El predicador de Deadwood
"...Los de la Asociación de la Prensa lo tienen a huevo: cuentan con el talento enciclopédico de los Tertulianos. No dejen pasar la ocasión de usarlos para que ellos compongan la mejor corrida de toros y toreros que verán los siglos. Sólo ellos pueden hacerlo..."
La de la Prensa. Los toros, como los medios: descaste, blandura y bobaliconería
Corrida de la Prensa, o más bien Tradicional Corrida de la Prensa, metida entre medias de San Isidro a ver si así, y ni por ésas. ¿Quién habrá organizado la corrida de la Prensa por parte de la Prensa? ¿Los revistosos? ¿Sus directores? ¿Los becarios antitaurinos y Disney, que pueblan las redacciones? ¿Los de las escuelas de negocios que se enseñorean de la vieja prensa? Tratándose de la propia Prensa no es extraño que las cosas se muevan en un magma de opacidad y yo creo que ni con la ayuda de los de PR Noticias sepamos nunca quién organizó la corrida de marras. Y mira que lo tenían fácil. Existiendo ese selecto número de periodistas de alta gama aglutinados bajo el denominador común de la tertulia, teniendo ahí al lado las preclaras mentes de los Tertulianos, que saltan de la más intrincada explicación de arcanos macroeconómicos a la geología o la tectónica de placas, del profundo análisis de las encuestas más dispares a la explicación de los más íntimos pensamientos políticos del presidente del Gobierno o de su ovejina terrera o dan las claves para la comprensión de la secuenciación del ADN, uno no se explica por qué razón no han recurrido a su omnisciente sabiduría para diseñar esta corrida en la que va implícito el prestigio de la Prensa.
No cabe duda, pues, de que la óptima elección habría sido la de nombrar un equipo de Tertulianos, consensuados con los partidos políticos como suelen, que se dedicasen a poner “negro sobre blanco” en su expresión común los merecimientos de tal o cual ganadería, o de tal o cual espada, sabiendo que en su conocimiento del toro desde las castas fundacionales, los Jijones de Villarrubia, los Navarros, los castellanos del Raso, los frailunos de Jerez, así como de la historia del toreo en su integridad, desde el hombre de la cueva de Vilars hasta el Curri de Camas pasando por Jerónimo José Cándido o Vicente Hong se encontrarían los más fecundos argumentos como para seleccionar los toros y los toreros más acordes a la celebración de la fiesta en honor a ese faro de la libertad que es la Prensa, desinteresada institución, garante de todo lo garantizable.
Como no llamaron a la Tertulianería Andante, mucho me temo que dejaron en manos de los Choperón father & Son et alt. la confección del cartel y ellos, mercaderes de productos averiados, colocaron a la inerme Prensa una corrida de saldo que tuvo el efecto de provocar la huida masiva de los abonados de la Plaza, sano ejercicio que hizo posible que los tendidos, las gradas y las andanadas se poblasen de un público festivo y de un delicioso ambiente pueblerino; en cierto modo, diríamos, la Plaza se llenó del público que adquiere el periódico porque dan unos cupones con los que se puede llegar a obtener una plancha o unas modernas gafas de sol rellenando una cartilla.
Los que eligieron la corrida decidieron que, por la hora, lo mejor era poner en el papel de toro a los Jandilla que riman con merendilla, y hasta en eso se les torció la cosa, porque a los anunciados hubo que remendarlos con dos de Vegahermosa, que son lo mismo de Jandilla y de merendilla que los otros, con la salvedad de que estos van herrados a fuego en el anca con la letra T de tonto, para que en lo referente a ellos no haya duda de ningún tipo. Bueno, pues los de la te y los del viejo y profanado hierro de la estrella, el que llevaron los puros saltillos de las señoritas doña Enriqueta y doña Serafina Moreno de la Cova, tuvieron el honor de ostentar la representación del ganado de lidia en la tarde de la Prensa. La representación del toreo estuvo a cargo de los matadores Miguel Abellán, David Fandila “El Fandi” y Manuel Escribano.
Al salir al ruedo el primero ya nos cantó el cariz que tomaba la tarde que, como quien mira el periódico de ayer, nos ofreció las tres gracias del juampedrismo -y estos lo son en grado sumo-: el descaste, la blandura y la bobaliconería. El memo de Entusiasta, número 14, nos recordó al viejo YA en su época terminal y sólo hubiese faltado ver en el ruedo de peones de brega a Guillermo Medina (azul marino y plata),Fernando Ónega (grana y plata) y Ramón Pi (turquesa y azabache) acompañando a Abellán para que la cosa hubiese sido histórica. Lo mismo que aquel viejo diario de la Asociación Católica de Propagandistas perdió el favor de los públicos, así Abellán consiguió que hasta los más acríticos de entre los que se sentaban esta tarde en Las Ventas no hiciesen ni caso a su labor marcada de manera fatal por el ventajismo más ruin, el retorcimiento más doloroso y la vulgaridad más atronadora.
