martes, 13 de septiembre de 2016

Bogotá: El alcalde patalea / por Jorge Arturo Díaz Reyes



"...A más tardar en tres días, el alcalde Enrique Peñalosa, deberá… “disponer lo necesario para la reanudación del espectáculo taurino en la plaza de toros de Santamaría de Bogotá…”. Orden perentoria de la Corte Constitucional colombiana..."

El alcalde patalea

Cali, 13 de SEPTIEMBRE 2016
A más tardar en tres días, el alcalde Enrique Peñalosa, deberá… “disponer lo necesario para la reanudación del espectáculo taurino en la plaza de toros de Santamaría de Bogotá…”. Orden perentoria de la Corte Constitucional colombiana.

El funcionario, elegido con el 17% aproximado de la capacidad votante, y ahora, tras muchos traspiés e incumplimientos, respaldado quizás por bastante menos, alega que acatará, pero a regañadientes; por que “a la inmensa mayoría de los Bogotanos no les gusta eso” (¿les gustará más él?), que si le obligan será el primero en salir a marchar contra las corridas, que promoverá leyes prohibicionistas, y que para ello se aliará con políticos afines...

Bueno, igual acatamiento con renuencia prometió su conmilitón antitaurino y predecesor Gustavo Petro, quien al final se burló de todo el mundo. El hecho es que vamos para más de un lustro con la plaza clausurada contra derecho, ley y Cortes. ¿Ahora sí?

Amanecerá y veremos cuanto de lo prometido y amenazado cumple don Enrique. Si permitirá que vuelvan los toros, si se tomará las calles a la cabeza de las turbas antitaurinas, si logrará en el parlamento la mayoría que nunca tuvo en la ciudad.

Todo es posible. Ya se presentó al menos una empresa licitante por la plaza, “Consorcio Colombia Taurina”, unión de “Cormanizales” y “Corporación Taurina de Bogotá”. Las obras de reforzamiento estructural deberán terminar el 14 de enero próximo, y se supone que para febrero deberíamos tener temporada con la categoría y el respeto debidos.

Pero cuidado, por otro lado se anuncia una marcha animalista el 25 de septiembre, se redactan calculados proyectos legislativos prohibicionistas, incluso apelando a sensiblerías paternalistas como, “!Protejamos a los niños de los toros!”, y los pataleos de Peñalosa, mal perdedor, incordian y crispan el ambiente. Todo es posible.

Lamentable. Pues ahora, cuando el país entero se apresta a votar por la paz, en la capital, el responsable del orden, la tranquilidad y la convivencia es quien precisamente se muestra más intolerante.

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