viernes, 27 de noviembre de 2015

Padrinos de conveniencia / por Juan Manuel Rodríguez

 


"...Es cierto que, nada más conocerse que el Real Madrid iba a contratar a James por 80 millones de euros, lo dicho por Gay de Liébana y recogido con alegría por el As en octubre pasado corrió como la pólvora con irresponsabilidad, y naturalmente sin pruebas, tanto por tertulias deportivas como por diferentes blogs..."

Padrinos de conveniencia

A finales de octubre se supo que Florentino Pérez había demandado al diario As por publicar una entrevista al economista Gay de Liébana en la que insinuaba que el presidente del Real Madrid obtuvo contratos para ACS en Colombia y México después de fichar a James Rodríguez y a Chicharito. Las declaraciones de Liébana, que el As consintió, fueron exactamente las siguientes: "Se fichó a James y a ACS se le asignó una gran obra por la que va a facturar 696 millones de euros". Si Alfredo Relaño no hubiera querido publicar lo dicho por este economista, si al releer la entrevista hubiera llegado a la conclusión de que aquello era una verdadera locura, una majadería de primer nivel, simplemente habría dicho "no" y, sin embargo, dijo "sí, adelante", y lo dicho por Gay de Liébana quedó plasmado en el papel de uno de los cuatro periódicos deportivos con más lectores de España.

Es cierto que, nada más conocerse que el Real Madrid iba a contratar a James por 80 millones de euros, lo dicho por Gay de Liébana y recogido con alegría por el As en octubre pasado corrió como la pólvora con irresponsabilidad, y naturalmente sin pruebas, tanto por tertulias deportivas como por diferentes blogs. Supongo que si Florentino Pérez no demandó en ese preciso instante fue por la sencilla razón de que quienes afirmaban aquellas cosas se cuidaron mucho de conectar clara y directamente un hecho (el fichaje de James) con otro (la concesión de obras a ACS en Colombia) y se limitaban a sugerir, proponer, dejar caer, interpretar, deducir... Vamos, lo contrario al buen periodismo. La actitud de estos "periodistas" me recuerda mucho a la de Juan Carlos Monedero, llevándose el dedo a la nariz para referirse a la "sobreexcitación" de Albert Rivera: una triquiñuela legal.

Sorprendentemente, quienes vincularon indirectamente el fichaje de James con los negocios de ACS o consintieron en octubre, no hace ni tan siquiera un mes de aquello, que el economista Gay de Liébana insistiera en tan torticera teoría, prohijan hoy mismo al colombiano, que ni está huérfano ni necesita padrinos. Relaño hace constar su "extrañeza ante el poco uso que Benítez hace de él", y el redactor jefe del Real Madrid, Tomás Roncero, habla incluso de "hostigamiento" al jugador por parte del entrenador. Y yo me pregunto en voz alta lo siguiente: ¿existe acaso mayor hostigamiento a un futbolista cualquiera que afirmar que su contratación por un equipo tiene como único objetivo el lograr obras en su país de origen? ¿Hay mayor falta de respeto que esa?... Seguro que sí, y la leeremos u oiremos próximamente.

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