miércoles, 22 de abril de 2015

7ª de feria en Sevilla. Una faena de Finito y buenos propósitos toreros.. / por J. A. del Moral

El diestro Jose Mari Manzanares durante la faena de su segundo toro durante la novena corrida de abono de la Feria de Abril de Sevilla celebrada hoy en la Plaza de Toros de la Maestranza. EFE
Una faena de Finito y buenos propósitos toreros con otra corrida decepcionante


Sevilla. Plaza de la Real Maestranza. Martes 21 de abril de 2015. Séptima de feria. Tarde radiante con tres cuartos largos de entrada.

Seis toros de El Pilar-Moisés Fraile, muy bien presentados y . De peor por blando de remos a mucho mejor el muy noble primero. De bravo, noble y encastado en los dos primeros tercios, ha manejable sin clase y muy a menos el segundo. Muy noble sin fuerza ni brío el tercero. Inútil e inválido el cuarto. El que iba a ser sexto se corrió en quinto lugar, manso absoluto. De mejor a mucho peor condición el sexto.

Finito de Córdoba (grana y oro): Estocada y descabello, aviso y enorme ovación correspondida con largo saludo en el tercio. Debió dar la vuelta al ruedo. Estocada tendida trasera, silencio.
José María Manzanares (negro y azabache): Pinchazo y estocada, aviso y silencio. Pinchazo y buena estocada, silencio.
Daniel Luque (marino y oro): Pinchazo y estocada, aviso y ovación. Cuatro pinchazos echándose dos veces el animal, pitado antes y durante el arrastre y silencio para el torero.

Salvo la imponente corrida de Fuente Ymbro que echó tres toros de nota y, uno de ellos digno de ser premiado, el fracaso ganadero hasta lo que llevamos de feria es más que preocupante. Al mal juego del ganado, cabe achacar los escasos triunfos toreros que llevamos anotados. Por cierto, ninguno de dos orejas cortadas de un solo toro. A los diestros más capaces de lograrlo, la suerte les volvió la espalda y únicamente José María Manzanares consiguió un costoso doblete orejófilo gracias a la enorme disposición con que contestó a la afición de Sevilla que tanto le admira y le quiere. Este “noviazgo” se ha convertido en feliz matrimonio, varias veces consumado, y esta nota digamos sentimental traducida en su último éxito en la Maestranza, es lo más notable que llevamos visto, aparte, claro está, del celebradísimo triunfo de Espartaco el pasado Domingo de Resurrección, festejo que no cuenta como feriado y no entrará en las valoraciones de los jurados que premien lo mejor del ciclo.

Ayer acudimos a la plaza pidiendo al Cielo que embistieran con fuerza y buena raza los toros de El Pilar, tantas veces triunfadores en Sevilla. Pero también moscas por si en el reconocimiento hubieran hecho lo que hicieron con la corrida de Victoriano del Río. De haberse aceptado varios toros de los rechazados, el lote finalmente lidiado no hubiera sido una escalera y habrían embestido para bien varios toros. Las “pasadas” de los veterinarios con las corridas en las que van a actuar figuras, suelen traer funestas consecuencias y habría que pensar en que el Reglamento contemplara posibles sanciones. No puede ser que tanto los facultativos como los presidentes carezcan de responsabilidad como si fueran infalibles. A cada cual lo suyo. Pero es que, además, los toros que se imponen no embisten en su mayor parte. Los pesos y las alzadas de las reses que un grupo de influyentes critico pusieron de moda en los finales de los años 60, son la razón postrera del desastre ganadero que sufrimos. Y una de dos: O volvemos al toro razonable y en tipo idóneo de cada encaste y esto se acaba. Así de dramática es la situación.

