"...La Asociación Española de la Prensa Deportiva ha decidido finalmente no demandar al defensa del Barça por llamar "puta basura" a los periodistas; mis colegas creen haber detectado un acto de contricción en la dubitativa explicación del otro día del futbolista brasileño, pero desde ya anticipo que la cabra tirará de nuevo al monte. Las cabras son así..."
Alves: la cabra volverá a tirar al monte
A ojos de los socios y aficionados madridistas, la escena que se produjo en Zúrich poco antes de la entrega de los Balones de Oro potencia la figura de Cristiano Ronaldo como capitán del equipo blanco. Podría decirse perfectamente que el portugués paró los pies a Dani Alves, quien, según cuentan testigos presenciales, se topó con el goleador madridista justo a la salida de la entrevista que le hicieron como componente del mejor once del año; puesto que era imposible retroceder, Alves se dio de bruces con Cristiano, que le saca por cierto tres cabezas, y quiso estrecharle la mano; fue entonces cuando Cristiano le dijo que dejara de hacer el idiota, que se olvidara de una vez por todas del Real Madrid y que con su actitud lo único que estaba haciendo era enturbiar las relaciones entre ambos clubes: "Ocúpate de lo tuyo, de tu equipo, pero deja en paz al Real Madrid". Fue la comidilla de la gala.
Quiso la fortuna que, justo en mitad de la bronca, a la que Alves asistió con la resignación de aquel que siente que ha hecho algo malo, pasó por allí Andrés Iniesta; en ese momento, dirigiéndose a él, Cristiano le dijo a Alves: "Aquí tienes a un caballero del deporte, toma ejemplo de él", a lo que Iniesta, que desconocía de qué iba la película, respondió con un lacónico pero aliviado "gracias, Cris" y siguió a lo suyo. El chaparrón, que también y tan bien relata en Libertad Digital Sergio Valentin, fue de los que hacen época; Alves salió con el rabo entre las piernas, lo que no impidió sin embargo que, al final de la gala, volviera a hacer por enésima vez el idiota colgando un tuit claramente alusivo a Cristiano Ronaldo. La Asociación Española de la Prensa Deportiva ha decidido finalmente no demandar al defensa del Barça por llamar "puta basura" a los periodistas; mis colegas creen haber detectado un acto de contricción en la dubitativa explicación del otro día del futbolista brasileño, pero desde ya anticipo que la cabra tirará de nuevo al monte. Las cabras son así.
Por cierto que de la gala del Balón de Oro estuvo ausente Luis Enrique, a quien se premió como mejor entrenador del año. Roberto "sin o" Fernández mintió por él, le cubrió las espaldas y dijo que sus compromisos laborales, que son los mismos que los de Messi, Iniesta, Neymar o el propio Alves, la habían impedido estar allí. Menudo papelón el del hombre "sin o" en su nombre. Luis Enrique no fue a la gala porque no le dio la gana, punto; y lo peor, o lo mejor, es que ayer no sacó de dudas a los periodistas. A mí me importa una higa lo que haga Luis Enrique pero lo que no entiendo es por qué la ausencia de José Mourinho estuvo de provocar en su día la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado mientras que la ausencia de Luis Enrique ha pasado de puntillas y sin pena ni gloria; ni una referencia de ese látigo del vicio y las malas costumbres apellidado Relaño; ni un comentario de ese faro de la virtud llamado Santiago Segurola. Nada. Rien de rien, que diría Zidane. La prostitución intelectual, claro. La cabra, que tira al monte.
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