El segundo, un castañito que daba asco verle, atendía por Guiñador, número 25. El bicho no tenía precio como mascota. En cuanto a fuerzas digamos que tenía las justas como para pestañear y para sacar la lengua. Lo demás ya era todo un mundo para él. A este no se le puede decir bajo ningún concepto que proviniese de la Prensa del Movimiento, porque el bicho estaba más interesado en la quietud, que es lo que demandaba su palmaria falta de fuelle. Uno se imagina que con un bicho de tales características el torero debería hallarse en el ruedo bien a gusto, sin sobresaltos, sin grandes exclusivas diríamos, como quien lee esa deliciosa prensa de provincias de esquelas con fotografía, elDiario Montañés, por ejemplo. Fandila lo mandó a la sección de necrológicas de una buena estocada.
El tercero, en un registro similar a los anteriores, Feriante, número 98, era uno de aquellos diarios gratuitos, el extinto Metro, ese diario que te ofrecen y que nunca coges, diario de envolver bocadillos en el que nada es interesante. Feriante colocó sus embestiditas de agencia y sus pies de foto de hasta aquí hemos llegado frente a Escribano, que volvió a mostrar su cara más anodina. Escribano (y mañana veremos qué pasa con Urdiales, ese riojano tranquilo al que de pronto le han salido un montón de novios en la Prensa) necesita toro y con estas cuatro hojas que reparten en las esquinas en las que hasta los anuncios parecen de pega, no va a parte alguna ni convence a nadie. En lo de las banderillas digamos que si no confía en sus fuerzas o en su conocimiento, que no las ponga, pero eso de poner a un peón apostado tras la barrera con el capote preparado, como Walter Cronkite cuando se metía entre los cañaverales de Viet-Nam, no es de recibo.
El cuarto si a algo se parecía era al Diario Global en Español, El País.Gestor llevaba el número 76, que es el año de la fundación del diario cuando era Diario Independiente de la Mañana, y lo mismo que ese diario ha ido convenciendo a lo largo de los años a tantos compatriotas de tantas cosas, Gestor llegó a convencer a algunos de que era un buen toro, sólo porque se movió de acá para allá y no trastabilló. Como toro, como bos taurus, era otra birria, como quien dice un texto de Elvira Lindo, pero a los que creen que el toreo consiste en un boyancón yendo y viniendo, como a los que creen que puede ser el adalid de la democracia el jefe de informativos de TVE con Franco, les encantaría la denodada entrega del animalito a la persecución del trapo que le presentaba Abellán de manera similar a la que se describió más arriba.
En quinto lugar y para su muerte a estoque por Fandila salió Ojeador, número 94. Ojeador era como uno de esos columnistas que se mantienen en los periódicos por amistad al editor o porque su despido es extremadamente caro. O de esos a los que contratan como si fuesenCamba y luego son profesionales de pasar la mano por el lomo, que lo mismo le pintan la casa al editor, que componen un himno, que son capaces de decir una cosa y su contraria si conviene. En ese registroOjeador engañó a Fandila, haciéndole pensar que tenía una exclusiva de campanillas, brindó al público el torero relamiéndose de la entrevista que le iba a hacer a Ojeador y el bicho se le paró, se cerró en banda y no le pudo sacar ni medio titular, tan sólo una montera tirada en la arena y boca abajo, con la suerte que dicen que eso trae.
Y en sexto lugar apareció, como si dijésemos, lo que alguien con pleno acierto definió como una “llama andina”. Un mostrenco y destartalado cinqueño jabonero que atendía por Abate, número 74, feo de cuerpo, de cuerna y de alma, viva añoranza en Madrid del altiplano. Con este toro, Escribano se dedicó a la autocita, a ver cómo se justificaba, y es verdad que estuvo menos vulgar que en su primero, aunque no fuese capaz de medio ponerse donde se torea. Faena de aliño, como cuando Ansónglosa a una de esas artistas del Teatro, que en algún breve momento parece que apuntó a lo bueno en un conjunto que no llega al aprobado.
Los de la Asociación de la Prensa lo tienen a huevo: cuentan con el talento enciclopédico de los Tertulianos. No dejen pasar la ocasión de usarlos para que ellos compongan la mejor corrida de toros y toreros que verán los siglos. Sólo ellos pueden hacerlo.
De aquellas corridas de la Prensa, a estas de ahora hay la misma diferencia que existe en la propia Prensa. Muchas veces la Prensa es “presa” de si misma, no se puede hablar de todo o hay que hacerlo al dictado de los “dictadores”.
ResponderEliminarSi la campaña electoral durara algunos días más, Esperanza Aguirre podría estar en condiciones de merendarse a Ciudadanos en Madrid. En tan solo una semana de campaña, la candidata del PP a la Alcaldía de la capital araña cada día un puñadito de votos al partido de Albert Rivera. Los sondeos internos del Partido Popular así lo reflejan y la esperanza se ha instalado en el equipo de la candidata y en el cuartel general de los populares, que son conscientes de que el resultado en Madrid es clave para proyectarse en el resto de España con la vista puesta en las generales de noviembre.
