domingo, 22 de febrero de 2015

A vueltas con los enigmas de Sevilla / por J. A. del Moral



"...El problema de todo es que no nos vamos a enterar de la verdad nunca. Nadie va a poner sobre la mesa ni las negociaciones ni las exigencias de unos y las ofertas de otros. Así pues, esto es lo que hay. Otro abono parecido al del año pasado donde ni las novedades que triunfaron tuvieron sitio en otras plazas por el entramado empresarial con que está montado esto. Los enemigos los tenemos dentro, como siempre. No corren buenos tiempos para el Toro..."


Interesantes e inquietantes artículos sobre los enigmas de Sevilla


En la pagina taurina del diario digital “elsemanaldigital.com”, TAUROLOGIA, han aparecido artículos o editoriales de incuestionable actualidad que, además de interesantes, resultan francamente inquietantes. Son llamadas de atención que merecen la pena ser leídas

La negativa de Morante a anunciarse en el abono de Sevilla ha sido la gota que ha colmado el vaso de la indignación del aficionado sevillano, ya de por sí bastante colmadito desde el año pasado.

En la temporada 2014 el chantaje del G5 fue hecho público mediante un comunicado de infausto recuerdo, este año la decepción ha venido con cuentagotas. Nos la prometíamos muy felices, con el “vamos a hacer la cosas bien”, “Sevilla merece un esfuerzo”, “vamos a pedirnos perdón”, etc. La Empresa dio el paso de pedir perdón mediante un comunicado, faltaría más. Pero nada, este año el G5 sin ser “G”, porque no ha transcendido que sea una postura grupal, se ha quedado en 4.

De lo poco que hemos ido sabiendo se detectaba mucha dificultad para confeccionar el abono, tanto que la empresa no nos mandó en diciembre la información con las ganaderías contratadas como era su costumbre, y a la fecha que estamos, poco había transcendido sobre los carteles, cuando otras año estaban casi listos.

Con Manzanares ya contratado, pronto supimos que Perera no vendría, después fue El Juli el que cayó después de darlo casi por hecho. Recientemente Talavante, del que decían incluso que se anunciaría el Domingo de Resurrección. Viendo el panorama, nos enteramos que la empresa había ofrecido a Morante cinco tardes en al abono como si fuera la mismísima reencarnación de Curro, y ayer, mediante otro escueto comunicado, Morante informa que no hay acuerdo.
Con todo este lío, unos se alinean con los toreros y otros con la empresa, pero muy pocos apoyaron al aficionado. Los que se alinean con los toreros argumentan la torpeza de la empresa de no haber sido capaces de solucionar el problema en todo el año, y también que si estos toreros van a todas las ferias menos a Sevilla, por algo será. Los que se alinean con la empresa argumentan que sospechan que hay intereses ocultos entre los apoderados de ciertos toreros de quererse quedar con la plaza de Sevilla, como ya se han quedado con otras y con ganaderías. Porque extraña ni aun ofreciendo lo que puede que no se merezcan, lo aceptan, y si no hacen estos gestos de fuerza en otras plazas, es por la propia idiosincrasia de Sevilla. No hay ninguna de ésta categoría que tenga titularidad totalmente privada y con contrato a largo plazo, que no se puede sustituir por otro mejor mediante concurso o por concurrencia de ofertas.
Saben ustedes que no tengo mucho problema en decir lo que pienso, y mi postura, criticando a la empresa por el tiempo perdido y por los resultados de la negociación, está absolutamente en contra de los toreros. No porque me crea o me deje de creer la historia de Bailleres, sino porque me parece que no han puesto el interés necesario en resolver la situación. Ni piensan en la afición, ni parece que les importemos mucho. La plaza vacía del año pasado va a ser muy difícil volver a llenarla, ni siquiera cuando vuelvan, y a ver cuándo vuelven y cómo los reciben.

El problema de todo es que no nos vamos a enterar de la verdad nunca. Nadie va a poner sobre la mesa ni las negociaciones ni las exigencias de unos y las ofertas de otros. Así pues, esto es lo que hay. Otro abono parecido al del año pasado donde ni las novedades que triunfaron tuvieron sitio en otras plazas por el entramado empresarial con que está montado esto. Los enemigos los tenemos dentro, como siempre. No corren buenos tiempos para el Toro.


