De la mano de Editorial Igriega, el 10 de mayo se presenta en Madrid El amor en la mano izquierda, la primera novela de narrativa contemporánea de ficción de Rodolfo Núñez Muñoz. CLICK
"...La portada es una sátira. He escogido la imagen de Pablo Iglesias como símbolo del animalismo moderno y del antitaurinismo. Es una ironía, que va en consonancia con el espíritu del texto..."
RODOLFO NÚÑEZ: El feliz autor de la novela 'El amor en la mano izquierda'
Entrevista de Pla Ventura
Con toda seguridad los aficionados de Madrid le recordarán como aquel fulgurante novillero llamado Rodolfo Núñez que un día abrió la Puerta Grande de Las Ventas, amén de otras muchas actuaciones muy reconocidas en el coso venteño. Estamos hablando, naturalmente, de alguien que ha sido matador de toros pero que, al paso de los años se ha convertido en un excelente narrador, la faceta que nos ocupa y por la que hemos querido conversar con este autor novel, pero con un futuro muy prometedor en el mundo de la literatura.
Rodolfo Núñez, que no desdeña para nada su faceta como matador de toros, está ahora inmerso en la vorágine de la narrativa puesto que, como él mismo nos ha confesado, es su mundo, su manera de respirar y vivir. El amor en la mano izquierda es su primera novela, y presagiamos será, todo un acontecimiento en la narrativa actual. Sin duda, su faceta, la de Rodolfo Núñez no es nada habitual en el mundo de los toros. Ha habido toreros que, a su modo y manera, nos han dejado algún que otro legado con su pluma, pero casi siempre amparándose en su propia vida, digamos que, con relatos exclusivamente autobiográficos, nada que ver con lo que Rodolfo Núñez ha emprendido puesto que, de sus manos y sentidos ha nacido una novela apasionada y muy apasionante.
Rodolfo Núñez es el artista: torero y ahora escritor
-Rodolfo: Si me lo permite deje que le haga un cartel de “feria” al respecto de lo que han sido otros toreros ante el mundo de la cultura. Valdría Ignacio Sánchez Mejías, Luís Francisco Esplá y ahora usted. Como le digo, todo un cartel de feria para darle resplandor al mundo de la cultura.
Pues sería un cartel fuera de todo tiempo que ejemplificaría muy acertadamente la conexión que ha habido siempre entre la tauromaquia y otras formas artísticas y culturales. La cultura y la tauromaquia han ido siempre de la mano, porque -tomo prestada la sentencia de Lorca- no hay fiesta más culta que la tauromaquia.
-El libro, sin estar aún presentado, ya circula por todas las librerías de España. Hágame, por favor, una síntesis del libro en pocas palabras.
No me gustan las síntesis; creo que eso es cosa de vosotros, de los periodistas y los críticos. Creo que el autor no debe ir más allá del esbozo de unas líneas temáticas. A este respecto, te digo que el tema principal puede ser el amor en dos sentidos: el amor carnal, el enamoramiento, con todo el dramatismo de sus dos formas posibles, que son el amor y el desamor; y el amor a la naturaleza, que se desarrolla paralelamente a la otra expresión de amor. Sobre las cuestiones literarias, podemos decir que es un texto que pertenece al género de realismo mágico, que fusiona en él la fantasía propia del realismo mágico, un humor absurdo típicamente español, un tratamiento del sexo que por objetivo y natural se aleja de la pornografía, un naturalismo congruente con el estoicismo del protagonista, y sobre todo la presentación de la tauromaquia de un modo diferente a como se ha hecho hasta ahora, pues no trata a la tauromaquia como algo excluyente, cerrado o esotérico, sino como un orden más de la sociedad. Tiene mucho contenido taurino, por supuesto, y creo que es muy rica en este aspecto, pero no se centra en el toro de un modo saturado. Así mismo, podemos decir que es una novela de tesis, y son dos las tesis que despliega. Una tiene que ver con qué sea la naturaleza del tiempo, y la otra pretende dilucidar el modo correcto de comportarse con los animales y la naturaleza en general. Y esta última es la tesis que creo que hay que destacar para los intereses taurinos, pues en mi opinión desmonta por completo toda la falacia de los antitaurinos. La novela no defiende a la tauromaquia, sino que pide explicaciones al antitaurino de su actitud totalitarista y tremendamente perjudicial para el medio natural y los animales que ellos dicen defender.
