martes, 8 de marzo de 2016

Las Rozas de Madrid: Jesús Pérez "El Madrileño" recibe homenaje en la Tertulia "El Rocío" del Círculo Bienvenida.



"...Asumo mi suerte sin rencor y con toda dignidad, creo en Dios y le agradezco me haya dado una familia a la que me dedico con todo amor. Soy torero y me siento orgulloso de serlo y de lo que conseguí en mi profesión aunque no lograra ser una figura del toreo para lo que parecía que iba destinado y con lo que desde muy pequeño soñé..."


Fotografía: La Loma

Madrid, 8 de Marzo de 2016.

Ha sido en la bella localidad de Las Rozas de Madrid, y en el seno del Capítulo del Círculo T. A Dinastía Bienvenida, que preside Manuel Polo Losana, con sede en el restaurante El Rocío, donde ha tenido lugar la tertulia taurina del lunes con mesa y mantel sobre el que se alternaron la suculenta fabada asturiana, el pescaíto frito andaluz, y los excelentes productos del cochinito ibérico extremeño, y bien regados con los excelentes caldos de la Rioja, socios  y amigos habituales con nuestro presidente de honor Miguel Mejías "Bienvenida", para ir desgranando, entre plato y plato, y brindis y brindis, la actualidad taurina y debatiendo los temas más candentes de este planeta de los toros, procurando dar largas cambiadas al espinoso y esperpéntico embrollo político que atenaza y amenaza a España y por ende a la Fiesta protagonizado por estos jerifaltes que se muestran como si nunca hubieran conocido la vergüenza ("nolacos" les llamaba Pepín Cabrales): no...la...conossen...la vergüenssa, Juanín, me decía) y muy alejados de una verdadera voluntad de servir y obrar por la unidad y bienestar de los españoles, ¡qué gentuza, Dios mío!

Jesús Pérez "El Madrileño"

Pero el primordial objetivo de esta reunión ha sido el de rodear con el mayor cariño y sentido de amistad a un torero de pies a cabeza como Jesús Pérez "El Madrileño", y ofrecerle nuestro reconocimiento a su trayectoria que se vio truncada por la tragedia del toro, tras diez años de matador y algo más de banderillero de lujo, cambiando la seda por el percal, hasta que un toro lo mandó a su casa para no poder pisar la arena sobre la que cayó nunca más.

Miguel "Bienvenida" y "El Madrileño"

Eso también es el toreo, la parte trágica y los sueños rotos, pero que de alguna forma hacen brotar el factor humano de superación y orgullo tal como lo exhibe "El Madrileño" y como le manifestara Miguel "Bienvenida", antes de imponerle el galardón de "Insignia de Plata", miembro de una gloriosa dinastía torera pero también a cambio de sangre y lágrimas en no pocas ocasiones. 

Juan Mora, Miguel Bienvenida y El Madrileño

Emotivas y edificantes fueron las sentidas a la vez que realistas palabras que fluyeron del corazón del gran torero y mejor persona, Juan Mora, reconociéndole a Jesús Pérez su excelsas  y artísticas cualidades demostradas sobre los ruedos, y la magnitud de su personalidad.

Intervención de Felipe Díaz Murillo

El lado humano de "El Madrileño" fue relatado por un perfecto conocedor como es Felipe Díaz Murillo pue no en vano, y como Dtor. Tec. de la escuela de Tauromaquia "Marcial Lalanda" de Madrid, lo recibió como alumno cuando era un niño y convirtiéndose en un puntal en la formación del toreo y del hombre.

José Antonio Tamayo, 
"El Mulillero de España"

Que buen análisis de las actuaciones de "El Madrileño" en la plaza de Las Ventas, por José Antonio Tamayo, "El Mulillero de España", vistas desde su cercano puesto en el callejón donde cree comprender la actitud y los miedos del torero a través de la mirada del toros. 


La mención de Juan Lamarca del que fuera apoderado de Jesús Pérez y artífice de su lanzamiento, Miguel Flores, era de justicia y afecto a un caballero y romántico del toreo que atraviesa un grave estado de salud. Igualmente  recordó las problemáticas circunstancias que prosiguieron tras su alternativa de lujo en la feria de "San Isidro", con Palomo Linares de padrino, y Ponce de testigo, con una pavorosa corrida de Atanasio, pero que, no obstante, obligaron a "El Madrileño" a desarrollar sus profundos valores que permiten hacer felices a sus ancianos padres, y de impartir sus conocimientos taurinos a cuantos se lo solicitan, al tiempo de regalar sus mejores cualidades humanas a cuantos le rodean y le tratan. Así pues se alabó con toda justicia la manifiesta ejemplaridad de vida de "El Madrileño" que dijo emocionado:

Asumo mi suerte sin despecho ni rencor y con toda dignidad, creo en Dios y le agradezco me haya dado una familia a la que me dedico con todo amor. Soy torero y me siento orgulloso de serlo y de lo que conseguí en mi profesión aunque no lograra ser una figura del toreo para lo que parecía que iba destinado y con lo que desde muy pequeño soñé.

Las lágrimas no afloraron solo en los ojos de Jesús Pérez "El Madrileño", la fibra sensible de los tertulianos también vibró en este reunión inolvidable llena de contenido y mensaje, donde se reafirmó el habitual sentido de amistad, y se vivió la exaltación de altos valores y nobles principios propios del amor a la Fiesta y a España, siendo el "Madrileño" con su magna presencia y generosa actitud, como en sus buenos tiempos, el que hiciera flamear el blanco corazón de los reunidos para la concesión de los máximos trofeos. Gracias.. ¡torero!
















































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