lunes, 1 de agosto de 2016

GOLFOS / por PLA VENTURA


Hay que ser retorcido mental, caso de Alberto Rivera, cuando miles de personas le creímos cuando decía defender la tauromaquia;

"...Ahora, al parecer, se ha visto acojonado por los anarquistas de la extrema izquierda, caso de la alcaldesa citada y demás huestes que, como hemos sabido, quiere apoyar a la alcaldesa para que se produzca la hecatombe jamás soñada en el mundo de los toros; o lo que es lo mismo, que se prohíban los toros en Madrid..."

GOLFOS

Si no teníamos bastante, ahora ha parido la burra. Me explico. Al parecer, según todas las informaciones que obran en nuestro poder, el ciudadano llamado Alberto Rivera –Albert para sus conocidos- se ha aliado con la alcaldesa de Madrid para permitirle a dicha señora –somos tan educados que le damos el título de señora a la primera guarra que pasa por la calle- que haga un referéndum para prohibir los toros en Madrid. La golfada, por parte de la alcaldesa es tan cruel como todo lo que hasta ahora ha llevado a cabo, pero que tenga el apoyo de ese pobre hombre que, como político empezó muy bien pero que terminará peor que Rosa Díez.

Hay que ser retorcido mental, caso de Alberto Rivera, cuando miles de personas le creímos cuando decía defender la tauromaquia; y tenía razones que le avalaban, entre otras, cuando sacó en hombros a Serafín Marín en la última corrida que se celebró en Barcelona, el feudo que Rivera decía defender. Un hecho que hablaba por sí mismo y que, con toda seguridad, le hizo ganar muchos votos entre los taurinos.

Ahora, al parecer, se ha visto acojonado por los anarquistas de la extrema izquierda, caso de la alcaldesa citada y demás huestes que, como hemos sabido, quiere apoyar a la alcaldesa para que se produzca la hecatombe jamás soñada en el mundo de los toros; o lo que es lo mismo, que se prohíban los toros en Madrid.

Las pruebas que tenemos de todos los partidos radicales de izquierdas son una copia de sí mismas; unas y otras todas desembocan en lo mismo, en las prohibiciones de todo tipo; eso de ejercer de dictadores les sale de muy adentro. Menos mal que no mandaron nunca y, lo que es mejor, en las próximas elecciones se irán todos a la mierda que es donde deben de estar los que ejercen dictaduras. ¿Cómo ganaron ayuntamientos dichos partidos aberrantes? No ganaron nada, esa es la pura verdad. Pero como la democracia es tan grande y permite que se unan varias fuerzas para derrotar al ganador, eso es lo que han hecho esas gentuzas en todos los ayuntamientos que rigen.

Barrunto que, al respecto de Madrid, alguien debería de ponerle freno a esa señora que dice ser alcaldesa porque unos graciosos así lo decidieron; es más, con el pasado que tiene dicha dama, cualquiera, en su lugar, iría con mucho cuidado; pero no, estas gentes tienen igual; como el hilo y el jabón, todo es para la ropa, qué les importa a ellos la colada. Lo pienso y me erizo.

Si mañana no hubiera toros en Madrid, la desdicha no podría ser peor. Claro que, esa señora, como otros muchos, deberían de instar a sus coleguitas para que prohibieran los toros en Pamplona, por citar una ciudad emblemática; claro que, allí, ni Podemos ni el padre de dicha formación tendrían cojones para ni siquiera proponer ese referéndum mortífero.

Confiemos que pase pronto el tiempo, que los votantes de esas formaciones macabras se arrepientan y que comprueben en sus propias carnes que todo lo que les dijeron era puta mentira. Esas gentuzas solo han llegado a la política para sacar todo el odio que llevan dentro y, para colmo, del presupuesto estatal les pagamos fortunas para que vivan como reyes. Eso es el mundo de la política y, como decía, Alberto Rivera se está cavando su propia tumba, primero por bobo y, acto seguido por apoyar decisiones nefastas que, sin duda, nadie le aplaudirá; ni la misma izquierda tradicional es capaz de aplaudir semejantes atrocidades.

Démosles excrementos a todos esos grupos políticos que jamás crearon un puesto de trabajo y que, como mayor logro, éste no ha sido otro que prohibir; es decir, todo lo que a ellos no les gusta, como están tocados todos por la varita mágica de “dios”, tenemos que rendirles pleitesía para que nos hagan la vida imposible. Visto todo lo que hemos sufrido y padecido por ellos, lo que en realidad se debería hacer en cada lugar que mandan es un referéndum para ver si las gentes les siguen queriendo; como digo, jamás les quisieron, pero se unieron los de su casta y lograron los mandatos.

Respecto a Rivera, ¿qué se puede esperar de un tipo como él que, sabedor que Rajoy ganó las elecciones por una gran mayoría, el catalán de los cojones –catalán tenía que ser- es incapaz de apoyar al ganador para que haya gobierno? Debería saber Rivera que, sus votos vienen de una derecha moderada, por decirlo de alguna manera; pero que no se equivoque, todos los que le votamos creíamos que apoyaría a la derecha para gobernar si ésta tenía una gran mayoría. Pues no, no apoya nada, se hace el loco y, como apoyo, ahora pretender apoyar a la alcaldesa de Madrid, esa señora que pasará la historia por su gestión nefasta. El señor Rivera, sin darse cuenta, se está cavando su propia tumba; su entierro político está al caer.

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