-¿Cómo nace la historia?
La historia se impone según escribes. Uno empieza con una propuesta, pero luego domina el texto que va creándose poco a poco. Es como si tuviera autonomía propia, por la que el autor no es más que un medio por el que se va generando.
-No es habitual que un matador de toros se convierta de la noche a la mañana en novelista ¿De dónde le viene a usted la inspiración para llegar a convertirse en literato?
Bueno, ya en mi última etapa de matador de toros sentía una fuerte atracción por los textos. Entré entonces en la universidad -de la que no he salido todavía, y no sé si saldré alguna vez-, y luego tomaron forma mis deseos de escribir, que creo que padecía desde mucho antes de que me diera cuenta. No es un proceso de la noche a la mañana. Lo que pasa es que la vida de cada uno se presenta a los demás del modo en que se presenta, y desde tu perspectiva, por ejemplo, es natural que parezca el producto de un proceso veloz. Pero te aseguro que, antes de ponerme a escribir, me ocupé de estar seguro de que lo podía hacer. Para atreverme a hacerlo, he leído y estudiado durante años a unos cuantos de los mejores autores de la historia del pensamiento y de la literatura -si acaso no es lo mismo el pensamiento y la literatura-.
-Al principio de la novela, hace una referencia a Gabriel García Márquez, y, dentro de mi entender, me parece que en ocasiones se respira el estilo gabista en su escritura. ¿Se puede decir que se da tal influencia?
He leído mucho a Gabriel García Márquez. La alusión a él en las primeras líneas no es más que un guiño de reconocimiento. Pero es demasiado grande Gabriel García Márquez como para poder yo asumir y aceptar que se dé semejante influencia, y menos no habiendo hecho más que empezar. Que procuro aprender de él no tengo ningún inconveniente en reconocerlo, porque lo estudio, pero también intento aprender de otros muchos escritores. Ahora estoy estudiando el grado de Literatura y Lengua Españolas, por lo que analizo los detalles de todo autor que leo. El tiempo dirá, si me consolido como novelista, qué influencias ha tenido mi estilo. Ahora creo que es pronto y arriesgado hacer tales relaciones.
-En el proceso de escribir el relato, ¿qué emociones ha experimentado? ¿Cuánto de intensas lo han sido?
Es una novela muy sincera y muy natural. Quiero decir que las emociones no han sido coartadas en absoluto. Me he divertido mucho, me he reído mucho, y me he emocionado en no pocas ocasiones. También he sentido nostalgia, sobre todo al final de la novela.
-¿Cómo se presenta el mundo del toro en su novela?
Como te he comentado antes, el texto trata a la tauromaquia de un modo natural, que es como a mí me parece que hay que tratarla si se quiere que un texto de temática taurina rompa el cerrado círculo de la literatura taurina. Este texto no se ha catalogado en las librerías como taurino, sino como narrativa contemporánea de ficción. Sin embargo, se ambienta en un territorio taurino. La historia tiene una base real, y por esto es que el personaje principal es un matador de toros retirado. A través de él se muestra un modo de pensar y de ser muy reconocible en el orbe taurino. Aparecen pasajes típicamente taurinos entre otras peripecias. Pero, vuelvo a decir, creo que lo más importante en este sentido es ese discurso argumentativo por el que el animalista, y en especial el antitaurino queda desnudo, y por el cual se demuestra que es contradictorio el hecho de que un antitaurino afirme que ama a los animales. Una de las conclusiones de la tesis del texto es que el verdadero amor a los animales, y en especial a los toros, nace de los toreros, y que es imposible que el antitaurino ame a animal alguno -o por lo menos al toro-. Esto, decir que no pueden amar a los animales, puede resultar chocante, sobre todo a ellos, pero está perfectamente argumentado en el texto, y creo que ha salido bien.
