lunes, 10 de agosto de 2015

Madrid: Plenitud de Iván Vicente, roza la puerta grande en Las Ventas / Por Íñigo Crespo




GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JULIÁN LÓPEZ

El torero madrileño corta una oreja y da una vuelta al ruedo en dos faenas de mucha torería, clasicismo y convencimiento

Plenitud de Iván Vicente, roza la puerta grande en Las Ventas
  • Rubén Pinar pudo tocar pelo en su primero tras una actuación de mucha determinación, capacidad y facilidad.
Iván Vicente sorteó en primer lugar un toro bueno, de mucha clase y fijeza. Si bien le faltó transmisión, sí tuvo calidad en sus embestidas. Toda la emoción que no tuvo el de Gavira la puso Iván Vicente con su expresión en una faena elegante, bonita y con momentos muy bellos. Manejó bien la mano izquierda en una labor creativa y clásica en su fondo. Hubo torería en los remates, coronando su actuación de una buena estocada antes de pasar una oreja.

El primer remiendo de Carriquiri, serio por delante, fue un toro sin raza ni fondo y que se aplomó demasiado pronto. Convencido de sí mismo Iván Vicente, acabó convenciendo también a Las Ventas. Pisó los terrenos del toro con seguridad, exprimiendo lo poco que tenía el toro en muletazos de uno en uno muy templados y largos. Lo reconoció el respetable jaleando la labor del madrileño. Faena de mucho mimo. Dos pinchazos previos a la estocada le privaron de una oreja y la salida por la puerta grande.

El que hizo segundo fue otro buen toro, noble y repetidor, no regaló ninguna embestida. Rubén Pinar, en una labor de menos a más, anduvo con aparante facilidad. Tuvo el mérito y el atrevimiento de tirar del animal sobre la mano izquierda, arrastrando la muleta con temple y por abajo. Otras dos tandas en redondo, ligadas en un palmo de terreno, firmaron un conjunto de gran entereza. Mató de una estocada desprendida, teniendo que utilizar el descabello en cuatro ocasiones y perdiendo la opción de tocar pelo. El quinto, también con el hierro de Carriquiri, fue un animal deslucido, que embistió sin clase y con la cara alta. Muy firme el torero manchego, lo exprimió en una faena de muchos muletazos y rematada de un espadazo.

David Galván hizo un esfuerzo con el noble pero desrazado tercero. Las veces que embistió lo hizo sin entrega y por dentro. El gaditano manejó al toro con firmeza y seguridad en la labor no especialmente brillante pero sí valiente. Se metió entre los pitones del toro antes de agarrar una estocada. El sexto, protestado, fue el toro más deslucido y desclasado del encierro. Galván trató de justificarse pero no tuvo ninguna opción de lucimiento.

Ficha del Festejo:
Madrid, domingo 9 de agosto de 2015. 
Toros de Gavira, de buenas hechuras los tres primeros, armónicos, vareado el sexto, de buen juego primero y segundo, aplaudidos en el arrastre; deslucido el sexto y Carriquiri (4º, noble pero sin celo y 5º, deslucido). 
Iván Vicente, oreja y vuelta al ruedo.
Rubén Pinar, vuelta al ruedo tras aviso y ovación con saludos. 
David Galván, ovación con saludos tras aviso y silencio tras aviso. Entrada: Un cuarto de plaza.


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