martes, 16 de febrero de 2016

Juan por San Juán / por Jorge Arturo Díaz Reyes


Juan y el maestro Fernando Botero. 
Foto: Tomás Mondragón


"...No es de todos los días que un novillero retorne allen de los mares a su tierra para encerrarse con seis machos de diferente apellido y catadura. Eran terciados, sí, excepto los de Gutiérrez y Santa Bárbara, ¡ah! y el rinconsanto que se tapaba tras su amenazante cabeza, pero aún así el compromiso pesaba y pesó..."


Juan por San Juán

Cali, Medellín, II 14 16
Juan de Castilla sale por la Puerta de San Juan tras cortar tres orejas al variopinto encierro de seis ganaderías. Al de Gutiérrez le dan vuelta al ruedo y gran ovación al serio santabárbara. (Fotos aquí)

No es de todos los días que un novillero retorne allen de los mares a su tierra para encerrarse con seis machos de diferente apellido y catadura. Eran terciados, sí, excepto los de Gutiérrez y Santa Bárbara, ¡ah! y el rinconsanto que se tapaba tras su amenazante cabeza, pero aún así el compromiso pesaba y pesó. El maestro Fernando Botero que ha brindado mecenazgo a Juan, valorando el gesto fue al patio de cuadrillas antes del paseíllo a presentarle sus respetos.

Es que desde hace sesenta años, cuando Quinito II se encerró con ocho, ningún novillero lo hacía en esta plaza. Recordé la esquela jovial que le mandó entonces su amigo Luís Miguel Dominguín: “Ocho novillos ¡Uy! Qué miedo. Te admiro y te respeto” (me la mostró divertido en su casa de la calle Alcalá de Madrid), y mirando los tendidos semivacíos pensé que lo que faltaba en cantidad sobraba en calidad y entendimiento. No era de tomar a la ligera el reto. Juan se vio sereno toda la tarde, aún en los momentos de mayor apremio, cogido en dos ocasiones, desarmado tres, pero la procesión tenía que ir por dentro. Algo de tensión se adivinaba en su toreo generalmente desparpajado y fluido. Triunfó, pero le costó, no fue fácil y eso avala.

El Vistahermosa, cárdeno, listón, cornivuelto y pequeño. Santacoloma de hechuras y soso de talante fue brindado al pintor. Lástima, pasó sin brillo y acabó en tablas con la espada baja y trasera.

El Achury Viejo, manso escarbador deslució los esfuerzos y murió de pinchazo y estocada delantera.

Tercero, “Relator” de Ernesto Gutiérrez, negro, listón en castaño, noble y repetidor desde las tres verónicas y media hasta la última de las tantas tanda naturales, lado predominante de la faena. Fue barrenado por Viloria, y aguanto con fondo. La muleta tuvo los mejores trazos de la tarde con él, quizá por eso la media estocada, cuarteada y desarmada no inhibió al palco para otorgar las orejas automáticas y la vuelta, que fue sólo media pues los mulilleros, libres de alguacilillo que aquí no se usa, hacen lo que les viene en gana.

Tras un intermedio en el cual el picador Luis Pedroza "Lusín" se despidió como figura, paseado a hombros por las cuadrillas, salió el delParaíso. Pocacosa, mansurrón, tenía una gracia; era astifino, y eso le dió dramatismo a la voltereta que infirió. Refugiado en tablas fue fulminado con un espadazo delantero degollante y pitado.

No hay quinto malo. Santa Bárbara echó un cuatreño precioso de 477 kilos, puntudo, castaño y encastado que fue aplaudido y pidió mando desde que saltó. “Manchego” se llamaba ¡Qué bien! Lanceado con respeto, castigado por Clovis, banderilleado con lujo por Santana a quien perseguió hasta el callejón de donde no lo dejó salir a saludar, le puso las peras al cuarto a Juan.

Las tandas cortas, casi todas derechas, aunque aseadas, no le hicieron justicia a un bravo que proponía una pelea épica. Menos aún la estocada caída y los tres fallos con la cruceta. La ovación para el arrastre fue de gala y el saludo desde el tercio fue presionado desde el palco del ganadero. Grandeza.

Cerró el Rincón Santo, alto, escurrido pero con un par de sables. Larga de rodillas, verónicas. No lo deja picar de Bulla, y cuando nadie lo esperaba le quita los palos a Garrido, el banderillero de la temporada, y enfila por la peligrosa cuna con un valiente par al cuarteo. Gallea en terrenos comprometidos para el segundo al quiebro, sale por los adentros en el tercero, pide permiso para un cuarto y lo deja en sitio con mérito. Un gesto. No tenía necesidad, y lo regaló. La ovación fue grande. El hombre iba en serio. Seis de rodillas junto al estribo, abrieron un tercio largo, larguísimo, en el que parecía querer abrumar con su entrega y exposición. Los pitones cotizaban cada suerte; diestra o siniestra, circular o derecha, vertida o invertida. Por alto, por bajó. Tres bernadinas, una cogida de miedo, tres más de lo mismo, y dele que dele. La gente exhausta y él pa’lante con dos cojones. Hasta qué rodó al último de la temporada nacional con otro estoque descentrado. Recibió la oreja y se fue a hombros por la grande.

La corrida siempre es drama, disecarla sólo técnicamente es una mezquindad, un pobre análisis. La de hoy tuvo muchos matices y significados, emocionales y de los otros.


FICHA DEL FESTEJO

Domingo 14 de febrero 2016. Centro de Espectáculos Macarena. 5ª de temporada. Sol, bajo techo. Media de la parte habilitada. 

Novillos 1º Vistahermosa terciado descastado(silencio). 2º Acury Viejo terciado manso (pitos). 3º Ernesto Gutiérrez bien presentado noble (vuelta al ruedo). 4º El Paraíso, terciado mansurrón (pitos). 5º Santa Bárbara, trapío y raza (ovación). 6º Rincón Santo, terciado encastado (palmas).

Juan de Castilla, palmitas, silencio, dos orejas, silencio, saludo y oreja. 

Incidencias: Saludó Ricardo Santana desde el callejón tras parear al 5º.

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