-Los antitaurinos suelen insultar a los toreros con términos tales como asesino, y es un tema que usted saca a relucir en el relato. ¿Qué opinión tiene sobre estos insultos?
Los antitaurinos caen constantemente en contradicciones. Ellos nos llaman asesinos, pero muchos de ellos tienen un gato o un perro castrado en su casa. A mí me parece que tal práctica, la de la castración, es una aberración a la naturaleza del animal en cuestión. Son puntos de vista diferentes, pero hay una diferencia, y es que yo no me meto con ellos, pero ellos sí lo hacen con aquello que amo. Yo diría que su comportamiento es hipócrita y cínico, y se argumenta en la novela con una sencilla reflexión: al día siguiente de una supuesta abolición de la tauromaquia, partirían a los mataderos miles de camiones para que sean ejecutados todos esos animales que no tendrían ya razón de existir. Esto lo saben, y aun así siguen con sus pretensiones. Al ser conscientes de las consecuencias de lo que hacen, que no sería otra cosa que un exterminio, hay que hacerse una pregunta: si ellos llaman a los toreros asesinos, ¿qué habría que llamarles a ellos el día que consiguieran tal exterminio?
-Su portada es muy atrevida y controvertida. ¿Qué pretende con una imagen tan impactante?
La portada es una sátira. He escogido la imagen de Pablo Iglesias como símbolo del animalismo moderno y del antitaurinismo. Es una ironía, que va en consonancia con el espíritu del texto. Podemos presentó como propuesta para “recuperar la tierra” -según el apartado de su programa electoral para las elecciones europeas- la abolición de la tauromaquia. No habría actuación más dañina para el medio natural de España que una actuación semejante, y no solo por la matanza de toda una cabaña animal, sino por las consecuencias en el campo. Esa es la ironía. Presentamos como primera imagen lo que ellos se quieren arrogar, esto es, ser los salvadores de la naturaleza. Pues veamos si es así: si ellos son defensores de la naturaleza o su peor enemigo. Según un estudio de economía del año 2007 publicado en la Revista de Estudios Económicos, las dehesas españolas de ganado bravo equivalían por entonces a la extensión de la provincia de Álava. Es mucho terreno. Imaginémoslo sin ganado, abandonadas todas estas hectáreas.
-Me ha comentado usted mismo que le ha sorprendido que uno de los puntos en que más se está pidiendo la novela es en Barcelona. ¿Cree que las ventas de esta novela en Cataluña podrían suponer un modo de reivindicación de la fiesta por parte de los aficionados catalanes, como una especie de plebiscito?
Es indudable que en Cataluña hay excelentes aficionados a los toros. Eso lo sabe toda la gente del toro. Una prueba más de tal afición es esta. Ha sido salir al mercado una novela de ficción con temática taurina y aparecer peticiones desde las librerías de Cataluña. Personalmente, me satisfaría mucho que fuera uno de los puntos de mayor demanda del texto. Y sí, sería una señal de que la afición en Cataluña está tan viva como en cualquier otro punto de España, por mucho que los políticos de allí lo quieran extinguir. De momento es cierto que se está pidiendo en Barcelona. Ojalá siga así y, como digo, al final podamos decir que en Cataluña se ha vendido más que en cualquier otra parte.
-La presentación de la novela será el próximo día 10 de mayo, en plena feria de San isidro, teniendo como escenario la Sala Cossío de Las Ventas. ¿Cómo se entiende que la presentación sea para dicho día y el libro ya circule por todas las librerías de España?
Es una política de la editorial que a mí me parece muy acertada. Soy un escritor nuevo, al que no conoce nadie, de modo que, presentar el texto sin que hubiese antes un mínimo de runrún, era empezar de un modo muy difícil. Lo normal es que haya cuanto menos escepticismo ante la primera novela de cualquier escritor, y más si además es matador de toros, por lo inusual del caso. Sin embargo, con este mes de circulación que lleva, los lectores ya van aceptándome como escritor, y ese escepticismo se va aminorando. Han aparecido entrevistas en diversos medios de comunicación, artículos, empieza a funcionar el boca a boca, y parece que voy a llegar más autorizado a la presentación que si aún no se estuviera leyendo el texto.
