"EL TONTO NO DESCASA": El golpista Artur Mas.

Así lo califica el principal periódico económico de Alemania

"Golpista que quiere romper con la Constitución española (...). Pero tanto a él como a sus amigos secesionistas se les está acabando el oxígeno a nivel político."

El golpista Artur Mas

PERE SERRAT
El diario Handelsblatt es el principal periódico económico de Alemania. Perteneciente al grupo Holtzbrinck, su primer número apareció el 16 de mayo de 1946; justo terminada la II Guerra Mundial. Desde 1999 colabora y comparte contenidos con la editorial Dow Jones, propietaria de The Wall Street Journal y de la revista semanal Barron’s.

Lo que aparece escrito o mostrado como dato o estadística en sus páginas alcanza valor de referencia mundial, a la vez que cualquier opinión sobre la marcha de los mercados, la tendencia en el consumo y otras observaciones geoestratégicas son consideradas muy próximas a la excelencia periodística. Para entendernos, lo que pontifican las agencias de rating (Standard& Poors, Moody’s o Fitch…), haciendo que las economías se estabilicen o desestabilicen suele haber sido cocinado previamente en las salas de redacción de dichos periódicos o revistas.

Pues bien, dicho medio de comunicació alemán ha dado la estocada definitiva a Artur Mas, presidente de la Generalidad de Cataluña, al tildar al iluminado sucesor de Jordi Pujol de “¡golpista! (...) que quiere romper con la Constitución española, sin querer escuchar al rey Felipe VI que le ha advertido de que dé marcha atrás”. De forma que “tanto a él como a sus amigos secesionistas se les está acabando el oxígeno a nivel político”, de la misma manera que se da por sentado que “el suflé separatista ha pinchado”. En fin, lo mismo que percibe el 75% de la población catalano-española de Cataluña: el catalanismo protonacionalista que inició Jordi Pujol y su banda, mutado a secesionismo insurrecto y delictivo por incumplimiento sistemático de leyes, ha hundido el prestigio de Cataluña ante el resto de España, de la Unión Europea y del resto del mundo civilizado. Al tiempo que la ha arruinado, ha soliviantado y enfrentado a la ciudadanía hasta extremos drámaticos que pueden acarrear situaciones límite muy peligrosas.

De ahí que sea objeto de mofa comprobar que por las tierras de la Cataluña profunda circula un siniestro autocar-madrasa, ¡con matrícula alemana!, pintado de negro, con una gran bandera estrellada y con las ventanas tapadas, que los jerarcas del adoctrinamiento usan cómo aula propagandística.