De los actuantes de ayer cabía esperar buenos hechos. Aparte Manzanares, todos esperábamos que Luque tuviera más suerte que en su anterior actuación y que Finito de Córdoba nos regalara una de su preciosas faenas. Por cierto, este año volverá a torear en la feria de su ciudad califal dentro de la feria confeccionada por la nueva empresa, México-Hispana. Ciclo ciertamente corto, aunque intenso, en el que además de Finito y también Manzanares, Morante tiene dos tardes por ser de la “casa”. Los manitos han dejado fuera a Ponce. También de la corrida del aniversario que se celebrará en los primeros días de mayo con seis matadores. La falta de respeto a quien lleva más de 20 años triunfando en la Córdoba que le tiene por nativo es intolerable. Tomamos nota.

Y hablando de Córdoba, Finito por delante con un primer toro castaño, muy alto de agujas, enmorrillado y agresivo de pitones. Un toro de más que sobrada presencia. Suelto del capote de Finito. También de las bellamente apuntas verónica que dio, pero no de tres medias de pura fantasía. Enseguida acusó falta de fuerza en los remos. Cumplió en la primera varas. Se defendió en los capotazos de brega posteriores. Y en el segundo puyazo, más. Mal asunto. A peor el toro. Por si faltaba algo, se pegó un tremendo volantín al salir del último capotazo antes de las banderillas. Esperó en los tres pares echando la cara arriba al clavar. Bien Antonio Punta. Y se fue a tablas. En ellas empezó la faena aunque Finito sacó al animal hasta el tercio.. Por fortuna y a pesar de lo dicho lo dicho, cuando el toro metió la cara por abajo, que fue muchas veces, los muletazos diestros que pegó el Fino fueron soberbios. Y sensacionales los remates. Perfumaron el albero maestrante. Los naturales colmaron de placer las retinas y los corazones de los presentes. Salvo algún enganchón al final, faena digna de recordar que culminó con una buena estocada. Perdió la oreja con el descabello. Una pena porque hacía mucho que Finito no tocaba pelo en Sevilla.

Otro hermoso colorao fue el cuarto. Rápidamente huidizo de salida. Parado por Finito, solo consiguió total belleza en una media verónica. El toro se quedaba corto y se revolvió raudo. Se defendió mucho en varas por manso. Blandísimo de manos además. Se pareó con rapidez. Inválido en la muleta. Pero Finito lo intentó con inusitada fe. Fue una labor tesonera e infructuosa. El baldío empeño, salpicado de enganchones y caídas del animal, terminó más tarde de lo debido de estocada tendida trasera.

Ya estamos acostumbrados a ver los vestidos negro y azabache que este año usará José María Manzanares durante toda la temporada. La verdad es que le sientan muy bien. El segundo toro, colorao de tipo y hechuras parecidas al anterior, obedeció humillado a las aterciopeladas verónicas y media del joven maestro alicantino. Romaneó y derribó el toro en el primer puyazo rectificado. Bravo y alegre en un segundo sensacionalmente aunque quizá excesivo ejecutado por José Antonio Barroso, digno de su señor padre que fue el mejor picador que he visto en mi vida. Señorial y templadísimo quite de Luque por verónicas y media. Curro Javier y Luis Blázquez, como siempre en banderillas. El tercer par de Curro, histórico. Limpia y atinada brega de Rafa de la Rosa. La ovación se oyó en toda Sevilla. 
¿Había toro?.Nos pareció que sí. Y una vez llevado a los medios, tiempos y espacios debidos, la sinfónica derecha de Manzanares con el toro sin acabar de romper como había anunciado. Naturales largos, pectorales circulares añadidos con el toro muy a menos y protestando por arriba lo que ensució algunos pasajes. También algunos redondos posteriores en los que el torero tuvo que hacerlo todo. Más naturales de uno en uno con cambio de mano y de pecho. Fue inútil seguir. Un toro que hizo el juego contrario al primero: de bravo y encastado en los dos primeros tercios, a mucho peor en la muleta. Un pinchazo previo a la estocada, terminó echando por tierra lo que habíamos presagiado.

