1ª DE LIMA: Adame y Talavante a hombros

Plaza de toros de Acho. 

Primera de la Feria del Señor de los Milagros.

Toros de Zalduendo, anovillados y sin el trapío correspondiente a esta Plaza. De buen juego, en líneas generales;

Morante de la Puebla, palmas y oreja.

Alejandro Talavante, dos orejas y ovación.

Joselito Adame, silencio y dos orejas. 

PRESENTACIÓN EN LIMA DE TALAVANTE Y REAPARICIÓN DE JOSELITO ADAME EN TARDE DESTACADA DE MORANTE DE LA PUEBLA CON TOROS ESPAÑOLES DE ZALDUENDO

PEDRO LEÓN MARTÍNEZ Y LUIS MIGUEL LEÓN LUNA

A Los Toros

Tarde fría y gris la del primer día de Noviembre en la que se ha realizado la primera corrida de la Feria del Señor de los Milagros del presente año. Se han lidiado 6 toros españoles de la ganadería de Zalduendo, con divisa azul y rojo. Hubo un toro, el tercero, de buena presentación, tres de aceptable presencia y dos -cuarto y sexto-, anovillados y sin el trapío correspondiente a nuestra Plaza, por lo que se escucharon algunas protestas en contra de la empresa, aunque creemos que el responsable es la autoridad que lo permite. A las tres y treinta se inició el paseíllo encabezado por Morante de la Puebla, de verde y oro, Alejandro Talavante con un precioso traje azul marino y oro, y Joselito Adame, de caña y oro. A diferencia de lo tradicional, no se observó el minuto de silencio en recuerdo de los taurinos que fallecieron desde la Feria anterior.

Morante de la Puebla ha dejado satisfecho al público de Lima. En su primero realizó una faena correcta y adecuada a las condiciones del toro, tanto con el capote como con la muleta. A nuestro entender faltó un puyazo a este toro, pues llegó muy entero a la muleta y eso incomodó al de Puebla del Río. Mata bien y recibe tibias palmas por su labor. El cuarto era un toro muy joven y además su embestida era incómoda pues se revolvía muy rápido con lo cual incomodaba al matador; no obstante realizó una faena imponiéndose, destacando en varios momentos, especialmente cuando toreó al natural con bastante fineza aunque por momentos con poca profundidad. Cortó una oreja.

Por fin Lima ha visto a Alejandro Talavante, especialmente en su primero. Recibe al de Zalduendo con verónicas muy lentas que son muy aplaudidas. Ya había realizado un primoroso quite por chicuelinas en su turno en el primero de la tarde. Se lució Juan José Trujillo en banderillas siendo aplaudido. Brinda Talavante al público y realiza una muy buena faena con momentos de mucha inspiración y calidad. Son lentos, largos y bellos los naturales y emociona mucho cuando torea por arrucinas y un inesperado cambiado por la espalda. Mata muy bien y hay pedido fuerte para que se le concedan dos orejas, lo que es atendido por el palco. El quinto embiste muy bien de salida y hay buen toreo de capote. A nuestro entender pensamos que se equivocó pidiendo el cambio de tercio con solo un picotazo. Inicia la faena de muleta de rodillas y es volteado aparatosamente. El toro poco picado se va creciendo y dificulta la labor del espada que por momentos no puede acomodarse. Recibe una ovación al término de su faena.

Joselito Adame venía precedido de un gran triunfo en la Plaza México hace una semana y se recordaba aun su debut en Lima el año pasado. Su primero es el de más presencia pero el azteca no se muestra capaz de dominar al de Zalduendo que se lo lleva por todo el ruedo. Hay pases aislados pero sin dominar al toro. Recibe leves pitos. El sexto, un castaño de poca presencia, embiste con gran calidad y nobleza. La faena empieza con 7 pases sentado en el estribo y de rodillas en tablas, lo que emociona al tendido. Sigue una faena valentona y efectista que es jaleada por el público que al final luego de una estocada entera desprendida y un descabello exige las dos orejas que el palco benévolamente concede, pues creemos que el animal embestía con mucha suavidad y merecía otro tipo de lidia.

Entre los subalternos podemos destacar a José Antonio Carretero y Juan José Trujillo con el capote y este último con las banderillas. También estuvieron muy bien con los palos Dennis Castillo y El Yuca en el cuarto toro, siendo obligados por el público a agradecer una ovación.