sábado, 21 de mayo de 2016

¡De vergüenza! / por Rafael Comino Delgado



Yo solo puedo decir, citando el Talmud: "desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados" Aplíquese el cuento.


¡De vergüenza!

Rafael Comino Delgado
Desde que el Barcelona interpuso recurso contra la prohibición de las esteladas en la final de la Copa del Rey, se sabía cuál sería el fallo del juez, y no nos hemos equivocado . Les da la razón a los intolerantes, a los enemigos e España, a los que odian a España, a los que amenazan de muerte mediante anónimos, a los traidores, a los que si te ven con una bandera de España en Cataluña o te mandan a la UVI o te matan.

Pocos comentarios se pueden hacer ante tal atropello, pues todo es tan evidente que se comenta por sí solo.

Yo solo puedo decir, citando el Talmud: "desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados" Aplíquese el cuento.

Y de mi propia cosecha añadiré lo siguiente:

"En nombre de la Libertad y de la Democracia se comenten muchos atropellos y fechorías cuando se las utiliza mucho y se las respeta poco". ¿Pudiera haber ocurrido con este asunto?

"Personas con principios ético-morales hay muchas, personas con sólidos principios ético-morales hay, pero menos, y personas con sólidos e inquebrantables principios ético-morales las habrá, pero son difíciles de encontrar”. Todos pensamos lo mismo.

"Cuando tu sientas, y además es un clamor popular, que en tu sociedad la corrupción es insoportable, que los jueces deban ser juzgados, que el delincuente tiene más protección que el decente y que los políticos más que resolver problemas, son un problema, tu sociedad está podrida, y prácticamente muerta, si no se levanta pacíficamente, contra todo ello, saca de sus madrigueras a los corruptos, a los jueces, a los delincuentes y a los políticos, y los encierra en las cárceles. ¡empieza por levantarte tú!

“Cuando, en cualquier ámbito de la vida y a cualquier nivel, el principio de autoridad se quiebra, por la razón o razones que fuere, es que las cosas van mal y se pueden poner peor si no se restablece, inmediatamente, dicha autoridad”. ¡No duden que se pondrá peor!

“En un sistema de convivencia civilizado, resolver un problema rompiendo el principio de autoridad es cerrar una herida dejando dentro la infección, y tarde o temprano aparecerá el pus que allí se va a formar". No duden que aparecerá el pus y a lo mejor hay que amputar.

“Cuando el principio de autoridad se quiebra, alguno, algunos, o todos los encargados de mantenerla han fallado, e inmediatamente deben ser cambiados”. ¿Quien ha fallado? ¡Totalmente de acuerdo!

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