Benzema sacó ayer al Madrid de un apuro tremendo en el estadio José Alvalade pero no es por su golazo de anoche por lo que tiene que jugar sino porque cuando lo hace, cuando él está bien, juega todo el equipo. No se trata de Isco, Morata o Karim sino del Real Madrid.
Karim y la mala prensa de Benzema
Hay futbolistas con mala y con buena prensa. Benzema e Isco son un claro ejemplo de lo primero y lo segundo respectivamente. No sé por qué, probablemente porque Florentino Pérez se fue hasta su casa para convencerle para que fichara por el Real Madrid, pero desde el primer día Benzema tuvo mala prensa. Y, por muy bien que a uno le vayan las cosas, la mala prensa siempre está ahí, esperando agazapada a la vuelta de la esquina, paciente y consciente de que, al final, las cosas te volverán a ir mal en algún momento de tu carrera deportiva. Lo que se está reclamando con ese 4-4-2 por parte de la buena prensa de Isco y la mala de Benzema no es en el fondo otra cosa que la salida del equipo del segundo en detrimento del primero.
Como el periodismo deportivo es ventajista se habla sólo del último partido. El penúltimo de Isco en el Calderón en la primera parte fue sublime, recordándonos a todos al Isco genial del Málaga, asumiendo el mando de las operaciones y dando coherencia a todos y cada uno de los movimientos del Madrid en ataque. Pero anoche, en Lisboa, ante el Sporting de Portugal, con Isco en el campo y Benzema fuera de él y un 4-4-2, el equipo de Zidane volvió a sufrir muchísimo para acabar ganando... gracias al magnífico cabezazo de Benzema a pase de Ramos. Lo bueno de un esquema táctico dibujado sobre la pizarra es que es maleable también para nuestros intereses; así, cuando recuerdas que el Real Madrid le metió por ejemplo 4 al Bayern en Munich jugando con la BBC, los amantes del 4-4-2 te insisten en que aquello fue en realidad un 4-3-3 puesto que Bale se aplicó mucho en defensa. O sea, al final todo depende del jugador, como dijo Zidane tras el 0-3 del Calderón.
No es cierto que Benzema no sea goleador, lo es y mucho. De hecho es ahora mismo el décimo máximo goleador histórico del Real Madrid y tiene mejor promedio de goles por partido que Butragueño, Gento, Santillana o Raúl, que le superan en la clasificación. Si Benzema, coetáneo de Cristiano, que ya ha marcado 374, ha sido capaz de anotar hasta la fecha 167 goles con la camiseta blanca ha sido precisamente porque no es sólo un 9 sino muchas cosas más. Por eso le quiere Cristiano en el equipo. Y por eso le quieren todos y cada uno de los entrenadores que han pasado por ahí desde el año 2009. Benzema sacó ayer al Madrid de un apuro tremendo en el estadio José Alvalade pero no es por su golazo de anoche por lo que tiene que jugar sino porque cuando lo hace, cuando él está bien, juega todo el equipo. No se trata de Isco, Morata o Karim sino del Real Madrid. Tampoco se trata de que Florentino pusiera todo el empeño del mundo en traérselo aquí sino de que es un genio.
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