jueves, 23 de abril de 2015

SEVILLA: JUAN PEDRO, AL MATADERO HASTA LOS CABALLOS DE PICAR, MENOS LOS PADRES DE FLECHILLO. / UTAA ABONADOS



TOROS DE JUAN PEDRO-PARLADÉ PARA ENRIQUE PONCE, SEBASTIÁN CASTELLA Y JOSÉ GARRIDO (ALTERNATIVA)

JUAN PEDRO, AL MATADERO HASTA LOS CABALLOS DE PICAR, MENOS LOS PADRES DE FLECHILLO.

  • La corrida de esta tarde responde en casi todo al guón preestablecido cuando se anuncias “juanpedros”.

REMITIDO DE UTAA / ABONADOS DE SEVILLA
SEVILLA. 22 DE ABRIL DE 2015. Esta ganadería es un desastre de toros descastados y sin fuerzas, todo ello con la anuencia de la empresa, de los toreros y consentido por la presidenta Anabel Moreno, doctora en tauromaquía por el callejón-cátedra de Olivenza y en este caso por el veterinario asesor Francisco Sanz Daza. Ninguno se ocupa de defender la fiesta y al cliente aficionado sino en tapar y amparar los defectos de una casta taurina que se está cargando este invento.

El primer toro, completamente inútil para su lidia, fue devuelto por el público, que necesitó armar un escándalo para que muy a su pesar la presidenta admitiera devolver el toro. El resto de los astados flojos hasta la exasperación de no permitir un ápice de emoción, transmisión y en definitiva bravura para ofrecer espectáculo. 

Excepto el segundo de la tarde, más hecho y armónico, el resto fueron toros-sardinas completamente anovillados.

Juan Pedro como cualquier escribiente echa un borrón y mira por donde saltó al ruedo el sexto, de nombre Flechillo. Toro bajo, hecho, que quería pelea en varas derribando en el primer puyazo y siendo simulado el segundo. Se crece y cuando ve una tela se lanza. Desborda a su matador con una embestida repetidora y encastada. Garrido se confunde y no puede ahormarlo a base de cercanías. El toro se comía al torero, que bastante hacía con estar delante.

El primer toro de Garrida, al igual que los demás era descastado, flojo y aburrido, y también los cuatro restantes, excepto el sexto, así que el largo y tedioso festejo transcurre entre bostezo y bostezo sin que nadie lo remedie.

Reseña aparte una vez para la banda música, empeñada en amenizar vulgaridades taurinas, pero esta vez tuvo que recular ante las protestas del respetable que no consentía música ante la faena del anodino Castella.

Ponce pasó por Sevilla. Con eso queda dicho todo.

Chacón clavó bien en banderillas

Juan Pedro, todo al matadero menos el semental y la vaca madre de Flechillo.


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