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Nadie le puede negar que Simón Casas suele tener un discurso taurino interesante, entre otros motivos porque suele decir las cosas con mayor claridad. Luego cuando se pasan los carteles de sus ferias, aunque en ocasiones haya cosas distintas de las habituales, en la mayoría apuesta por lo convencional. No hay más que releerse los carteles de Valencia para comprobarlo. La grave crisis de Sevilla le pone sobre la mesa un importante dilema: si sigue siendo el empresario que pretendía llevar la Fiesta al siglo XXI, o en realidad cumple el papel de ser el “caballo de Troya” para el desembarco silencioso del Grupo Bailleres en el mercado taurino de España. Lo que viene ocurriendo con la grave crisis que la temporada sevillana hace necesario que el dilema se resuelva, que haya luz y taquígrafos.

esario innovador y creativo que iba a llevar la Fiesta al siglo XXI, o en realidad no es más que el “caballo de Troya” para que el lobby mexicano asalte las cosas del toro en España? Es el inmenso dilema que tiene encima de la mesa Simón Casas, un dilema que se agudiza con la crisis profunda que los toreros que administra la llamada Fusión Internacional ha creado en Sevilla.

Sin ir más lejos, su aporte de creatividad ha quedado en evidencia, por ejemplo, con los carteles que ha confeccionado para la feria de Fallas: innovación 0, son idénticos, como dos gotas de agua, a los que cualquier otro empresario podría haber montado. Y es que su discurso, siempre muy ardoroso, va por un camino y sus hechos por otro.

Tiene Simón Casas ideas ocurrentes cuando habla, incluso muy compartibles en la teoría; sin embargo, a la hora de desarrollar su gestión taurina la lleva por los cauces más que convencionales. Mientras estuvo ligado a la gestión de la plaza de Madrid trajo, por ejemplo, la novedad de la carpa cultural, que además de un buen dinero en gastos poco aportó a la gestión, esa sí, propiamente cultural que desarrolla el Centro de Asuntos Taurinos de la comunidad.

Ahora, desligado societariamente de Taurodelta, aporta como novedad la traída y llevada Fusión, cuyo objetivo lo marcaba en términos tan rotundos como éstos: “Vamos a intentar modernizar la Tauromaquia y concienciar a las instituciones”. Para tan noble objetivo confesaba entonces: “Con Alberto Bailleres no hemos hablado de negocio, hemos hablado de nuestra pasión. Solo se trata de amor por el arte del toreo para que siga existiendo la Fiesta”.

Pero aunque no hablaran de “negocio” sino sólo de su “amor por el arte del toreo”, los datos que se van conociendo le dan a esta Fusión un contenido prioritariamente económico; es de toda lógica: varias empresas no se fusionan si no es para alcanzar unos rendimientos determinados. Y como muestra un dato que aporta Zabala de la Serna en “El Mundo” y que nadie ha desmentido: al suscribir la tal Fusión Casas le traspasaba al Grupo Bailleres la nada despreciable cifra de dos millones de euros en pagarés, para liquidar las cuentas que tenía pendientes de abonar a los participantes en sus últimas ferias.

No hay ningún elemento objetivo como para negarles su derecho, o su aspiración, a tener como objetivo último “que la Fiesta siga existiendo”. Lo que ocurre es que hay modos y modos de garantizar ese futuro, como hay muchos tipos distintos de salvadores de la Fiesta. Desde luego si es por la vía de aspirar a ese especie de monopolio creciente que Bailleres tiene ya en México –ahora se dice que quiere hacerse con el control de la Monumental “México”, tras el fracaso de Rafael Herrerías–, hay salvaciones que en realidad le ponen a la Fiesta la soga al cuello.

Desde el mayor candor podría darse por bueno que el nuevo grupo que, con Casas como activo portavoz, lidera Bailleres en Europa es completamente ajeno a lo que está ocurriendo en estos días con la organización de la temporada en la Maestranza sevillana. Los datos, sin embargo, ayudan poco a que tales buenos propósitos sean creibles. Cuando la mayor figura de ese Grupo, que se llama Morante de la Puebla, le dice al alcalde de Sevilla que tales cosas no pasarían y todo se solucionaba si la empresa que gestionara la Maestranza fuera la de Bailleres, ¿cómo hay que interpretar tales palabras? Su literalidad no puede ser más expresiva y clara.

Quiere todo ello decir que sin necesidad de abdicar de sus principios de renovación y actualización de la Fiesta, Simón Casas –en menor medida, José Cutiño– ha puesto en bandeja al Grupo de Bailleres una posición de control, que condiciona grandemente el desarrollo de la temporada en España.
Sin acudir a concurso público alguno, la Casa Bailleres se ha encontrado de pronto con la importante cartera comercial de ser el socio mayoritario y de control en las empresas que gestionan más de una docena de plazas, la mayoría de muy buen nivel, y con más de 100 corridas de toros en la temporada, con todo lo que eso supone.

