martes, 15 de marzo de 2016

Suspiros de España / Por Paco Mora



 Albert Rivera, que se unió a los que en Cataluña defendían la permanencia del toreo, porque convenía a sus intereses partidistas, hasta el punto de hacerse sacar a hombros de esa gloriosa Monumental que hoy cría hierba, y que después ha apoyado con sus votos a los enemigos de la Tauromaquia, allí donde su traición le sirvió para tocar poder, demostrando su carencia de ideas y convicciones.


  • Tarde histórica para el toreo la del 13.M. Tarde sin color político, pero con la música de “Suspiros de España” como fondo, en respuesta a tanta inquina y desenfreno de los enemigos de todo lo racialmente nuestro

Suspiros de España

Ahora que este 13M hemos demostrado que sabemos reaccionar ante tanta ofensa, gritémosles alto y claro que no nos van a hacer pasar por el aro. Que nuestra afición es lícita, legal, tradicional y consustancial con nuestro carácter de españoles hasta la médula.

Ocho millones de españoles somos los cimientos de la Fiesta de los Toros, que remando todos en la dirección de los políticos que no nos atacan, alientan o permiten el terrorismo antitaurino podemos darles el Gobierno de la nación con nuestros votos. No lo olvidemos, ahora que este 13M hemos demostrado que sabemos reaccionar ante tanta ofensa, tanta injusticia y tanta saña contra el toreo de los que sólo ven en la política ganapán, enriquecimiento rápido y satisfacción a sus ansias de poder omnímodo, totalitario y dictatorial. Gritémosles alto y claro que no nos van a hacer pasar por el aro. Que nuestra afición es lícita, legal, tradicional y consustancial con nuestro carácter de españoles hasta la médula. Pero sobre todo, ahora que se vislumbran elecciones en el horizonte por culpa de la incapacidad de la "nueva casta política" para entenderse en beneficio de todos los españoles: "Ni un voto para los enemigos de la Fiesta, o para los que la utilizan como moneda de cambio". Quitémosles la careta a esos saltimbanquis que se empeñan en gobernarnos sin razones ni votos suficientes.

Pedro Sánchez tiene de socialista lo que yo de arzobispo de Constantinopla; es simplemente un veleta ambicioso que pone la capa a favor de donde cree que va el viento, sin sacar siquiera la mano por la ventana para comprobarlo, con el solo objetivo de tratar de hacer realidad su ambición de poder. 

Albert Rivera, que se unió a los que en Cataluña defendían la permanencia del toreo, porque convenía a sus intereses partidistas, hasta el punto de hacerse sacar a hombros de esa gloriosa Monumental que hoy cría hierba, y que después ha apoyado con sus votos a los enemigos de la Tauromaquia, allí donde su traición le sirvió para tocar poder, demostrando su carencia de ideas y convicciones. 

Y Pablo Iglesias, cuya única finalidad es acabar con nuestras señas de identidad por odio y desprecio a todo lo que huela a español. Los tres son para la Fiesta más nacional de todas las fiestas, junto con Garzón, el responsable de lo que queda del PC, los "cuatro siniestros jinetes del Apocalipsis". Ni un voto de un aficionado o simpatizante de los toros para ellos, porque los utilizarían para cambiar nuestro estilo de vida adaptándolo a su conveniencia, retrotrayendo España a sus épocas mas miserables y empobrecidas, convirtiéndola en una república bananera.

Tarde histórica para el toreo la del 13.M. Tarde sin color político, pero con la música de “Suspiros de España” como fondo, en respuesta a tanta inquina y desenfreno de los enemigos de todo lo racialmente nuestro. Tarde con los colores de España, en los que caben todas las ideas políticas constructivas, que ha demostrado que la afición a la Fiesta Brava no va a permanecer indiferente ante la felonía de sus enemigos.

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