domingo, 10 de mayo de 2015

"SAN ISIDRO": UN ENSABANAO DE FUENTE YMBRO / por Domingo Delgado de la Cámara / Fotos de Andrew Moore



FOTOGRAFÍAS DE ANDREW MOORE


"...No ha tardado en salir el primer premio gordo de la feria. Este “Agitador” confirma, que pese a las inevitables desigualdades, Fuente Ymbro es una de las ganaderías más importantes de la Tauromaquia actual..."



UN ENSABANAO DE FUENTE YMBRO

Domingo Delgado de la Cámara
Ayer se lidió un toro de bandera. Se llamaba “Agitador”, era ensabanao de capa y pertenecía a la ganadería de Fuente Ymbro. En dos ocasiones, se arrancó muy alegre y muy de lejos al caballo. Y fue una lástima que se cambiara el tercio de manera precipitada, frustrando el tercer puyazo. Con esta precipitación se impidió el lucimiento de tan bravo toro y el disfrute del público. El toro llegó a la muleta con una clase extraordinaria, sobre todo por el pitón derecho. Embestía humillado, largo y con temple. “Agitador” mereció la vuelta al ruedo.

Estos toros tan bravos y que embisten tan bien, en realidad son un arma de doble filo. O consagran o hunden, sin términos medios. Es una auténtica desgracia que se te vaya sin torear un toro así en Madrid. Y eso es lo que sucedió ayer. “Agitador” le cayó en suerte (o en desgracia) a Paco Ureña. Este torero nos gustó hace dos veranos por su firmeza y su toreo largo. Pero ayer, sucedió lo que tantas veces ha sucedido a lo largo de la historia. Resulta que, el día clave, el torero falla. Aquí está el toro soñado para ser figura y cumplir los sueños de toda una vida. Y llegan los nervios y el vértigo, el miedo a que los sueños se cumplan. Resumiendo, el toro se va sin torear. Además de torear bien, para ser figura del toreo, hay que tener una serenidad y una fuerza interior, que muy pocos poseen ¡por eso es tan difícil ser figura! 

Por otro lado, no es lo mismo mostrarse animoso y dispuesto con el toro parado, que con el toro que embiste. El toro que embiste y repite, asusta, y el toro que se para, no. La faena de Ureña fue de menos, a mucho menos. Las series eran cortas, rápidas y quitando constantemente la muleta de la cara del toro. La calidad del toro exigía series largas, templadas y dejando la muleta en la cara. Un bajonazo acabó de estropear la faena. Con este “Agitador”, Paco Ureña podía haberse consagrado, tal y como se consagró Antoñete con aquél otro ensabanao llamado “Atrevido”. Pero claro, Ureña no es Antoñete…El quinto tuvo voluntad pero poca fuerza, Ureña se aplicó a un encimismo totalmente inadecuado, teniendo en cuenta las condiciones del toro. Se requería más sitio y más temple, algo muy difícil para quien no tiene esa sutileza en las yemas de los dedos. Ureña tiene una próxima oportunidad el próximo martes. Algo tiene que hacer, para borrar el resbalón de esta tarde y que no le pese como una losa.

Está claro que César Jiménez ya está fuera de esto. Tiene su mente puesta en el apoderamiento y el mundo empresarial. El cuarto fue una birria que apenas se movió. Pero con el primero se podía haber estado mucho mejor. Fue un toro mansito y huído, pero ingenuo y que metía la cara sin problemas. La faena no tuvo la más mínima estructura ni enjundia. Prueba de que Jiménez ya está fuera de esto, fue el espadazo ignominioso que recetó al cuarto, propio de becerrada de solteros y casados.

No veíamos al Payo en Madrid desde su muy desgraciada tarde en 2011 con los toros de Torretrella. Ha mejorado mucho con respecto a aquél día. Está más afilado físicamente y torea con más gusto. Ayer estuvo torero con la capichuela y en la faena a su primero, hubo pases buenos y momentos de interés. Sin embargo, no redondeó nada, y por eso no hubo triunfo. El tercero, huidizo y mansurrón, metía la cara con clase, sobre todo con el pitón izquierdo. El Payo dio una buena serie con la zurda, pero se empeñó en basar su faena en la diestra. Tampoco retuvo al toro en un terreno concreto. Mató mal, además. El sexto tuvo mucha clase, pero se vino abajo desde los primeros compases de la faena. En este toro, El Payo estuvo muy encimista y machacón en una faena larguísima sin la menor emoción.

Estoy harto del excesivo metraje de las faenas de muleta actuales. Cuando el toro ya no embiste hay que matar y no empecinarse en continuar una faena por fuerza deslucida. Este empeño en dar mil pases hace interminables las corridas actuales. Nunca han sido tan pesados los toreros como ahora. Y lo más gracioso, cuando sale un toro encastado y exigente, entonces dan tres y el de pecho. Y a la quinta serie, rápido a por la espada por el ahogo. Ahogo del torero, que no del toro.

No ha tardado en salir el primer premio gordo de la feria. Este “Agitador” confirma, que pese a las inevitables desigualdades, Fuente Ymbro es una de las ganaderías más importantes de la Tauromaquia actual.












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