"...De que andamos mal en lo taurino venezolano, ya no hay duda de ello y por culpa de todos. Su defensa a la fecha, ha sido de puro aspaviento, de momento, eufórica y chao. Se olvidan los ataques contra nuestra Fiesta Brava, se reacciona cuanto se siente la amenaza encima y remata lo fregados que estamos, la actitud de estos fuera de serie, elementos llenos de resentimientos políticos, personales, grupales, más destructivos que una bomba atómica..."
FUERA DE SERIE
Definitivamente en la Fiesta Brava Venezolana, en estos tiempos que le ha tocado confrontar y afrontar momentos, por demás difíciles, de permanentes ataques con aristas por todos lados, hay unos que se caen a pasiones sin tenerlas, anteponen su resentimiento personal político de por medio, se las dan de redentores sin tener méritos para ello, están sin sitio y oficio, fuera de lugar, fuera de serie.
Estos personajes, que de paso el calificativo no les cuadra ni en el papel, han generado y causan grave daño a la Fiesta Brava venezolana, de la que han chupado de lo lindo en sus tiempos de gloria y aún lo hacen, con cara bien lavada pero con la maldad y tierra que les rodea, se creen más inmaculados que el redentor del mundo, ya deberían coger camino, echar tierra por delante, olvidarse de lo del toro, arte y cultura que irrespetan, mancillan, humillan, destruyen con su actitud, estos fuera de serie, culpables entre otros factores, de que estemos jodidos en la Fiesta de Los Toros.
De que andamos mal en lo taurino venezolano, ya no hay duda de ello y por culpa de todos. Su defensa a la fecha, ha sido de puro aspaviento, de momento, eufórica y chao. Se olvidan los ataques contra nuestra Fiesta Brava, se reacciona cuanto se siente la amenaza encima y remata lo fregados que estamos, la actitud de estos fuera de serie, elementos llenos de resentimientos políticos, personales, grupales, más destructivos que una bomba atómica.
A la par de panorama, están quienes tienen verdadera afición y pasión taurina, que se la juegan para defenderla, fortalecerla, mantenerla a flote, sin olvidar la penuria de nuestros toreros, víctimas de la intolerancia organizativa empresarial, algunos con suerte de estar en el exterior donde mal que bien torean, todo un esfuerzo minimizado por estos malhabidos, fuera de serie y de orden.
Son fuera de serie, arraigados dentro de nuestra Fiesta Brava Venezolana, por los que estamos como estamos, duele decirlo, escribirlo, duela a quien le duela y al que le caiga el guante que se lo plante, recoja sus vidrios, agarre camino sin retorno para otra parte y bórrelo.
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