-Una de las técnicas literarias que ha utilizado, y que a mí me ha sorprendido, es la mezcla de personajes reales con personajes de ficción ¿Cómo se le ocurre este recurso?
Yo no he hecho nada nuevo: todo está inventado. Eso lo hacen grandes autores, y yo lo he leído, obviamente. Otra cosa es que haya intensificado tal recurso, y que aparezcan muchos personajes reales, como Victorino Martín, Rubén Sanz, Daniel Menés o El Boni. Y eso sí tiene una razón concreta. La novela lo mezcla todo: la realidad y la ficción, la fantasía y el mundo cotidiano (es realismo mágico, no obstante), un yo de carne y hueso y un yo ensoñado, y personajes reales y personajes inventados. Es una consecuencia del propio espíritu del texto.
-Ahora que usted se ha adentrado en el mundo de la literatura, ¿cree que éste es más complicado, a nivel comercial, que la propia fiesta de los toros?
Es un mundo muy difícil. También el mundo del toro. No sé cuál es más complicado. Pero el mundo de la editorial es tan enrevesado que estoy convencido de que hay grandes escritores que no verán sus textos publicados jamás. Y al revés: hay escritores regulares que están funcionando. Yo no entiendo el mundo, francamente. Parece que la calidad y lo comercial están condenados a no entenderse de por vida en ningún sector. Yo me siento un privilegiado por poder ver mi texto publicado. Pero, te pongo un ejemplo: leí hace unos meses una novela maravillosa de un amigo mío, y no se sabe si alguna vez se publicará, y esto es injusto.
-Por sus palabras y su novela, no veo en usted eso que se dice de que los toreros que no han llegado a ser figuras viven con un poso de amargura. ¿Qué recuerdos tiene de su etapa como matador de toros?
En efecto, no tengo ninguna amargura. Eso no quiere decir que no lo eche de menos. Pero yo solo tengo buenos recuerdos de mi época de matador de toros. Viví cosas muy hermosas, y gocé de sentimientos muy intensos delante de los toros. Lo echo de menos, como cualquier torero que haya amado de verdad su profesión -que son casi todos-. Sigo manteniendo buenas amistades, porque conocí a personas extraordinarias del mundo del toro. Y siempre me sentiré torero, aunque ahora sea también escritor.
-Con su paso de los ruedos a las librerías, ¿los aficionados a los toros hemos ganado o hemos perdido?
Los aficionados a los toros a los que gustaba mi forma de torear perdieron a un torero; y los aficionados a la literatura a los que guste mi forma de escribir habrán ganado a un escritor. Es así de sencillo.
-Por cierto, de no haber sido usted matador de toros ¿cree que escribiría de igual modo?
Francamente, estoy convencido de que no. Pero tampoco sería mi estilo el que es si no hubiera estudiado filosofía, si no hubiera leído a quienes he leído o si no hubiera hecho alguna cosa de las que he hecho, por peregrinas que puedan parecer. Uno no es más que un producto de su propia historia, simplemente.
-Conversamos en torno a su primera obra y me consta, ya está usted inmerso en su segunda novela. ¿Tanta creatividad tenía usted escondida?
Bueno, yo me estoy divirtiendo. Ahora sale esto y otra vez saldrá otra cosa. Sí quiero escribir, y tengo más proyectos en la cabeza. Pero mi futuro como escritor lo establecerán los lectores; que me acepten o no.
-Rodolfo Núñez, que su novela sea un éxito, lo que en verdad le deseamos desde nuestras páginas. Ha sido un auténtico placer para mi aquello de conversar con un hombre que supo jugarse la vida con gallardía y que ahora pretende emocionarnos desde el fondo de su alma mediante sus letras. Seguro que lo consigue.