NUEVO DÍA
El sol joven y fuerte
ha vencido a Molina
que se aleja del Puente,
de Betis y de Chapina
La luz luce en tinieblas
por calles de Triana
el aire ya huele a duelo
el pueblo llora en silencio
se ha "marchao" de madrugada
Al amanecer
al amanecer
con un duro golpe
yo me desperté
La noche llegó
la noche llegó
y su voz flamenca
por siempre calló
Y en la montaña
se oye un eco de "gemío"
le lloran "tos" los gitanos
!! Es Molina, que se ha "ío" !!
Porque se ha "escondío" el sol
se quedan mudos de pronto
poemas y la canción
Saca la red
hermano, saca la red
que está cruzando su Rio
no lo vayas a coger
Ayer, cuando amaneció
volaba la mariposa
y con su lirio lloró
Que sí, que sí
que no, que no
Triana a ti te quiere
como te quiero yo
Que sí, que sí, que...
Manuel Herrero Presa, tu amigo
Piiiiiiiinnnnnnn
Manuel Molina en el recuerdo.
ResponderEliminarManuel Molina era trianero de adopción, pues había nacido en Ceuta, hijo del guitarrista algecireño El Encajero. Su familia se trasladó muy pronto a Triana. Allí empezó a tocar la guitarra y a componer sus primeras letras, bulerías cortas pero llenas de encanto. Poco después, conoció a Lole Montoya, hija de 'La Negra', perteneciente a una saga gitana de flamencos, con la que se casó en 1975. Enseguida hicieron pareja artística y lanzaron el primer y revolucionario disco del dúo, “Nuevo día”, con influencias de la música hippie del momento y reminiscencias árabes, como en buena parte de su obra posterior. Está considerado uno de los precursores del nuevo flamenco, junto con Camarón de la Isla.
Antes de conocer a Lole, con sólo doce años, Molina había montado con Chiquetete y El Rubio el trío Los Gitanillos del Tardón, en referencia al barrio trianero donde vivió de joven. Luego formó parte del grupo de rock Smash, al que aportaba el sabor flamenco tan característico de la banda.
Después de aquel primer trabajo, Lole y Manuel firmarían otros discos como 'Pasaje del agua' (1976), 'Lole y Manuel' (1977), 'Al alba con alegría' (1980), acompañados por Imán, Califato Independiente, 'Casta' (1984), 'Lole y Manuel cantan a Manuel de Falla' (1992), 'Alba Molina' (1994), dedicado a su hija Alba, y 'Una voz y una guitarra', el directo grabado en 1995 en el Teatro Monumental de Madrid.
Manuel Molina no necesitó una garganta privilegiada ni un gran sentido del rigor flamenco para pasar a la historia. Fue un innovador. Le bastaron unas cuantas bulerías llenas de gracia y su habilidad para interpretar el espíritu del tiempo en el que le tocó ser joven: "Mira si soy trianero, que estando en la calle Sierpes me siento como en el extranjero", cantó. Como Paco de Lucía, abrió las puertas del flamenco a un público que, hasta ese momento, no se había interesado por el género.
“…Voy soñando con tus besos
por el callejón del Agua.
no despertarme del sueño
campanas de la Giralda…
El río Guadalquivir
se quejo una mañana
me tengo que decidir
entre Sevilla y Triana
y yo no sé cómo elegir.
Ay quien pudiera
fundir en un perfume
menta y canela.
Las caricias soñadas
son las mejores
amantes.
Cuando existen distancias
se olvidan antes.
Río de mi Sevilla
no te entretengas
Río de mi Sevilla
no te entretengas
que te espero en Sanlúcar.
A la mar inmensa
con que desgana
dejaras las orillas de tu Triana.
Descanse en paz.
Diego Barceló