viernes, 27 de febrero de 2015

MORANTE EL EXTRAVAGANTE / por El Hombre Tranquilo



MORANTE EL EXTRAVAGANTE


Morante de la Puebla tiene desde hace tiempo problemas con la empresa de la Maestranza, y este año no se le ha ocurrido otra cosa que chivarse por correo al alcalde de Sevilla. Algo inaudito, que recuerda a los niños del colegio que iban a los educadores diciendo: "Profesor, que estos niños no me dejan jugar". Niños a los que los compañeros llamaban "chivatos".

Pero todavía hay más. Al regidor sevillano le llama Morante en su carta "alcalde mío", lo que recuerda el renombrado caso del catetillo en la mili que, incapaz de aprender el tratamiento castrense, en lugar de llamar a su superior "mi capitán", le llamaba "capitán mío", con el consiguiente pitorreo de todos menos del capitán.

La carta de Morante de la Puebla no es propia de una figura del toreo, sino de un torerito.

EL HOMBRE TRANQUILO

2 comentarios:

  1. Alberto Bailleres aterrizó en la España taurina con la firma de la exclusiva con el “extravagante”. Y se compró una ganadería puntera como Zalduendo. Y la finca de Litri hijo. Y se hizo con la plaza de Córdoba. Este invierno creó con Simón Casas y José Cutiño la Fusión Internacional por la Tauromaquia (FIT). Casas le coloca más de dos millones de euros en pagarés y le sirve en bandeja sus cosos y los de Cutiño. 22 plazas en total entre España y México: Valencia, Zaragoza, Málaga, Nimes, Mont de Marsan, Aguascalientes -cuyas fechas se solapan este año por entero con la Feria de Abril de Sevilla-, León, Guadalajara, Monterrey, Cancún... Las Ventas, que sale a concurso en 2017, figura entre los objetivos prioritarios de FIT. Como la Monumental de México, de la que Rafael Herrerías dice estar despidiéndose tras una horrible Temporada Grande. ¿Y Sevilla? Saquen conclusiones.

    Alberto Bailleres, el potentado mexicano que apodera a el “extravagante” y Talavante, quiere hacerse con las riendas de la Maestranza y ha puesto en marcha una estrategia para hundir a la empresa Pagés y ofrecerse como salvador a la Real Maestranza, propietaria de la plaza. Pero se trata solo de un rumor que de ser cierto diría muy poco de la catadura moral de su protagonista.

    Posiblemente, a tenor de lo sucedido, Eduardo Canorea y Ramón Valencia nunca debieron ser empresarios de Sevilla. Ambos alcanzaron esa responsabilidad por la fuerza de la herencia, que será muy legal, pero se ha demostrado claramente injusta para la fiesta. Un empresario de la categoría que exige la Maestranza nunca hubiera permitido la situación creada. Y si las circunstancias la crean, un empresario de verdad encuentra una solución.

    A tenor de lo sucedido, ni el Extravagante, ni El Juli, ni Talavante, ni Perera debieron ser nunca considerados figuras del toreo; porque ninguno de ellos es un revolucionario ni tiene la fuerza para echarse la fiesta sobre los hombros y liderarla hacia el futuro; pero entre los cuatro pueden hundirla irremediablemente.

    El extravagante dice: A mí me llegó a decir Canorea anterior a esto que la peor herencia que le había dejado su padre era la de Curro Romero, que a ver qué hacían con él, porque cobraba mucho dinero. Después empezó a hacer carteles al estilo de Madrid... O sea, que fue reduciendo el coste y la calidad del espectáculo y subiendo el precio de las entradas. A todo esto, nosotros los toreros sufríamos por las malas formas en el trato, y encima pagaba menos que nunca en proporción a la categoría de la plaza, (en Madrid se cobra más del doble, recaudando la plaza menos dinero en taquilla)… Yo cobro más en muchas plazas de tercera, dice el extravagante.

    El extravagante en su mensaje al alcalde de Sevilla no le ha exigido literalmente que coloque al grupo de Alberto Bailleres al frente de la Maestranza, pero SÍ le pide que eche a la empresa Pagés (Ramón Valencia y Eduardo Canorea). ¿Para nombrar a quién?: "Alcalde mío, le ruego que haga todo lo posible para que nuestra plaza no siga en manos de estos personajes tan nefastos para el toreo, cualquier otro empresario soñaría con dirigir la Maestranza, para poderle ofrecer a nuestro público los carteles y la feria que Sevilla merece".

    Por último diré que estoy plenamente identificado con EL HOMBRE TRANQUILO y en solidaridad con él pronuncio el calificativo de EXTRAVAGANTE para no mencionar su nombre.

    Cristóbal Ufarte

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  2. Vaya por Dios. Nada más lejos de mi intención que ponerle sobrenombres a nadie, de manera que yo le seguiré llamando "Morante de la Puebla", uno de los que mejor han toreado desde cuantos he visto - y desde Antonio Bienvenida he visto unos pocos.

    Lo cual no significa que una carta de un matador de toros al alcalde de Sevilla, pidiéndole que cambie a un empresario taurino que tiene un contrato de arrendamiento con la Maestranza, una carta en la que además le llama "alcalde mío", no sea una extravagante. "Extravagante", en este caso, no es insulto, sino definición.

    Gracias a Cristóbal Ufarte por leerme.

    EL HOMBRE TRANQUILO

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