sábado, 21 de febrero de 2015

Prohibidos los insultos... y las banderas de España / por Juan Manuel Rodríguez




"...Año I de la era Tebas, vida nueva. Abramos de golpe y porrazo las ventanas a la regeneración que cantan desde la Liga y dejemos que entre el amor en nuestros corazones. Fuera lo malo, lo negativo; dentro lo bueno, lo positivo. En 2015 no se puede gritar "caca", "culo", "pedo" o "pis" en un campo de fútbol porque nadie puede estar seguro de que uno de los espías del Comité de Integridad no sea su vecino de asiento pero sin embargo sí se puede mirar hacia otro lado cuando una policía autonómica requisa banderas de España a la entrada de un estadio por considerarlas provocativas e incitadoras del odio.."

Prohibidos los insultos... y las banderas de España


Confieso que ayer me pudo la emoción del momento y acabé excediéndome un poco, cuestión por la que no tengo el más mínimo inconveniente en pedir perdón, exigiéndole al Comité de Integridad recientemente creado por ese hombre sabio llamado Javier Tebas algo que simplemente no podía llevar a cabo: retroceder en el tiempo. ¿Es Supermán el señor Tebas?... No. ¿Es Marty McFly?... Tampoco. De lo que se ocupa el presidente de la Liga de Fútbol Profesional no es de la integridad pasada sino de la más reciente; el pistoletazo de salida para este maratón por la regeneración del fútbol español se dio exactamente el 30 de noviembre de 2014, que fue cuando Francisco José Romero Taboada, más conocido como Jimmy, el aficionado ultra del Deportivo de La Coruña apaleado por miembros del Frente Atlético, murió en un hospital de Madrid fruto de la paliza que le dieron. Ese día se acabaron las tonterías de una vez por todas.

Lo del cochinillo del Camp Nou estuvo mal, sí, de acuerdo, pero pasó hace mucho tiempo, demasiado. Pasaron las declaraciones de Gaspart (posteriormente agasajado con una vicepresidencia federativa, ni más ni menos que la de asuntos internacionales, por el honrado, trabajador y eterno Villar) cuando dijo aquello de que él no consentía que fueran a su casa a provocarle y que si Figo quería sacar un córner, que lo hiciera, pero rapidito. Pasaron también las declaraciones del sensato Masfurroll asegurando que la foto de la cabeza del cochinillo era un montaje y que el césped que aparecía en ella tampoco era el suyo. Pasó el trago de Medina Cantalejo, obligado a suspender el partido durante dieciséis minutos, y la clausura del Camp Nou por dos partidos que jamás llegó a cumplirse puesto que, de nuevo Villar mediante, el Comité de Competición la anuló en 2005. Aquella pesadilla pasó, la desintegración moral de España por aquel entonces era abrumadora pero ni Tebas ni sus detectives eran responsables de ella.

Año I de la era Tebas, vida nueva. Abramos de golpe y porrazo las ventanas a la regeneración que cantan desde la Liga y dejemos que entre el amor en nuestros corazones. Fuera lo malo, lo negativo; dentro lo bueno, lo positivo. En 2015 no se puede gritar "caca", "culo", "pedo" o "pis" en un campo de fútbol porque nadie puede estar seguro de que uno de los espías del Comité de Integridad no sea su vecino de asiento pero sin embargo sí se puede mirar hacia otro lado cuando una policía autonómica requisa banderas de España a la entrada de un estadio por considerarlas provocativas e incitadoras del odio. Eso no ocurrió cuando lo del cochinillo, no pasó hace un montón de años ni nos hace falta viajar tampoco hacia atrás en el tiempo, eso sucedió hace menos de una semana en el Nuevo San Mamés (campo nuevo, costumbres paleolíticas) con motivo del partido Athletic-Espanyol correspondiente a la Copa del Rey... de España, que es Felipe VI, y fue convenientemente denunciado por Pablo Planas en Libertad Digital.

¿Qué hará Tebas?... Me adelanto a la respuesta: Tebas silbará El puente sobre el río Kwai, seguirá navegando por las intrascendentes aguas del "culo", "caca", "pedo" y "pis", se pondrá de perfil, mirará hacia otro lado, dirá que eso no es responsabilidad suya, que él no es político, que la Liga no puede hacer nada fuera de los estadios... y sobrevivirá, seguirá sobreviviendo, continuará amagando, no dando y apareciendo en las teles, que es de lo que siempre se trató y que es lo que a él le gusta realmente. Y algún día, cuando las palabras "cochinillo" y "nación" hayan desaparecido del diccionario de la lengua española, Tebas Medrano cumplirá su auténtico sueño cruzando victorioso la puerta de Gran Hermano VIP; es más, si no lo ha hecho en esta edición es porque sabe perfectamente que no tiene nada que hacer contra Belén Esteban.

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