Mató a su segundo toro en sexto lugar por haber sufrido una indisposición gástrica, siendo atendido en la enfermería de deshidratación por lo que le tuvieron que poner dos litros de suero. Negro este toro que cerró la tarde, renqueó de patas al medio tomar el capote del matador, finalmente estupendo a la verónica bien tomada por el burel. Buen puyazo de Chocolate pese a defenderse mucho el toro. Maravilloso capotazo de Curro Javier en la brega. ¡Pedazo de torero, si señor¡ Otra vez bien agarrado Chocolate. Y de nuevo fenomenal Curro Javier en la brega. Un privilegiado de plata. Gran par de Luís Blázquez y un tercer par de Rafa Rosa. Todo parecía ir de perlas. Tanteos por bajo con la derecha de Manzanares. Silencio absoluto en la plaza. Como en misa. Se rompió con un enganchón. El toro ya no se venía como antes y Manzanares tuvo que volver a hacerlo todo por redondos. Tirar y tirar y tirar del animal y pasarlo todo lo despacio que pudo entre acople y desacople por frenarse el animal en medio de cada pase. Cuando usó la mano izquierda, el toro ya se había acabado casi por completo. La porfía y el esfuerzo volvieron a ser prácticamente baldíos. Y como antes, pinchó antes de recetar uno de sus estoconazos.

El castaño tercero salió corretón y distraído. Mimadas y bien administradas verónicas de Daniel Luque por la poca fuerza del animal. Precioso remate en media para colocar al animal que salió suelto por lo que hubo que llevarlo otra vez al caballo. Dos picotazos. Apenas fue picado. Mientras transcurría la lidia, Manzanares pasó a la enfermería. El toro esperó mucho en palos, colocados con habilidad por Abrahám Neiro y Antonio Chacón. Luque lo brindó al público. Del primer pase por alto con la derecha, se fue el toro. Pero una vez en los medios, Daniel quiso mimarlo con la derecha como había hecho en su recibo de capa. No pudo lograrlo en todos los pases. Con el toro todavía noble aunque agotándose por momentos, buenos naturales en los que el de Gerena tuvo que poner todo de su parte: tino, aguante, temple y mando. Y lo mismo de nuevo a derechas. Una vez cambiar de espada, luquesinas perfectamente encadenadas. Perdió una posible oreja por pinchar antes de agarrar una estocada.

Por indisposición de Manzanares, Luque mató el que iba a ser sexto en quinto lugar. Negro y distraído. Suelto de capote de Daniel para irse barbeando tablas. Peligroso extraño al dar Luque un capotazo y huir de su propia sombra. Luque lo sujetó y paró donde se logra con los mansos, en los medios. La primera verónica fueron tres muy templadas en redondo sin solución de continuidad. Luego, el toro, volvió a hacer cosas muy feas. Se picó de trámite al manso, como buenamente se pudo. Muy bien Abraham Neiro en palos con el toro algo arriba. Ojalá. Luque empezó la faena junto a las tablas con altos a derechas y a pies juntos sin moverse. Y a más el trasteo que siguió casi en los medios aunque no pudo ser allí al irse el toro a tablas. Abierto sobre las rayas, derechazos de uno en uno en breve tanda sin más que destacar. Y al intentar los naturales, desarme al dar el primero y otra vez a tablas el manso. Daniel porfió otra vez con la derecha en cercanías con más mérito que otra cosa. Momento en que Manzanares regresó al callejón. Pinchó Luque repetidamente.


1 comentario:

  1. Creo que usted no se ha dado cuenta de una cosa. El segundo toro fue bravo y encastado. El mejor de la feria. Y su torero no supo ni pudo con él. No acertó en distancias, ni en los toques. Se le fue entero quedando en evidencia. Cuando hay un toro encastado con mucho que torear que pide tragar y tirar de técnica este señor de Alicante hace aguas. Ayer quedó muy evidente en su feudo sevillano.
    Y por cierto El Pilar echó tres buenos toros. Excelente el primero. Bravo el segundo al que había que someter ..y de excelente calidad el tercero al que Daniel Luque despegado y mal colocado no aprovechó. Cuando se ponía colocado y se la echaba tocándole, el toro respondía por abajo embistiendo con temple. Que pena de toreros!

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