"...Durante estos años he tenido la suerte de poder conocer y compartir largas charlas con grandiosas figuras como, Rafael Ortega, Manuel Benítez y José María Manzanares (Padre) y con cualquiera de ellos me hubiese encantado poder completar mi toreo, y si hubiese sido con los tres, pues mejor..."
Luis Blázquez: eficacia y discreción
al servicio del arte
Larga es la lista de extraordinarios toreros de plata que, a la sombra de las principales figuras de la historia taurina, forjaron e inscribieron con letras de oro, sobre lo que se conocería en la tauromaquia como la escuela valenciana. Unos de ellos es Luis Blázquez García que se encuentra a las puertas de su boda de plata luciendo los trajes de este metal.
Larga es la lista de extraordinarios toreros de plata que, a la sombra de las principales figuras de la historia taurina, forjaron e inscribieron con letras de oro, sobre lo que se conocería en la tauromaquia como la escuela valenciana. Sirvan los casos de “Blanquet” (a las órdenes del Rey de los Toreros, Joselito “EL Gallo”), Honrubia o Manolo Montoliu. Marcaron una tauromaquia a la sombra de las luces con aureolas de figuras y discreción de gregario.
Aquellas viejas fuentes, son hoy las aguas de las que bebieron los presentes representantes de la más pura escuela taurina valenciana. De ellos, en silencio, a la sombra, como si no quisiera que nadie se enterase de su quehacer, deslumbra con su trayectoria, el segundo de los hermanos Blázquez García. Que atraído por la iniciativa taurina de su hermano mayor y como si de un astro fugaz se tratase, se encuentra a las puertas de sus bodas de plata luciendo los trajes de este metal.
Lejos quedan aquellos sueños, en los que aspirabas a lucir el oro y la borla de Doctor, Luis.
– Ya hace algún año de eso, de mis inicios en la escuela taurina de valencia, de mis momentos álgidos en los que creí poder llegar, cuando un empresario americano se fijó en mi para cruzar el charco y presentarme en Méjico con los del castoreño, Y aquella ultima novillada en el 93, en la cual no toque pelo y me hundí, viendo muy difícil mi situación como torero.
¿Cómo se da la circunstancia de dar el paso para engrosar la lista de toreros de plata?
– Después de aquella tarde de septiembre del 93, donde no hubo éxito, me sentí perdido, con un futuro incierto y poco claro. Por esas, despuntaba en el escalafón novilleril un gran Vicente barrera, (el cual forma parte de mi familia) y me ofreció la posibilidad de entrar en su cuadrilla, y tras pensármelo y debutar en este escalafón con mi hermano Víctor Manuel en el ya desaparecido festival del “Montepío de Toreros”, fui colocado como tercero en la cuadrilla de Vicente, toreando sobre 70 tardes en aquel primer año.
Pocos fueron los años en los que anduviste suelto antes de recalar en las filas de los más afamados espadas de las últimas décadas. ¿cuál es la diferencia de ir suelto o entrar fijo en una cuadrilla?
– Poco fue el tiempo que anduve suelto y mucho lo que me aporto, me ayudo a conocer profundamente la profesión,siendo sabedor al colocarme fijo de lo bueno y de lo menos bueno de la profesión.
Y con escasos años y muchas actuaciones a las órdenes de grandes toreros (pedrito de Portugal, Cesar Rincón, Urdiales, Tomas Sánchez, Etc..), pasas a formar parte de las cuadrillas de las figuras de cada momento. Litri, Finito, Morante y Manzanares.
– Así fue, con Miguel fui desde el 97, hasta que se retiró el 12 de diciembre del 99 en la monumental de Méjico. Empapándome de sabiduría, aprendiendo de un gran maestro y una extraordinaria persona. Una vez se retiró Miguel, dos fueron los años que acompañe a padilla del cual me impregne de fuerza, raza y constancia. La suerte se alió conmigo y tuve la suerte de recalar durante seis años en las filas de una de las mejores personas que conozco, (Juan Serrano, “Finito de Córdoba”). Con Juan, aprendí muchísimo de toros y adquirí confianza.