Incluso tratándose de acuerdos desconocidos por completo, cuando rayan lo que es en la práctica una “posición de dominio” en el Sector, que a esa Fusión se haya llegado mediante acuerdos mercantiles entre Sociedades constituye una fórmula completamente lícita, si las autoridades de la Competencia no dicen nada en su contra, que por ahora no lo han hecho.

No puede olvidarse, sin embargo, que a ese resultado final lo habitual es que se llegue por el camino de la constitución de una nueva Sociedad mercantil o de un holding, cuya naturaleza y composición son de dominio público. Lo que carece de fundamento, lo que en realidad sería eso que se denomina fraude de ley es que una entidad de esta dimensión y potencia no tuviera más fundamento que un acuerdo entre amigos. Pero hay que pensar que un Grupo de las características del que lidera Alberto Bailleres no se prestaría este tipo de chapuzas.
Por eso, si toda la operación se hubiera contado bien, con menos ”brindis al sol” y más documentación sobre los acuerdos intersocietarios, hoy no tendríamos las dudas de si en toda esta operación Casas está como el socio que aporta imaginación y plazas, o más sencillamente se ha prestado a ser el “caballo de Troya” para que Bailleres desembarcara en el mercado europeos a bajo coste y sin encontrar mayor obstáculo.
Es lo que el empresario francés, al que no hay por qué negarle méritos, tendrá que definir en el futuro; lo que tiene pendiente de elegir: si su papel es el de socio minoritario de una empresa multinacional en la que manda quien controla el capital y por tanto da públicamente la cara, o el “caballo de Troya” para que disimular y facilitar –como dicen los financieros, “fuera de mercado”– el desembarco de un imperio, que si se atuviera a las normas vigentes en España lo habría tenido muchísimo más difícil y complicado.

La negativa de Morante a anunciarse en el abono de Sevilla ha sido la gota que ha colmado el vaso de la indignación del aficionado sevillano, ya de por sí bastante colmadito desde el año pasado.
En la temporada 2014 el chantaje del G5 fue hecho público mediante un comunicado de infausto recuerdo, este año la decepción ha venido con cuentagotas. Nos la prometíamos muy felices, con el “vamos a hacer la cosas bien”, “Sevilla merece un esfuerzo”, “vamos a pedirnos perdón”, etc. La Empresa dio el paso de pedir perdón mediante un comunicado, faltaría más. Pero nada, este año el G5 sin ser “G”, porque no ha transcendido que sea una postura grupal, se ha quedado en 4.
De lo poco que hemos ido sabiendo se detectaba mucha dificultad para confeccionar el abono, tanto que la empresa no nos mandó en diciembre la información con las ganaderías contratadas como era su costumbre, y a la fecha que estamos, poco había transcendido sobre los carteles, cuando otras año estaban casi listos.

Con Manzanares ya contratado, pronto supimos que Perera no vendría, después fue El Juli el que cayó después de darlo casi por hecho. Recientemente Talavante, del que decían incluso que se anunciaría el Domingo de Resurrección. Viendo el panorama, nos enteramos que la empresa había ofrecido a Morante cinco tardes en al abono como si fuera la mismísima reencarnación de Curro, y ayer, mediante otro escueto comunicado, Morante informa que no hay acuerdo.

Con todo este lío, unos se alinean con los toreros y otros con la empresa, pero muy pocos apoyaron al aficionado. Los que se alinean con los toreros argumentan la torpeza de la empresa de no haber sido capaces de solucionar el problema en todo el año, y también que si estos toreros van a todas las ferias menos a Sevilla, por algo será. Los que se alinean con la empresa argumentan que sospechan que hay intereses ocultos entre los apoderados de ciertos toreros de quererse quedar con la plaza de Sevilla, como ya se han quedado con otras y con ganaderías. Porque extraña ni aun ofreciendo lo que puede que no se merezcan, lo aceptan, y si no hacen estos gestos de fuerza en otras plazas, es por la propia idiosincrasia de Sevilla. No hay ninguna de ésta categoría que tenga titularidad totalmente privada y con contrato a largo plazo, que no se puede sustituir por otro mejor mediante concurso o por concurrencia de ofertas.

