Foto: Jorge Cepeda
Daniel Luque: Volvió a demostrar sapiencia, profesionalismo y entrega.
* Espeluznante voltereta a Fabio Castañeda
El diestro español Daniel Luque ha cortado las dos orejas al quinto toro de la tarde, tras una exhibición de raza y entrega, mismas que mostró el aguerrido Fabio Castañeda, pechando ambos espadas con una corrida de poca presencia y juego de La Cruz de Hierro.
Los dos toreros afrontaron el festejo con muchas ganas e ilusión, a pesar del poco juego de los toros, ambos lograron buenos momentos. La voltereta de Fabio Castañeda en el sexto, fue escalofriante, se temió lo peor.
Con el que abrió plaza, Daniel Luque se lució en un buen quite por chicuelinas, suerte que ejecuta muy bien este torero, que maneja el capote con elegancia y ritmo. Bien colocado, el sevillano toreó con suavidad y temple, a un toro noble y soso. Faena pulcra y aseada. Con el tercero, noble, parado y soso, Luque se mostró paciente, tratando de hilvanar algún muletazo, pero sin tener la mínima ayuda de su oponente. Falló varias veces con el descabello.
Ante el noble quinto, Daniel Luque buscó por todos los medios el triunfo. Volvió a demostrar sapiencia, profesionalismo y entrega. Primero afianzó al toro, toreándole en línea para no exigirle mucho, luego le llevó largo, dándole pases de buen trazo, sin llegar a altas cotas, pero que mantuvieron al público prendido al trasteo. El vibrante final con sus ya famosas luquesinas, que tienen un golpe de efecto inmediato, dieron paso a una estocada fulminante, que desató el entusiasmo.
Valor a raudales demostró Fabio Castañeda, que se jugó la vida limpiamente, sacando eso sí, pocos resultados. Larga cambiada para saludar a su primero, destacando en un buen quite por caleserinas. Invitó a banderillear a Daniel Luque, diestro que casi nunca ejecuta esta suerte y que clavó un excelente par, por otro muy bueno del venezolano. Abrió la faena con ceñidos péndulos, para correr la mano con autoridad y recio trazo en algunos muletazos buenos con ambas manos, rematados con estupendos pases de pecho. El toro, duró muy poco, por lo que la faena fue a menos. Bien el diestro, que se mostró muy por encima de “Porsiacaso”, sufriendo un achuchón al torear por manoletinas. Un pinchazo saliendo rebotado y estocada caída. Con el manso y deslucido cuarto, Castañeda se limitó casi que a ponerse delante, pues la verdad, ligar el toreo era poco menos que imposible.
En el sexto salió a por todas, con un farol de rodillas. El toro manseó en varas y lo aconsejable hubiese sido que la cuadrilla banderilleara con rapidez, pero el joven matador decidió ejecutar el segundo tercio. Por perderle la cara al toro, sufrió una espeluznante voltereta, siendo arrojado con violencia al estribo. Luego el toro hizo hilo con el banderillero Mauro David Pereira que se salvó de milagro de ser estrellado contra las tablas. Visiblemente dolorido y golpeado, Castañeda se fue al toro, que suelto y manso, solo quería huir. Valeroso y entregado, el espada le persiguió para darle pases sueltos, de indudable mérito. Tras esos muletazos aislados, falló a espadas, pero el impresionado público le reconoció su mucho valor, con una ovación de ley.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros de Mérida.
Domingo 7 de febrero.
Tercera corrida de feria. Tres cuartos de entrada en tarde fría.
Toros de La Cruz de Hierro, terciados y desiguales de presentación. Noble el quinto, soso el primero. Noble pero de corta duración el segundo, mansos y deslucidos tercero y cuarto. Mansurrón y complicado el sexto.
Pesos: 432, 433, 444, 435, 442 y 430 kilos.
Daniel Luque, de blanco y oro: Palmas, silencio tras aviso y dos orejas.
Fabio Castañeda, de grana y oro: Saludos tras leve petición, silencio tras aviso y saludos tras aviso.
Destacaron en la brega Abraham Leiro y en banderillas José Antequera.
- Fabio Castañeda pasó a la enfermería al finalizar la corrida, donde se le apreció “Traumatismos con escoriaciones. Herida en comisura labial. Traumatismo en hombro izquierdo. Recibió soluciones (Ringer y 0.9) analgésico, toxoide tetánico. Antibiotico y sutura de herida labial. Inmovilización de brazo izquierdo, collarín”. Se envía a un centro médico para para una evaluación con rayos x de tórax y cuello.
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