Y de un Artista, a un Genio
– Colocarme con Morante fue una de las satisfacciones más grandes de mí vida. Indiscutiblemente Morante es un Genio de principio a fin. José Antonio me hizo ver el toreo de forma diferente, cada matador te aporta su toreo y Morante es el misterio y la inspiración. Morante es Magia pura sin trucos, es un divino.
Pero todo termina y tras la retira de José Antonio, otro grande del arte, José María Dolç Samper,”Manzanares” con el que llevas la friolera de diez años.
– El hecho de que Morante cortase la temporada, coincide con que, en la feria de Alicante, Antonio Batacazo de la cuadrilla de José Mari resulta prendido y recibo una llamada de madrugada para actuar a las órdenes del Maestro, y así fue. Como tú dices, diez son los años que tengo el honor de poder actuar y compartir la vida a las órdenes de un superclase.
Todas, figuras máximas del arte de torear, pero ¿de todos los matadores con los que has ido con cual te quedarías?
– Todos han aportado a mi tauromaquia, con todos he aprendido y disfrutado, es más no pretendo ser políticamente correcto, pero me quedo con todos, ya que mi tauromaquia se forma de todos y cada uno de ellos, si me dejara uno solo, la tauromaquia de Luis no sería la misma, y si hoy estamos hablando de mí, es por mi tauromaquia, y esta requiere de todos y cada uno de los matadores con los que he ido.
Algo especial posee Luis para formar parte durante tantos años de las cuadrillas.
No hay que olvidar que aparte de la plaza las cuadrillas viajan mucho juntos y conviven durante gran parte del año. Crear buen ambiente, dar confianza, seguridad o evitar crear conflictos pueden ser detalles que sumen o resten para poder pertenecer a una cuadrilla, pero. ¿Luis, que crees que hace falta para ser un buen torero de plata?
– Discreción, humildad y disciplina (dentro y fuera de la plaza), dentro del ruedo, eficacia y sobre todo colocación, a veces, solo con la colocación adecuada se ahorran muchos capotazos. Si además sale bonito, ya es la leche.
Todos tenemos unos espejos en los cuales mirarnos y aprender. ¿En qué espejos buscaste tu toreo?
– Manolo Montoliu, a más de ser un extraordinario rehiletero siempre tuvo una extraordinaria colocación y como ya he dicho antes, la colocación, el saber estar y el no distraerse es clave.
Veintitrés años como torero de plata son muchos, habrás vivido momentos muy buenos y momentos muy duros, así como también habrás sido testigo de una evolución en el toreo. ¿Cuál es el momento más duro? ¿y, Cuál es la evolución que tu nota en el toreo?
– Las cornadas son los momentos más duros en el ruedo, y no solo las propias, si no la de compañeros. He presenciado cornadas muy duras, que dejaron fuera de la profesión a compañeros y otras que por desgracia sesgaron la vida y aspiraciones de otros. Esto no se olvida nunca. En cuanto a las personales, ocho son las que tengo en mi cuerpo, y de ellas de la que no me olvido es de la cornada que recibí en el 2009 en la maestranza, apuntillando a un toro. Es una de las cornadas de espejo, esta me la veo y la siento todos los días, aun hoy tengo parte de la izquierda donde perdí sensibilidad. En lo de la evolución, lo he notado muchísimo en la técnica y en el volumen del toro. Hace falta muchísima técnica pare componer y hacer pasar un toro con tanto volumen.
¿Tu trayectoria está compuesta por un elenco de figuras difícilmente superable, pero con que torero de la historia te hubiese gustado ir?
– Durante estos años he tenido la suerte de poder conocer y compartir largas charlas con grandiosas figuras como, Rafael Ortega, Manuel Benítez y José María Manzanares (Padre) y con cualquiera de ellos me hubiese encantado poder completar mi toreo, y si hubiese sido con los tres, pues mejor.
Son momentos difíciles para la tauromaquia sus profesionales y sus aficionados, momentos en los que abecés nos podemos sentir casi excluidos. ¿Como ves el devenir de la fiesta?
– Yo soy muy positivo, y estando unidos venceremos a la leve minoría que están dando por culo. ¡Y me refiero a los políticos! Los taurinos somos una familia muy grande y cuidada, la prueba recientemente la tenemos en Bogotá y Barcelona.
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