miércoles, 9 de diciembre de 2015

¡Reaccionemos de una vez! / Por Paco Mora



"...Quizás haya llegado la hora de que los aficionados, toreros, ganaderos, empresarios y todos los que consiguen su pan trabajando en los entre bastidores del espectáculo taurino, nos unamos en un partido político para defender la Fiesta y sobre todo para que ningún partido consiga ni un solo voto nuestro..."

¡Reaccionemos de una vez!

Nos están asediando. Pretenden ahogarnos. La última prueba de ello es el recorte del presupuesto de la Comunidad de Madrid para el Centro de Asuntos Taurinos.

Sólo en concepto de canon por la Plaza de Las Ventas, la institución política de la Comunidad madrileña ingresa más de seis veces lo que destina a la promoción de la Fiesta y las novilladas de los pueblos con menos censo del área de su mandarinato. Está claro que no les importa nada la Fiesta de los Toros. Quieren ahogarla. Pero mientras tanto seguirán apandando todo lo que puedan y aplicándole al toreo la filosofía de “a la vieja y al bancal lo que se les pueda sacar”.

Y esta vez no vale culpar sólo a los partidos de izquierdas y a los “podemitas”, que ni la Santísima Trinidad sabe lo que son, porque todos están en el mismo bando. Por muchos alardes de ingeniería financiera presupuestaria de futuro que, retorciendo el argumento de la señora Cifuentes en sus explicaciones a esta revista, todos están en el bando de los enemigos de la Fiesta. Esta vez han firmado la ratera decisión todos los partidos, incluidos el PP y el PSOE. Por fin se han quitado la careta. Esa unanimidad ha venido a demostrar lo que ya sabíamos. El toreo no es de izquierdas ni de derechas. Y la moral de la izquierda, la derecha y los mediopensionistas, a la hora del cruel asedio de que están haciendo víctima al toreo es la misma. Cero patatero.

Quizás haya llegado la hora de que los aficionados, toreros, ganaderos, empresarios y todos los que consiguen su pan trabajando en los entre bastidores del espectáculo taurino, nos unamos en un partido político para defender la Fiesta y sobre todo para que ningún partido consiga ni un solo voto nuestro. Ya se está viendo lo que son capaces de hacer. Se envuelvan en las siglas que se envuelvan. En esa fe antitaurina son todos hermanos. Podríamos hacer mucho daño a sus intereses partidistas y dificultar que muchos de ellos sigan disfrutando del momio en el futuro. Somos muchos millones los hombres y mujeres que, en mayor o menor grado, nos consideramos aficionados. ¡Unámonos y demostrémosles que ya conocemos al enemigo y sabemos cómo defendernos!

Por lo pronto, el 20-D, este menda antes le echará su voto a los cerdos con cuatro patas que a los de ningún partido de los que sueñan con hocicar en la gamella del presupuesto nacional más o menos bruto. Palabrita del Niño Jesús.

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