"...La presencia de Cristiano, Bale y Benzema condiciona todo hasta tal punto que Isco y James, que serían titulares indiscutibles en cualquier equipo del mundo, también estan condenados a estar entrando y saliendo del once titular..."
A por Pogba hasta que toque la campana
Mientras que el Barça sigue tratando de convencer a algún delantero suicida que ose compartir vestuario con Messi, Suárez y Neymar, el Real Madrid ya tiene al suyo, Álvaro Morata. Si la situación no pega un vuelco absoluto, Morata será el cuarto delantero de Zidane, quien ayer, tras la derrota ante el PSG, ya advirtió que el 4-4-2 era un esquema de emergencia, una anomalía con la cual afrontar la Supercopa de Europa ante el Sevilla pero que, en cuanto regresaran Cristiano y Bale, lo suyo volvería a ser el clásico 4-3-3. En el Madrid, como en el Barça, son habas contadas porque al principio de temporada sabes que los partidos gordos los jugarás con Keylor, Ramos, Pepe, Modric, Casemiro, Kroos y la BBC, "los nueve mismos cabrones de siempre" que diría John Toshack, así que, en realidad, sólo te quedan dos puestos por decidir. Vista así, la decisión deportiva de Morata es arriesgada y valiente, aunque más aún lo es la de Jesé, si al final decide quedarse.
De lo que se dio cuenta Luis Enrique el año pasado (y eso que ganó Liga y Copa) es de que no pudo dar todo el descanso que quiso a jugadores que, en los instantes decisivos de la temporada, acabaron notando tanto la fatiga física como la mental. Para los grandes es muy importante (pero muy difícil) tener a futbolistas que sepan interpretar (y asumir) correctamente un papel secundario y que cuando los necesite su entrenador den la cara y ofrezcan el nivel exigido. En el Madrid hay dos de esos, Nacho y Lucas Vázquez; y otro, Varane, ciertamente especial porque, siendo como es capitán de Francia y un jugador permanentemente tentado por otros clubes potentes, él prefiere seguir haciéndose, consciente de que acabará siendo por mucho tiempo el defensa central titular del equipo blanco.
La presencia de Cristiano, Bale y Benzema condiciona todo hasta tal punto que Isco y James, que serían titulares indiscutibles en cualquier equipo del mundo, también estan condenados a estar entrando y saliendo del once titular. Si a eso le añadimos la presencia de Kovacic y ahora también la de Marco Asensio, que anoche fue de lo mejorcito, la confección de la plantilla definitiva se convierte en un bendito galimatías para el entrenador. El Barcelona está fichando jugadores para la segunda unidad, pero es que esa ya la tiene casi completa el Real Madrid, de ahí precisamente que sea tan complicado fichar bien.¿Pogba?... La presencia del francés condicionaría sin duda alguna el estilo del equipo blanco, aunque gusta tanto a Zidane y desde hace tanto tiempo además que no conviene descartar que Florentino Pérez no vaya a seguir intentándolo hasta el final, hasta que toque la campana.
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