lunes, 8 de agosto de 2016

Aarón. Un mirlo blanco en Bargas / Por Paco Mora




 "...Un chiquillo de 16 años –Aarón Rodríguez- se ha revelado como un prodigio de torería, sentido de la colocación y conocimiento de los tiempos y de las distancias verdaderamente sorprendentes en un crío que lleva tres novilladas sin picadores..."

  • Pero o mucho me equivoco o en el caso del jovencísimo Aarón, quien apueste por él y se haga cargo de su carrera tendrá en la mano una futura figura del toreo.
Aarón. Un mirlo blanco en Bargas

En la final de Castilla-La Mancha busca un torero celebrada en Bargas (Toledo), se ha producido un hecho que tiene lugar muy de tarde en tarde. Un chiquillo de 16 años –Aarón Rodríguez- se ha revelado como un prodigio de torería, sentido de la colocación y conocimiento de los tiempos y de las distancias verdaderamente sorprendentes en un crío que lleva tres novilladas sin picadores. Su desparpajo de torero cuajado, ha hecho que en determinados momentos a los profesionales del toreo que asistían al espectáculo se les viera entre ilusionados y asombrados.

El oficio de profeta está muy desacreditado. Yo mismo he metido la pata hasta el garrón en alguna ocasión por ejercerlo, porque luego hay casos en los que el fenómeno en ciernes le ve la cara al utrero y canta la gallina. Pero o mucho me equivoco o en el caso del jovencísimo Aarón, quien apueste por él y se haga cargo de su carrera tendrá en la mano una futura figura del toreo.

Tomás Rufo y Rubén Tomás -entre “tomases” anda el juego- también dieron una medida muy apreciable en dos jóvenes que dan sus primeros pasos en tan difícil profesión como es la del toreo. Pero lo de Aarón ha sido otra cosa. Ha sido el nacimiento de un mirlo blanco. Y no quiero caer en sacrilegio, pero a mí ver deambular el sábado día 6 de agosto sobre el ruedo de la plaza de toros de Bargas a Aarón Rodríguez me hizo recordar a algunos de los grandes artistas del toreo de la historia. Y que Dios me perdone.

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