"...Queda así abierto un enorme abismo empresarial. De un lado, las plazas de Olivenza, Córdoba, Salamanca, Logroño, San Sebastián, Almería, ¿Bilbao? (nadie lo aclara todavía) y casi todas las plazas de México en donde ya mandan casi absolutamente. Y de otro, Madrid, Valencia, Nimes, Alicante, Zaragoza, Mont de Marsan, Sevilla, Castellón y Valladolid...."
2017 comienza con un enorme abismo empresarial
J.A. del Moral · 16/01/2017
El frustrado abordaje de los Bailleres en Sevilla de la mano de quien representa a Morante de la Puebla desde que los mexicanos le apoderan, deparó la deserción de cinco figuras máximas del toreo en la plaza de la Real Maestranza con los consiguientes daños durante dos temporadas seguidas, mas la cola que todavía dura a pesar del regreso a las Feria de Abril y de San Miguel de los grandes desertores. Todavía se están midiendo las cuantiosas pérdidas por tal acoso e intento de derribo. En aquella ocasión, la inmensa mayoría de los empresarios de plazas españolas reaccionaron en contra de tamaña intentona sin mayores consecuencias fácticas y, por el momento, pareció que las aguas volvían a sus cauces naturales.
Pero ahí no terminó el acoso porque luego vino el acuerdo de los Bailleres con su primer socio, Cutiño, y con Simón Casas como añadido más potente aunque este se quitó rápidamente de en medio, con lo que el tinglado quedó bastante cojo.
Llegado años más tarde el concurso para gestionar la plaza de Málaga que es la segunda en importancia de Andalucía y que hasta la pasada temporada estaba en manos de Los Bailleres y de Cutiño, varios empresarios de otras importantes plazas españolas y francesas con Simón Casas a la cabeza, acaban de asociarse en el empeño de parar los pies a los mexicanos. Son, además de Casas, los Matilla, Manuel Marinez Erice y Ramón Valencia (Pagés), decididos a ir por Málaga en comandita en un “hasta aquí hemos llegado”. Unión que, como no podía ser menos, ha caído como una bomba a los “conquistadores”. Claro que también a otros empresarios menos importantes al verse incapaces de concursar con seguridad ante tamaña e infranqueable muralla empresarial.
Uno comprende a estos últimos. Pero no a los que estaban yendo a por todas, como demuestra lo dicho. Y, sobre todo, tras su unión con los hermanos Chopera (Pablo y Oscar), gracias a lo cual los Bailleres podrán seguir llevando a cabo sus enormes pretensiones.
Resulta por todo esto muy curioso que los mexicanos se quejen del por ahora último empeño por parte del importantísimo grupo de empresarios, decididos a hacer lo mismo que ellos están intentando desde el principio. No otra cosa que adueñarse del empresariado taurino español. Y, como les han parado en seco se han puesto a “llorar”. ¿Qué creían, que se iban a dejar avasallar y a permitir que se llevaran todas sus plazas?
Queda así abierto un enorme abismo empresarial. De un lado, las plazas de Olivenza, Córdoba, Salamanca, Logroño, San Sebastián, Almería, ¿Bilbao? (nadie lo aclara todavía) y casi todas las plazas de México en donde ya mandan casi absolutamente. Y de otro, Madrid, Valencia, Nimes, Alicante, Zaragoza, Mont de Marsan, Sevilla, Castellón y Valladolid.
Veremos quienes saldrán ganando finalmente en esta monumental partida.
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