Viñetas que ofenden pero que no necesitan pistolas para no compartirlas
"...Junto a los miembros de la revista han muerto policías y también personas civiles en la tienda judía. Yo soy todos ellos: Soy dibujante, soy policía, soy periodista, soy judío… soy todo aquello que represente vida, paz, libertad y respeto..."
¿YO SOY CHARLIE?
- Junto a los miembros de la revista han muerto policías y también personas civiles en la tienda judía. Yo soy todos ellos: Soy dibujante, soy policía, soy periodista, soy judío… soy todo aquello que represente vida, paz, libertad y respeto.
Tras la barbarie terrorista sucedida en Paris y la proliferación del ‘Je suis Charlie’ por todas las portadas y esquinas, me pregunto si ¿yo soy Charlie.
Un mensaje de respeto y condena
representa este cartel en todo el mundo
Tras ese ataque perpetrado a la libertad de expresión, también yo soy Charlie. Pero tras proclamarlo de forma clara, también dejo dicho que no necesito ser Charlie. Es evidente, y ahí no hay ningún género de duda, que yo soy, y estoy con, la libertad de expresión, que me identifico plenamente con ese espacio de libertad y que por ello estoy contra los terroristas y a favor de la redacción de la revista, pero sin que ello tenga que significar que como persona, periodista o medio me identifique con esa línea editorial de Charlie Hebdo.
No me gusta esa manera de hacer humor, donde para ello se ridiculiza todo y a todos, donde la sátira permite ponerse por encima de todo, ponerse el mundo por montera. Dicho esto, y sin ninguna reserva, respeto la línea editorial de esa revista y la de todas las demás. Los lápices, las opiniones, las letras y los dibujos no matan, quienes matan son los terroristas, los asesinos.
Junto a los miembros de la revista han muerto policías y también personas civiles en la tienda judía. Yo soy todos ellos: Soy dibujante, soy policía, soy periodista, soy judío… soy todo aquello que represente vida, paz, libertad y respeto.
Decía, y aquí es cuando entra lo taurino de este artículo, que respeto la línea editorial de Charlie, ni una línea contra ellos o contra su forma de hacer, tolerancia total. No es la misma que ellos mantienen, y han mantenido, con la tauromaquia, con viñetas, con mentiras o medias verdades sobre la Fiesta, con toda la artillería de sus dibujantes y redactores contra lo que otros amamos.
Dicho esto, que no resta la condena más contundente y enérgica contra los radicales y fanáticos que los han ejecutado, lo que queda patente es ese respeto que los taurinos tenemos para quienes nos critican desde la ridiculización, desde la sorna, desde el desconocimiento, desde el rechazo a todo en lo que ellos no creen.
Este matiz de la tolerancia o la intolerancia es el que diferencia a la gente civilizada, todo el mundo del toro es civilizado a pesar de ser criminalizados y tratados como torturadores por esa revista y otros muchos grupos y medios. Ese respeto que concedemos a todos nuestros detractores es el mismo que pedimos para nosotros, los amantes de la Fiesta Brava. ¡Menuda diferencia! de talante el de esos fanáticos asesinos y el de los miles de aficionados a los toros que proliferan por el mundo.
Valga este testimonio para dejar constancia de nuestra enérgica condena por los asesinatos y también de la petición de tolerancia para con otras minorías, que también existen y tienen el mismo derecho a manifestarse, a elegir libremente sus aficiones.
¿Yo soy Charlie? Sí puedo serlo, por cuanto de inocentes y libres de expresarse eran como para ser vilmente ejecutados, pero ello no me obliga a compartir su línea editorial.
Yo soy taurino y a mi ellos y otros, sin ninguna razón, me llaman asesino o torturador. Las pruebas dicen bien a las claras que los asesinos son otros. Otras muchas pruebas concluyen que jamás taurino alguno puso bombas o disparó pistolas cuando se han sentido ofendidos. YO SOY, formal y vitalmente, TOLERANTE Y DEMÓCRATA.
El dibujante Tignous y una de sus viñetas antitaurinas
Charlie Hebdo es el único periódico francés que condena abierta y permanentemente las corridas de toros
El dibujante Charb, editor de 'Charlie Hebdo',
y una de sus viñetas antitaurinas
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