viernes, 16 de octubre de 2015

Del periodismo deportivo al patio de monipodio / por Juan Manuel Rodríguez




Del periodismo deportivo al patio de monipodio

Juan Manuel Rodríguez 
Libertad Digital
¿Cuándo se convirtió el periodismo deportivo en un patio de monipodio?... No tengo ni idea. Aunque, ahora que caigo, hecha así la pregunta pudiera llamar al equívoco dando la falsa sensación de que el periodismo deportivo se transformó a sí mismo en algo feo, cuando evidentemente no ha sido así. Empezaré de nuevo: ¿Cuándo convertimos nosotros, los periodistas, al periodismo deportivo en un patio de monipodio?... Ahora sí, ahora mejor, ahora la pregunta está bien realizada aunque la respuesta siga siendo para mí una incógnita: ni idea, no tengo ni idea. Anoche abrí El Primer Palo haciendo referencia a un artículo del editor del diario Sport, José María Casanovas, descalificando a Cristiano Ronaldo desde el punto de vista estrictamente personal: celoso, egoísta, protagonista, vanidoso... Y, en un momento determinado, Casanovas escribía esto: "Cuida su imagen hasta el extremo de parecer lo que algunos dicen que es". Yo esperaba que este premio Ondas, distinguido además con la Real Orden al Mérito Deportivo, concretase hoy lo que sugirió ayer, pero ¡quia!... Piratas y cotillas.

Libertad Digital adelantó el martes la noticia de la llamada de Rafa Benítez a Gareth Bale, información de la que directamente se apropiaron unos y que más tarde rebotaron otros citando equivocadamente a aquellos que se habían apropiado de la información. Quien perfeccionó el método hasta un límite insospechado fue, sin duda alguna, Jesús Álvarez, quien, en la tele de todos, se apropió de la noticia y no citó por supuesto ni a Libertad Digital, que fue el primer medio de comunicación en ofrecerla a sus lectores, ni siquiera a quienes habían sido citados erróneamente por otros (Ser y El Mundo mayoritariamente). No contentos con eso, anoche, en Onda Cero, el conductor del programa deportivo nocturno trató en vano de arrancarle a Rafa Benítez un desmentido a la información, que iba haciéndose, según él, "una bola". La respuesta del entrenador del Real Madrid fue, poco más o menos, la siguiente: "Yo no te voy a decir lo que hablo con mis jugadores".

El martes por la tarde, como decía, Libertad Digital dio la información, repetida esa misma noche en El Primer Palo. Cómo haya podido convertirse dicha información, que se produjo tal y como nosotros contamos, en un enfrentamiento personal entre Cristiano y Bale, una rencilla entre dos cracks y una enemistad que acabará inevitablemente con uno de los dos fuera el Real Madrid en junio, es algo que también escapa a mi conocimiento, a lo que se ve escaso, acerca del complejo funcionamiento del mecanismo por el cual se rigen algunos colegas de profesión: ¿Necesidad de rellenar? ¿Vocación por fabular? ¿Interés por mentir? ¿Afán por desprestigiar?... No lo sé. Cristiano seguirá, claro. Y no me extrañaría nada que el club ya se estuviera movilizando para ampliar el contrato de Bale, que más pronto que tarde se deshará de un representante que no le pega ni con cola. Pero esa será otra historia. Otra historia... que contaremos nosotros.

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