El Estado no puede quedarse de brazos cruzados delante de su crecimiento", declaró la senadora Danielle Michel en un acto organizado por el Observatorio y la Unión de Ciudades Taurinas de Francia.
- El Presidente del Senado, Gerard Larcher, declaró: “Considerar el animal como una persona tendría como consecuencia la liberación de los animales, romper la comunidad de destinos que une aquellos con el hombre, o reducir al hombre en un ser idéntico al animal. Hay que volver a la sensatez”.
Los senadores franceses piden una comisión de
investigación sobre el movimiento animalista
Los senadores franceses van a pedir una comisión de investigación parlamentaria en torno al movimiento animalista. “El Estado no puede quedarse de brazos cruzados delante de su crecimiento”, señaló Danielle Michel, senadora de las Landas y portavoz del grupo, en un coloquio -titulado “El hombre y los animales: ¿Hacia un conflicto de civilización?”- organizado en el Senado por el Observatorio de las Culturas Taurinas y el apoyo de la Unión de Ciudades Taurinas de Francia.
“Pediré, junto a otros senadores, que una comisión de investigación parlamentaria se reúna para estudiar la realidad de este fenómeno preocupante cuyas ramificaciones y financiación se extienden por el mundo entero”, afirmó. El coloquio reunió en el Senado a representantes del mundo del toro, agrícola y de la caza en todas sus vertientes así como a los circos.
Los ponentes denunciaron la evolución legislativa que tiende a presentar al animal como “un ser vivo dotado de sensibilidad”. Según ellos, el animalismo “pretende modificar la relación entre el hombre y los animales, tal y como fueron establecidos por las religiones, el humanismo y las leyes desde el principio de nuestra historia”.
Por su parte, el Presidente del Senado, Gerard Larcher, declaró: “Considerar el animal como una persona tendría como consecuencia la liberación de los animales, romper la comunidad de destinos que une aquellos con el hombre, o reducir al hombre en un ser idéntico al animal. Hay que volver a la sensatez”.
Al día siguiente, los alcaldes de las siete principales ciudades taurinas de Francia (Arles, Bayona, Béziers, Dax, Mont de Marsan, Nimes y Vic Fezensac), en nombre de todas las demás, se reunieron también en el Senado para firmar la "Carta para las libertades y la diversidad de las culturas” que fue remitida al presidente del Senado. A través de esta Carta, le piden al Estado respetar todas las culturas que forman parte del patrimonio ancestral del país, dentro de las cuales están la tauromaquia, la caza y todos los tipos de crianza.
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