miércoles, 5 de octubre de 2016

La reaparición de Roca Rey genera muchas preguntas en Lima / por Pedro Abad Schuster



"...Anunciada la reaparición de Andrés Roca Rey para dentro de un mes, el 6 de noviembre en Acho, en sensacional mano a mano con Julián López con toros españoles de Garcigrande, un sector de la prensa taurina peruana de la página de los lunes del Diario Expreso de Lima, cuestiona la verdadera salud del torero..."

  • Un lujo de feria, que se estaría empañando si acaso no se publica el Parte Médico de los incorruptibles médicos norteamericanos de la Universidad de Miami.


Bitácora de América.
 La reaparición de Roca Rey genera muchas preguntas en Lima
Estamos ad-portas de un acontecimiento taurino que es el inicio de la Feria de Lima, la Feria del Señor de los Milagros 2016, conmemorando el 250 Aniversario de la Plaza de Acho de Lima. ¡Vaya conmemoración tan especial!…

La Plaza se encuentra siendo refaccionada febrilmente a fin de cumplir con los plazos de ingeniería. Además se estrena empresa México-Peruana por los próximos 5 años, una empresa como Casa Toreros que en México maneja varias plazas importantes, haciéndole competencia a la empresa del Licenciado Bailleres. Pero a ello se ha unido otro acontecimiento coincidente que quizás sobrepasa en importancia a los elementos antes señalados: la reaparición en los ruedos del jovencísimo matador del Perú afincado en Sevilla, Andrés Roca Rey.

Este torero realizó una temporada sensacional en su primer año como matador de toros, como bien sabemos los aficionados. Irrumpió con inmenso éxito artístico en la escena local, regional y de Europa de la mano de su apoderado, José Antonio Campuzano. Su ritmo de cosechar trofeos en las corridas que participó, principalmente en España solo fue detenido por el percance de Málaga en agosto. En dicha corrida resultó conmocionado, sin embargo desde la enfermería regresó al ruedo para pasaportar al toro, y sufrió un desmayo, que todos pudimos ver en el video de youtube. Después del descanso de casi dos semanas para su recuperación, regresó en Palencia, y sufrió otra conmoción, esta vez resultó desmayado al caer de cara y el toro hizo por él dándole una paliza en que salvó la vida de milagro.

Anunciada la reaparición de Andrés Roca Rey para dentro de un mes, el 6 de noviembre en Acho, en sensacional mano a mano con Julián López con toros españoles de Garcigrande, un sector de la prensa taurina peruana de la página de los lunes del Diario Expreso de Lima, cuestiona la verdadera salud del torero.
Y lo hace advirtiendo de que una voltereta que sufriera el torero en su reaparición, podría ocasionarle consecuencias como un desmayo en el ruedo frente a la cara del toro, tal como ha sido advertido por los médicos.

La cuestión puesta en el tapete es que la clínica de Miami no ha hecho público el Parte Médico, o la empresa de Acho lo ha retenido para no interferir con la promoción de la feria, basada en el tema “Un Peruano Andrés Roca Rey, está conquistando el mundo”. ¿Qué hacer si el propio padre del torero asegura que Andrés ya está y va a estar al 100%? ¿Cómo interpretar las declaraciones publicadas hace un par de días en formato audio-visual, de 10 minutos de duración del propio torero declarando reiteradamente que está muy bien, pero que no puede entrenar como lo hace habitualmente?

Nuestra interpretación es que se está cuestionando la falta de un Parte Médico, también pensando en los aficionados que adquieren sus entradas y necesitan saber todas estas cosas. Además se está lanzando la hipótesis que Andrés Roca Rey no está bien neurológicamente como para retomar su carrera en un solamente mes más, cuando ni siquiera está entrenando debidamente y que saldrá como siempre lo hace a jugarse la vida en el ruedo.
Se está cuestionando que no debería arriesgarse cuando tiene toda la vida por delante para regresar cuando un Parte Médico hecho público así lo señale.
¿Estaría en juego el diseño de la Feria del Señor de los Milagros? Porque según el enfoque o idea que se le ha dado a la campaña publicitaria, ésta se basa en el éxito del torero, pero la realidad es que ahora no está toreando porque lo más importante es que siga las instrucciones médicas y sea dado de alta con documento hecho público.

Una feria como la que vamos a vivir, sí podría prescindir de Andrés Roca Rey, si se tratara de no privilegiar los fríos márgenes de utilidad proyectados, en favor de priorizar la integridad física de Roca Rey, en medio de un tratamiento que según expertos médicos requiere tres meses de descanso obligatorio para su cabal recuperación y no arriesgar al jovencísimo torero en una feria que cuenta con El Juli, Manzanares, Talavante, Enrique Ponce y Morante. Un lujo de feria, que se estaría empañando si acaso no se publica el Parte Médico de los incorruptibles médicos norteamericanos de la Universidad de Miami.

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