"Josele", José Ramón García, y Juan Mora
"...Te echaremos mucho de menos y tu recuerdo nos vendrá a la memoria muchas veces a lo largo del año, cualquier lugar o situación servirá de detonante para tenerte siempre presente y esto solo ocurre con los grandes hombres que dejan una profunda huella en las personas que le han conocido..."
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Carta a "Josele"
José Ramón García
Hoy es un día muy triste. Me llamaste el lunes por la noche y nada hacía presagiar que el tintineo de las campanillas de las mulillas se estuvieran oyendo tan cerca, sabíamos que venían de camino pero siempre quedaba la esperanza que algún imprevisto retrasara su fatídica llegada.
Hoy habíamos quedado para hacer la grabación de tu vida, para tenerla colgada en "youtube" y así perpetuar tu memoria, no ha sido posible, pero tu seguirás siempre presente en el corazón de tu familia y amigos.
Tras finalizar esta carta transcribiré las notas que me enviaste a modo de guión para la grabación.
También ha quedado pendiente ese gran homenaje del Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida que iba a llenar hasta la bandera el restaurante Sotero, donde te impondríamos la insignia de plata de nuestra asociación, tu delicado estado de salud ha impedido programar la fecha con la necesaria antelación que requería el homenaje, pues todo el mundo quería estar presente.
No pudo ser, pero si pudimos disfrutar contigo, aunque tuvimos que aplazar la fecha inicialmente prevista , en el homenaje sorpresa que te dimos tus íntimos amigos el día 7 de abril del presente año, en el " Viejo Café de Leganés, te pondré luego los enlaces para que puedas verlo desde el cielo con tu querido y admirado Victor Barrio, el cual te dedicó unas sentidas palabras que tras lo de Teruel dieron la vuelta al mundo a través de los medios de comunicación . También ese día sentiste el afecto y el cariño en las palabras de Juan Mora, el Fundi , Carlos Avila, Chocolate, Luciano y tantos otros allí presentes.
¡Que mal año está siendo este que acaba para las buenas gentes del toro!
No podremos volver a verte torear en las finca "Izcalina" de tu amigo el notario Alberto Mateos , o en la de "San Pedro" de sus hermanos, o en el "Torreón" de tu gran amigo César Rincón .
Ya no tendrá que preocuparse Mari Carmen , de insistirnos a los amigos, que no te dejemos torear cuando vayamos al campo. ¡Como si eso fuera posible! Acababan los toreros de tentar y allí estaba Josele para exprimir los últimos muletazos, y si era buena la becerra , después de darle puerta el ganadero seguía toreándola fuera de la plaza a campo abierto. ¡Que afición!
Ahora estabas ilusionado con tu nuevo poderdante, Alejandro Mora, sobrino de tu gran amigo Juan Mora y nieto de tu apoderado, el admirado Mirabeleño a quien también veras en las alturas . Ya le tenías apalabrados varios contratos. Recuerdo el día que habíamos quedado para ir a Valladolid al homenaje de Victor Barrio , y como tardabas en llegar a mi casa , te llamé por teléfono para ver por donde ibas y te habías entretenido en quedar a tomar un café con el concejal de festejos de Collado Mediano para dejar contratado a Alejandro para las fiestas del próximo año.
¡Ese eres tú Josele!. Te echaremos mucho de menos y tu recuerdo nos vendrá a la memoria muchas veces a lo largo del año, cualquier lugar o situación servirá de detonante para tenerte siempre presente y esto solo ocurre con los grandes hombres que dejan una profunda huella en las personas que le han conocido.
Me siento muy afortunado haber podido ser tu amigo. ¿A quien voy a echar la bronca al tute ahora?
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Jose Galán Sánchez, nací en Ledrada (Salamanca), el día 9 de octubre de 1947, fui el segundo hijo de una familia de 13 hermanos.
Con 7 años y un perro llamado Caise cuidábamos un rebaño de 150 cabras, Caise sabía que en los sembrados y en los huertos no podían entrar. Y de eso se encargaba el, yo sólo me encargaba de la morrala con la comida de Caise y mía. En verano, yo me quedaba en el campo a dormir con las cabras al sereno con Caise, todo un valiente, y mi padre se quedaba en la era para cuidar el grano.
A los 10 años pasé a tareas de mayores, arar con los burros y con las vacas, mi padre me hizo una mancera más pequeñita, pero yo con el arao no podía. Tenía que poner la yunta en un bajo para echar el arao arriba. Llegaba el verano la recogida de las algarrobas, la siega con la hoz de la cebada, el trigo, el centeno y los garbanzos. Después la trilla, cargar los carros como si fuera un hombre, y llegábamos a la era y le preguntaban a mi padre; si el muchacho a cargado el carro, no lo creían.
Cuando tenía trece años, hubo toros en mi pueblo por primera vez. Vi un torero de luces y me impacto, me puse delante de dos erales que llevaron para los mozos. El torero fuí yo.
Al día siguiente me marché a Madrid de charcutero con mi amigo Vicente González, él que terminó de meterme “los perros en danza”. Me llevaba a las Ventas y me llevó a las primeras capeas y también me hizo alguna novillada.
A los diecisiete años me fui a la escuela taurina de Zamora donde Don Manuel Molinero nos daba educación taurina y nos enseñaba nuestros primeros pasos. No aguanté mucho, llegaron los tentaderos del invierno y me fui para Salamanca. Me acogió la familia Pallares en su casa, en la Fuente de San Esteban. Seguí progresando en los tentadores y las capeas por Extremadura. En seguida dos cornadas, una en la Fuente de San Esteban, otra grave en Casatejada.
Toreé una novillada en Bejar, y el asesor Angelete por la noche llamo a Pepe Mirabeleño y le habló de mí, me puso en una novillada en Hervás, dónde me dijo que me apoderaba. Me dió muchos toros y ahora tengo la suerte de apoderar a su nieto, grandioso torero Alejandro Mora qué tiene todas las papeletas para ser figura del toreo.
Siempre ayudé todo lo que pude al que quería ser torero, Víctor Puerto, José Alberto Herrada, Luis Francisco Abanades, el malogrado Víctor Barrio (¡qué pena!) y Jesús Mejías.
Es bonito contar como éramos los maletillas, viajábamos en los trenes de mercancías o haciendo auto-stop en las carreteras. Entonces había pocos coches y no paraban, nos llevaban más los camiones, con mi amigo Ángel Pascual Mezquita llegamos a meternos hasta en las perreras de trenes para irnos de Salamanca a Extremadura, salíamos negros como el carbón. Terminábamos los tentaderos y teníamos que buscar un trozo de pan con tocino y un pajar para dormir.
Llegó la alternativa en el año 1971,todo fue bien pero dí con mi morenita y me dijo: los toros o yo. Con ella llegó lo mejor formar mi familia, mis dos hijos y mis nietos.
Ah, y muy importante, que tengo grandes amigos que nos queremos.
VIDEO DEL HOMENAJE A JOSELE.
Sus amigos en el Viejo Café de Leganes
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