jueves, 17 de marzo de 2016

Ejemplo de unión y civismo / Por Rafael Comino Delgado




"...He querido dejar pasar tres días antes de escribir sobre la gran manifestación taurina de Valencia, dando así tiempo a que las emociones se serenen y la cabeza se enfríe para poder razonar mejor y ser lo más objetivo posible. Habrá opiniones varias, como en todo, pero yo estuve allí, lo presencié, lo viví y es imposible negar que fue un ejemplo de unión y civismo dado por todo el taurinismo (profesionales y aficionados) al mundo..."


Ejemplo de unión y civismo

Esta unión ya no puede, ni debe romperse, tiene que persistir para hacer frente a los tiempos venideros, que seguro que serán difíciles porque los antitaurinos con el apoyo de los políticos afines nos van a atacar cada vez con más saña.

He querido dejar pasar tres días antes de escribir sobre la gran manifestación taurina de Valencia, dando así tiempo a que las emociones se serenen y la cabeza se enfríe para poder razonar mejor y ser lo más objetivo posible. Habrá opiniones varias, como en todo, pero yo estuve allí, lo presencié, lo viví y es imposible negar que fue un ejemplo de unión y civismo dado por todo el taurinismo (profesionales y aficionados) al mundo. De principio a fin, hubo una perfecta organización, orden riguroso, ni una sola palabra malsonante, ni una sola palabra ofensiva. Los gritos que se escucharon fueron de apoyo a la Fiesta de los Toros, especialmente, ¡Toros sí! y ¡Libertad!

La palabra libertad fue la más oída durante la manifestación, durante la lectura del manifiesto por el maestro Ponce y durante la corrida de toros por la tarde. Grito que surgía espontáneamente, una y otra vez. Que el pueblo llano, sencillo, haya tenido que salir a la calle, cargado de razón, pidiendo libertad en un país civilizado como es España para expresar sus sentimientos, su cultura, debería hacer reflexionar a las más altas autoridades. El manifiesto fue un ejemplo de ecuanimidad, objetividad, sinceridad y respeto hacia todo el mundo. Exacto, justo, medido. Dijo, y muy bien dicho, todo lo que había que decir.

Algunos medios de información han minimizado la cifra de asistentes. Pueden decir lo quieran, pero sin ser triunfalistas allí había mucha gente; no sé si 40.000 personas, más o menos. Desde luego muchísimas más de las 10.000 que dio La 1. Guste o no guste, había muchos miles de personas pidiendo libertad y respeto, lo que debía sonrojar a más de cuatro. Si molesta a alguien, y seguro que molesta, pues que se aguante, pero la evidencia es tozuda. Es necesario destacar también que los taurinos, por vez primera que yo recuerde, se han unido, pues en Valencia estaba todo el toreo (La Fundación del Toro de Lidia, ganaderos, empresarios, toreros, apoderados, peñas, aficionados, todos) y esto por sí solo ya es un triunfo.

Esta unión ya no puede, ni debe romperse, tiene que persistir para hacer frente a los tiempos venideros, que seguro que serán difíciles porque los antitaurinos con el apoyo de los políticos afines nos van a atacar cada vez con más saña, pero la fuerza de la razón la tenemos nosotros y al final siempre acaba imponiéndose. Las autoridades correspondientes, los antitaurinos, los enemigos de la libertad, todos aquellos que quieren abolir el toreo deben tomar nota de lo que ocurrió en Valencia y saber que pude volver a ocurrir pero aumentado. Ya no nos vamos a callar.

¡Enhorabuena a todos los taurinos!

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