Saben ustedes que no tengo mucho problema en decir lo que pienso, y mi postura, criticando a la empresa por el tiempo perdido y por los resultados de la negociación, está absolutamente en contra de los toreros. No porque me crea o me deje de creer la historia de Bailleres, sino porque me parece que no han puesto el interés necesario en resolver la situación. Ni piensan en la afición, ni parece que les importemos mucho. La plaza vacía del año pasado va a ser muy difícil volver a llenarla, ni siquiera cuando vuelvan, y a ver cuándo vuelven y cómo los reciben.

El problema de todo es que no nos vamos a enterar de la verdad nunca. Nadie va a poner sobre la mesa ni las negociaciones ni las exigencias de unos y las ofertas de otros. Así pues, esto es lo que hay. Otro abono parecido al del año pasado donde ni las novedades que triunfaron tuvieron sitio en otras plazas por el entramado empresarial con que está montado esto. Los enemigos los tenemos dentro, como siempre. No corren buenos tiempos para el Toro.

4 comentarios:

  1. No habria forma de que siga la misma empresa de sevilla pero con distinto personal ?

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  2. Estamos hartos de toreros golfos y plumíferos que les cantan que sin méritos quieren llevárselo crudo y lo que es peor ayudando a la mafia mejicana de Bailleres a monopolizar para mal de la Fiesta el toreo español.
    Morante es un chuflón, el Juli un pirulero profesional, Talavante un pobre hombre que se le olvida cerrar la boca y se le van las ideas por ahí, Perera se cree que es alguien...¿y como pueden manejar el cotarro a su antojo? pues muy sencillo practicando el antitaurinismo que consiste en institucionalizar el borrego con cuernecillos, y echar a los verdaderos aficionados de las plazas.
    ¿qué pasaría si de cada cinco corridas en dos se tuvierran que enfrentar a toros de verdad?
    El escalafón sería otro y estos pájaros estarían buscando contratos o en su casa haciendo bricolage para sus señoras.

    Basta ya de insultos a la fiesta y a los aficionados.

    Suerte para esta temporada, que mucha va a hacer falta para los toros con estos mentecatos manipulándolo todo.

    Fdo. V R.

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  3. Hay que ver lo bien y lo sucintamente que lo explica don V.R. en su comentario. En esas pocas líneas está la auténtica verdad de lo que pasa: figuritas de chicha y nabo que no han visto un toro en su vida. Penosa realidad que la crítica debería denunciar constantemente.

    Un saludo, Domingo Alcázar.

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  4. Por seriedad entendemos lo siguiente. Veracidad. Responsabilidad. Rigurosidad en las acciones y modo de proceder. Actuación con sinceridad e incapacidad de engaño. Exactitud, puntualidad y rigidez en la observancia y las acciones. Puesta de cuidado y atención en lo que se hace, se dice o decide. Respeto al derecho ajeno.

    Cuando supuestos aficionados a la fiesta de los toros se manifiestan como lo hace en su comentario el señor V R, está en su legitimo derecho de hacerlo, por lo cual merece todo el respeto. Pero eso no es óbice para estar en desacuerdo con él, bajo el prisma de la esencia pura de la objetividad taurina como aficionado.

    Estoy seguro que el señor V R, a estos toreros que le llama “chuflón”, “pirulero profesional”, “pobre hombre que se le olvida cerrar la boca y se le van las ideas por ahí” o “se cree que es alguien” en muchas ocasiones los a aplaudido con el mismo “borrego con cuernecillos” que ahora denuncia.

    Sin tratar de defender a los toreros aludidos por el señor V R, habrá que decir que estos mismos toreros “pájaros” que se dedican hacer bricolaje en su casa para sus señoras, son los mismos que hacen el paseíllo y después torean en Madrid, Pamplona o Bilbao. Cosa por ejemplo que no hace en los últimos 10 años otro torero llamado José Tomás.

    Estoy muy de acuerdo con el señor V R, cuando dice “Basta ya de insultos a la fiesta y a los aficionados”, y que cada uno de los que compone la corrida de toros, tenga la decencia profesional para que la Fiesta Nacional sea lo menos parecido a un fraude. Aquí hay muchas cuerdas que tocar al margen de las de chiqueros.

    Sr V R, como quiero pensar que lo escrito por usted se debe a un enfado momentáneo y que su solera de gran aficionado está muy por lo alto de su comentario, espero que no se encuentre molesto con mis palabras, en caso contrario el ingenuo he sido yo por pensar que estaba ante un aficionado serio.

    Diego Barceló

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