lunes, 8 de agosto de 2016

Agosto, agosto ¿qué nos traes? por Ricardo Díaz-Manresa



"...En Baleares, como en todas partes, están las dos Españas, la taurina y la antitaurina, la serena y la enloquecida, la que quiere la libertad y la que la prohíbe, la que ama y la que odia..."


Agosto, agosto ¿qué nos traes?

Ricardo Díaz-Manresa
De momento una buena noticia, la Reina del Toreo, Elena Infanta de España, apoya en Mallorca el espectáculo que dicen puede ser el último en la isla, aunque está por ver y lo hace con sus hijos Froilán y Victoria, como en Madrid, como en todas partes. Elena, Infanta de España, Dios te guarde como Reina del Toreo.

En Baleares, como en todas partes, están las dos Españas, la taurina y la antitaurina, la serena y la enloquecida, la que quiere la libertad y la que la prohíbe, la que ama y la que odia.

Y la Infanta está con la España taurina, la serena, la que quiere la libertad, la que ama. La España positiva y respetuosa. La que está a favor de algo, no en contra siempre.

También estaban en Baleares ese día y a esa hora los actuales Reyes de España, con sus hijas, Leonor y Sofía, y la Reina ¿se dice emérita? con su caterva de nietos para gloria del pueblo español, incluídos los urdangarines, disfrutando de la vela y de la vida para alegría de todos los monárquicos españoles, vivan bien o mal y admiradores de esta familia ejemplar. Y viéndolos disfrutar de la gran vida que se dan aunque los mirones estén en paro o no lleguen a final de mes.

Y ninguno, por Dios, faltaría más, acompañó a Elena, Froilán y Victoria a apoyar los toros. No están ni con una España ni con otra, supongo. Simplemente van a lo suyo y no defienden a la gran parte taurina de nuestro país. Para no molestar a la antitaurina, también supongo piadosamente.

Y agosto nos trae asimismo la buena noticia de la feria de la Blanca. También cuestionada como en Mallorca en esta España en la que siguen naciendo Lobos. Y ahí están con sus días y sus carteles luchando para que la llamada Fiesta continúe en Vitoria e intentar recuperar el esplendor que tuvo en tiempos recientes. Hay mucha gente vasca aficionada –lo vimos hace días en Azpeitia y lo veremos pronto en San Sebastián y desde el 20 en Bilbao- pero los pocos en contra aúllan como los lobos y se tiran a la yugular de la gente sencilla.

Y tenemos Huelva con sus colombinas y con JT con la olla hirviendo y con las lamentables humillaciones allí ahora y en San Sebastián dentro de poco, a los que dicen ser informadores tragando y dejando a esta profesión, que está desapareciendo por falta de profesionales y masa de aficionados a ver los toros gratis sin más y sin ninguna vergüenza periodística. Sólo les falta aceptar que supervise el torero las crónicas antes de publicarlas.

Huelva económicamente está salvada con JT, al igual que San Sebastián, que ha dejado su Semana Grande en Media Semana. Al menos Bildu sólo ha podido cargarse, de momento, media feria y la ha dejado en la Media Semana de San Sebastián. De Grande se quedó en Pequeña. Espero que por poco tiempo.

Agosto estalla con tanta feria –G. a D.- y hay que destacar la de Pontevedra, en otra región en contra – la amada Galicia- tras el asesinato de la feria de La Coruña pero que se mantiene cada vez con más ambiente, con el esfuerzo de la familia Lozano, lo que hay que agradecer.

Y no se pueden olvidar las de Huesca, Dax, Puerto de Santa María, Beziers, Ciudad Real, Cuenca, San Sebastián de los Reyes, Colmenar Viejo, Cuéllar y tantas otras de la admirable piel de toro.

Y hay que hablar de Almería, Gijón y Málaga. La de la Virgen del Mar se mantiene con el enorme manto que tejió Manolo Chopera.

La de Gijón va hacia arriba, con carteles rematados y con la particularidad que lleva a los consagrados y es la única que deja fuera a López Simón y Roca Rey. Pero Gijón vuelve a ser Gijón.

Y Málaga que disfruta de la otra gran feria de agosto –la del sur- y que de primera, de segunda o de lo que sea quiere sacar la cabeza, ya olvidado el mote de la feria del chanquete. Remoquete del Chanquete.

Se funden y se juntan como cada año en cada año con viajes interminables para los coches toreros, con la máxima expresión de Almería a Bilbao y viceversa.

Y Bilbao. Coincida o no con otras, no se confunde con nadie. Lo tiene todo y es con Fallas, Abril en Sevilla y San Isidro, la mesa de las cuatro patas del toreo.

Ya lo dije en la presentación en la Fundación del Diario Madrid de esta feria que lo tiene todo: ambientazo, buenos carteles, plaza comodísima, extensión justa de nueve tardes, público amable y exigente a la vez, el toro de Bilbao (y no hay que añadir más), los hoteles concurridísimos como el Ercilla o el Carlton (lo que se ve en pocos sitios), tendidos con mujeres bellísimas y elegantes –una de las ciudades donde mejor se viste- y muy morenas tras el verano, la banda de música que es toda una orquesta, coloquios por doquier entre los que sobresale el de Leopoldo Sánchez Gil, la comida que es excelente, y el trato del pueblo de Bilbao amabilísimo, y los sabrosos sorteos abarrotados con su liturgia de presentación de la ganadería. Y muchísimas cosas. Y hasta una presidencia polémica que le da picante. Matías, el de los aciertos que le dio mucho prestigio a la plaza y el de los petardos.

Lo único que le falta en los últimos años es público. O por la crisis, o por los precios, o por la situación política de algunos partidos no favorables a los toros y que estarán supongo jodiendo todo el año y esperando llegar al poder para dar el zarpazo, pero lo tienen todo : carteles rematados, el toro de verdad y ambiente estupendo. Y toreros que van sabiendo el toro que van a ver de cerca pero con la seguridad de que el público no los va a torturar ni a masacrar.

En definitiva, Bilbao. Una plaza, la de Vista Alegre, para ir. Una Aste Nagusia muy atractiva.

Hay que dar la enhorabuena a Javier Aresti, Juan Manuel Delgado y toda la Comisión Taurina de la Plaza de Toros de Bilbao por esta feria. Y a la ayuda de los hermanos Chopera al pie del cañón. Y además por tener el valor de colocar en doblete a tres emergentes López Simón, José Garrido y Roca Rey y el doble valor de colocarlos juntos en la tarde del viernes, apuesta que veo arriesgadísima de cara al público. Pero es lo que hay que hacer: apostar y jugársela.

Todo esto nos trae agosto, nos traerá más cosas y espero que sea un mes brillante y positivo. Con septiembre, los dos más taurinos del año, los más esperados, los más llenos de carteles. Bilbao el último gran puerto y el Albacete septembrino, etapa dura y larga.
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