lunes, 22 de diciembre de 2014

Sevilla: Día FP, N, N&N… de “los toros” / por Pedro Javier Cáceres



"...Todo con muy buena voluntad pero de dudosa eficiencia, salvo la proclama manida de unidad.
Una unidad que se antoja difícil de sostener con la urgencia de poner el cascabel al gato cuando colisionan intereses entre diferentes gremios del sector, incluso entre profesionales del mismo rol o rango. Son los problemas intra muros a solucionar. No fácil..."

Día FP, N, N&N… de “los toros” en Sevilla

Pedro Javier Cáceres
El pasado jueves Sevilla fue lugar de concentración de más de 200 profesionales de la Tauromaquia. No es mala cifra. Quizá el dato de mayor puesta en valor. También que se transmitiera a guisa de conclusiones (fue reunión a puerta cerrada) que el sector está unido, habrá que creerles. Sí parece que las ponencias iban en dirección constructiva y no se produjeron ataques, ni siquiera reproches, de unos a otros.

Tampoco, por lo que han hecho trascender, se ha diagnosticado, y por lo tanto terapia y farmacología taurina correctora, nada que no se sepa. Al menos reconocimiento de una situación más que delicada y en algún caso autocrítica sin conocer el propósito de enmienda y mucho menos la penitencia; menos aún, la asunción de, en su caso, cumplirla.

Todo con muy buena voluntad pero de dudosa eficiencia, salvo la proclama manida de unidad.

Una unidad que se antoja difícil de sostener con la urgencia de poner el cascabel al gato cuando colisionan intereses entre diferentes gremios del sector, incluso entre profesionales del mismo rol o rango. Son los problemas intra muros a solucionar. No fácil.

Sí valdría esa unidad para optimizar todo el potencial que encierra La Fiesta frente al gran problema externo: la administración.

Para ello hay que hacer política. Como contrafuerte a la política que la administración y administraciones ejercen a favor, en contra o de indiferencia hacia “los toros”. Y en consecuencia actuar… políticamente.

Más con el aluvión de elecciones que en un periodo no mayor de 11 meses se avecinan y cuyos resultados podrían ser irreversibles no sólo respecto de la Administración Central en cuanto a tratamiento fiscal, encaje, protección y promoción sino de las locales, provinciales y autonómicas respecto de ser propietarias unas y condicionar la viabilidad o no de “los toros” –y cómo- según quien mande (gobernar es otra cosa, y ese es el problema) y la labor de difusión a través de los medios públicos regionales.

Esta vía de solución administrativa sería más viable que las medidas, alguna traumática, de régimen interno a adoptar por el sector y un punto de apoyo para tomar impulso y desperezar las voluntades –muy de boquilla- de los diferentes gremios y profesionales para asumir, de verdad, los sacrificios que comporta una reconversión en profundidad.

Pero tal acción, legítima, hacer política (informante e informativa haciendo –exigiendo- que se posicionen los partidos sobre la Fiesta en sus programas y luego trasladar por el sector su evaluación a los ciudadanos en actos cívico-culturales-taurino-políticos coincidiendo con las campañas) ni está, ni estuvo en la concentración de Sevilla. Y, lo peor, ni se la espera. No se sabe bien si por defender intereses personal o corporativo de algunos o simplemente por los complejos habituales que constituyen el pecado original.

Más si tenemos en cuenta el vuelco electoral que se anuncia que son todos desfavorables a empatizar con “los toros”, ni siquiera a respetarlos. Las coaliciones, el Frente Popular, los tripartitos o pentapartitos pueden ser muy nocivos para la Fiesta, a nivel general y a nivel circunscripcional, porque no siempre manda (gobernar es otra cosa, ya escribí) el que más votos obtiene.

Es esa unidad que se ha propalado la mayor garantía de abordar la política con éxito. El no plantearlo, y mucho peor no estimarlo y sí despreciarlo es un derroche de uno de los no muchos activos de la Fiesta, hoy.

Y eso ocurrió el jueves en Sevilla.

Pudo ser un día H (histórico), un día P (de pasar a la acción política), un día anti-P (previendo el efecto Podemos)….
Fue un día A (de autocomplacencia G- que guapo soy- o C –que culito tengo), un día M (de más de lo mismo) Un día FP (de felices pascuas), N (de navidad) N&N (nada de nada).5:58 GMT+1

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El Imparcial.es


1 comentario:

  1. La impresión que tengo y he tenido desde hace muchos años acerca de Pedro Javier Cáceres, es que se trata de un periodista serio, objetivo, bien informado y que tiene además, la virtud de llamarle al pan, pan y al vino, vino. Por ello, me preocupa lo que dice en esta nota acerca de la reunión convocada por la UCTL en Sevilla a fin de tratar, con todos los profesionales del Mundo del Toro, los serios problemas que afectan hoy en día a la Fiesta Brava. Concluye Cáceres que pudiendo haber sido un día histórico, fue un día de autocomplacencia, de "que guapo soy", de "que culito tengo" y de más de lo mismo. Una verdadera pena, Yo abrigué, con optimismo, la esperanza de que esta reunión marcase un inicio de cambios importantes en el manejo de la Fiesta, pero veo que nada de eso se ha logrado. Además, veo que nisiquiera hay un plan para hacer nada, aunque solo fuera volverse a reunir para seguir dialogando. Mucho menos el señalamiento de acciones específicas para cambiar y mejorar las cosas. Me imagino que "personajes" como Simón Casas, habrán aprovechado el foro para soltar la ya desgastada y falsa cantaleta de siempre, cuando dice que el no es empresario taurino, sino "promotor artístico", o que todo el dinero que ha ganado lo ha reinvertido en la Fiesta. Mentiras y autobombo que ya no se cree nadie. Es de esperar que señalamientos como el de Pedro Javier Cáceres llame a la reflexión a los profesionales de la Fiesta y que vuelvan a reunirse para dejar la autocomplacencia de lado y entrar de lleno en la autocrítica y en la planificación de acciones y objetivos que hagan crecer nuestro espectáculo favorita. Soñar no cuesta nada.

    Patricio Maldonado
    Aficionado Ecuatoriano

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