martes, 11 de agosto de 2015

Huesca: Lamentamos profundamente la muy grave cornada a Francisco Rivera Ordóñez./ por J. A. del Moral




Ni un solo torero está libre de morir en la plaza víctima de una cornada o de un accidente mientras dura la lidia. Gracias a Dios, la que ayer padeció Francisco Rivera Ordóñez durante la brega de recibo al cuarto toro de la tarde en Huesca, quedó en muy grave aunque todavía sin poder precisar más hasta donde podría llegar según vayan evolucionando las heridas.


Lamentamos profundamente la muy grave cornada que Francisco Rivera Ordóñez ha sufrido en Huesca

  • Una cornada que, inevitablemente, recuerda la mortal que acabó con la vida de su padre. Una cornada que vuelve a prestigiar la dificilísima profesión que ahora muchos tratan de desacreditar. deseamos a Francisco un pronto restablecimiento.

Las impresiones de los médicos y el parte facultativo son tremendos:

“Es una herida terrible por lo que le ha hecho y lo que aún le puede hacer. Tengo un disgusto horrible porque todos nos hemos dado cuenta cuando le hemos abierto la barriga de que el toro le ha podido matar en el ruedo”. Así de crudas, sinceras y realistas son las palabras del doctor Enrique Crespo, cirujano jefe de la plaza de toros de Huesca, que ha atendido a APLAUSOS instantes después de salvar la vida a Francisco Rivera “Paquirri” en la enfermería del coso oscense.

“La cornada va de una fosa iliaca a otra. En la fosa derecha le ha metido el cuerno hacia la cavidad abdominal y lo primero que ha hecho el pitón es disecarle la arteria iliaca en 3 cm. Si en vez de disecarla y contundirla la desgarra, la situación podía haber sido trágica. Pero es que, además, el cuerno le ha levantado todo el colon ascendente, también el ciego, y le llega hasta la columna, donde tenemos pegada la aorta, que la ha pelado en 5 cm. Y lo mismo: si le llega a desgarrar la aorta, se nos muere”, subraya el galeno.

“La cornada es gravísima, pero dentro de eso la suerte es que está vivo. Temo que se infecte la herida o que se puedan formar trombos, porque aunque es un hombre joven y tiene las arterias sanas, en las primeras 24 horas pueden aparecer complicaciones muy serias”, insiste el doctor, que adelanta: “Lo lógico es que esta noche le hagan un escáner y ecografías en el hospital y dependiendo del resultado que arrojen veremos si le operan de nuevo o no. Cuando le hemos cerrado la barriga no había contenido fecal ni intestinal, pero deberán hacerle esas pruebas para descartar lesiones que se nos hayan podido escapar. El torero se ha marchado en la UVI estable, e incluso se ha despertado y ha hablado con su mujer, pero soy cauto y en este caso más que nunca”.

El doctor Crespo, además, quiere poner en valor la actuación de todo su equipo: “Sin ellos, sin los anestesistas, intensivistas, ATS’s de la Cruz Roja… sin ellos no habría podido operar a Paquirri. Sin mi equipo no soy nada. La actuación de todos ha sido crucial”.

PARTE MÉDICO DE PAQUIRRI.- 
“Herida por asta de toro en la región suprapúbica y fosa ilíaca derecha con dos trayectorias: una de 25 centímetros hacia la cadera izquierda, con desgarro de la musculatura de la pared abdominal, y otra de unos 40 centímetros que a través del oblicuo mayor y del transverso del abdomen penetra en cavidad adominal, contundiendo inicialmente la arteria iliaca. La herida, además, diseca colon ascendente y ciego para llegar a espacio retroperitoneal, desgarrando músculo psoas y disecando la aorta en unos 5 centímetros y llegando al cuerpo vertebral L3. Pronóstico muy grave”.

Una cornada que, inevitablemente, recuerda la mortal que acabó con la vida de su padre. Una cornada que vuelve a prestigiar la dificilísima profesión que ahora muchos tratan de desacreditar. deseamos a Francisco un pronto restablecimiento.


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