y que la justicia venezolana no perseguirá porque o están en la misma fiesta o no se atreven, imposibilitados de actuar por la descomposición institucional en la que se encuentran atrapados.
La historia de Venezuela está plagada de saqueos e impunidad y de la oportuna arrogancia patriotera cuando la comunidad internacional se sonroja ante tanta porquería. Ahora volveremos a escuchar los gritos contra el imperio de los adoradores del becerro de oro como en otras etapas tan oscuras como esta.
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