sábado, 7 de enero de 2017

Piqué presidente / por Juan Manuel Rodríguez



...preguntado el propio Guardiola por la afirmación de Capello, éste respondió lo siguiente: "Nunca seré presidente del Barça", y añadió: "Para eso ya está Piqué"

Piqué presidente

Capello dijo el otro día que él sabía por qué Guardiola había comentando por sorpresa en la NBC que su adiós como entrenador estaba próximo: "Quiere ser presidente del Barcelona". Y, al poco, preguntado el propio Guardiola por la afirmación de Capello, éste respondió lo siguiente: "Nunca seré presidente del Barça", y añadió: "Para eso ya está Piqué". Es cierto que la palabra de Guardiola cotiza a la baja y que ya casi nadie se fía de alguien que, por ejemplo, aseguró que jamás hablaría de los árbitros para ponerse a hablar inmediatamente de los árbitros o que, sin ir más lejos, afirmó no saber nada del Bayern cuando ya habían acordado traicionar a Heynckes y el precontrato estaba firmado. ¿Será verdad que no quiere ser presidente?

Pero lo llamativo de esta afirmación de Guardiola, que ya veremos si es cierta o no, es que Pep metió en la ecuación presidencial a Piqué del mismo modo que Capello le metió a él. Últimamente tengo la sensación de que la futura presidencia del Barça es un "paquete" que Guardiola y Piqué se pasan el uno al otro como si el puesto fuera poco menos que hereditario. Cuando Piqué habla ya no se le enjuicia tanto como futbolista sino como futuro presidente, y no hay más que prestarle un poquito de atención para darse cuenta de lo extraordinario presidente del Barça que sería Piqué... para el Real Madrid. Pero, salvo que a Pep o a Gerard les siente mal que el socio intervenga en sus negociaciones, en su día habrá que pasar por las urnas, ese engorroso asunto llamado "democracia".

Claro que Gerard (o Guardiola, que es, según parece, el cerebro pensante del futuro tándem presidencial) podría decir que, teniendo en cuenta los antecedentes, él tampoco está tan mal. El otro día se supo, sin que la repercusión haya sido tampoco excesiva puesto que la directiva de Bartomeu encadena un escándalo detrás de otro, que el anterior presidente y el actual reconocieron (porque no les quedaba otra) ante el juez que habían hecho (más) trampas a la hora de fichar a Neymar. FIFA prohíbe que un club se ponga en contacto con el jugador de otro equipo salvo que éste se encuentre en sus últimos seis meses de contrato; pues bien: el Barça ató a Neymar el 6 de diciembre de 2011 y el futbolista llegó en mayo de 2013. Por cierto: el 6 de diciembre de 2011 el Barça ya había adelantado diez millones de euros por el jugador de un equipo que, tan sólo 12 días después, disputó contra el Barcelona la final del Mundial de clubes en Yokohama. ¿El marcador final?... 4-0 para los culés. Que tome nota el futuro presidente.

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