Aguirre ha irrumpido en campaña con una estrategia basada en gestos mediáticos (el paseo en barca por el Retiro, la miniruta ciclista con Rajoy, las apariciones estelares en televisión) apuntaladas por su verbo suelto, sin complejos y con el desparpajo habitual que encandila a los suyos, y ahora parece que también a los indecisos peperos.
A la candidata popular no le han faltado recursos para sacar cabeza, ante lo que entendía como un cordón sanitario de los medios nacionales, según comentaban en su entorno. Ha concedido entrevistas a medios de comunicación ingleses para intentar un efecto rebote en la prensa española y todavía puede sacar algún conejo de la chistera para sorprender a los votantes.
No quiero pensar qué podría pasar si Esperanza se acercara a la mayoría absoluta en Madrid o incluso la consigue. La resurrección de la lideresa nos puede dar días de gloria.
No puedo estar más de acuerdo con este artículo de Paloma Cervilla. Y en total acuerdo con algunos comentarios como por ejemplo: “Si la campaña electoral durara algunos días más, Esperanza Aguirre podría estar en condiciones de merendarse a Ciudadanos en Madrid. En tan solo una semana de campaña, la candidata del PP a la Alcaldía de la capital araña cada día un puñadito de votos al partido de Albert Rivera. Los sondeos internos del Partido Popular así lo reflejan y la esperanza se ha instalado en el equipo de la candidata y en el cuartel general de los populares, que son conscientes de que el resultado en Madrid es clave para proyectarse en el resto de España con la vista puesta en las generales de noviembre”.
Diego Barceló
Esperanza Aguirre ganó 369.000 euros al año como cazatalentos durante su etapa en la empresa privada, según su declaración de la renta publicada por el diario digital “Infolibre”. Aguirre se había negado hasta ahora a publicar sus ingresos, y se ha mostrado absolutamente indignada por la filtración, que ha denunciado ante la Fiscalía. Sin embargo, llegó a sugerir que le parecía mucho el sueldo de su rival, Antonio Miguel Carmona, de 140.000 euros al año.
ResponderEliminar"Por una cuestión de transparencia, la declaración de la renta debe ser absolutamente confidencial". En Moncloa y Hacienda ya saben de su enfado.
Aunque no mostró tantos reparos si se trata de hurgar en la declaración de la renta de otros. Lo hizo con la de Monedero, y más recientemente con la de Carmona. La declaración de Aguirre en 2013 desvela que ingresó 369.000 euros por cazar talentos, 8.000 euros por su trabajo como funcionaria en el Ministerio de Turismo, y 5.000 euros obtenidos en juegos de azar, que, asegura, llegaron gracias a un artículo taurino publicado en ABC y que el objetivo diario premió.
Aguirre siempre ha negado la necesidad de publicar su renta. Ella cree que basta con publicar la diferencia entre lo que se posee al inicio y al final de la carrera política. Algo difícil de comparar en su caso, tras 32 años en política e infinidad de cargos. En la declaración de Aguirre de 2013 no figura ningún tipo de ingreso de dinero público, más allá de su nómina en el Ministerio.
Justo después de haber presentado una denuncia ante la Fiscalía por la filtración de datos privados, Aguirre se ha despachado a gusto con los medios de comunicación contra el Gran Wyoming, su gran obsesión. “¿Por qué no presenta su declaración Wyoming? Que la presente, que es él quien habla de mí, y tiene no sé cuántas propiedades”.
¿Pero Doña Esperanza, el Gran Wyoming se presenta para la alcaldía de Madrid?.
Paradójicamente ha sido un diario digital quien ha destapado su nómina y no el presentador de la Sexta. Cuando este mismo digital destapó el escándalo de la actividad lobbista de su marido para empresas que trabajan con la Comunidad de Madrid reaccionó de la misma manera. Preguntada por Gonzo al respecto, cargó contra la Sexta a la que instó a seguir buscando porque no encontrarían nada de ella. De esa manera eludió contestar a lo que sí había encontrado Infolibre y que ella pretendió obviar.
“Al que le pique, que se rasque”. Así ha reaccionado la presidenta del PP de Madrid y candidata a la alcaldía después de que InfoLibre revelase que en 2013 había recibido 369.000 euros de ingresos por su trabajo como cazatalentos. Todo ello después de que Esperanza Aguirre se hubiera negado reiteradamente a hacer pública su declaración de bienes frente a los candidatos del PSOE, Miguel Antonio Carmona y Ángel Gabilondo, que sí han hecho públicos sus datos de patrimonio e ingresos.
Cuando los periodistas le han reprochado que Carmona sí a echo públicos sus ingresos, ella ha encolerizado. “!Netos, netos! Que diga lo que gana neto”.
Cristina Almansa