lunes, 16 de enero de 2017

Si Biri Biri supiera... / por Juan Manuel Rodríguez



"...Supongo que Biri Biri se llevaría las manos a la cabeza si supiera que la directiva del club cuya camiseta llevó con orgullo y cuyo escudo defendió con sangre y sudor sobre el campo metió adrede a Sergio Ramos en el epicentro del volcán..."

Si Biri Biri supiera...

El estrafalario comunicado del Sevilla del viernes por la tarde pidiendo a la Liga que denunciara a Sergio Ramos ante el Comité de Competición "por sus gestos" en la Copa no era más que la constatación de que la barca del club andaluz la manejan, en el fondo, los ultras, los tristemente conocidos Biris Norte. El teórico presidente, Pepe Castro, se parapetó detrás de un comunicado sin sentido y que la LFP "archivó" convenientemente en la papelera puesto que, como bien sabe el Sevilla, nada es denunciable salvo que aparezca reflejado en el acta arbitral o, en su caso, medie denuncia por parte de un tercero o Competición decida entrar en el asunto de oficio. El árbitro no reflejó nada en el acta, Competición no entró por supuesto de oficio (la Liga se convertiría en O.K. Corral) y, para satisfacer a los violentos que insultaron a la madre, los hijos y la mujer de un futbolista, el Sevilla pidió que interviniera a alguien que no podía hacerlo.

La paparruchada del Sevilla tuvo otro efecto pernicioso más, el fundamental: al pedirle a la Liga en el primer párrafo que solicitara a Competición que sancionara a Ramos "por sus gestos", y por mucho que en el segundo solicitara el cese de los insultos, el club colocó claramente en la diana a Sergio como presunto autor de unas ofensas que jamás existieron. Es decir: el comunicado sacó de dudas a los confusos y, anoche, a Sergio Ramos le insultaron más que nunca en el Sánchez Pizjuán y los ultras disfrutaron como disfruta el gorrino en la charca. Pepe Castro se encuentra ahora en idéntica disyuntiva que se encontraron en su día Joan Laporta o Florentino Pérez; los presidentes de Barça y Real Madrid emprendieron el camino más difícil, el más doloroso incluso personalmente, pero Castro prefiere viajar sin guardaespaldas. Es un error.

Me imagino que si Alhaji Momodo Njle, más conocido como Biri Biri, supiera que los atolondrados integrantes del lamentable grupo ultra que utiliza su nombre se fueron anoche tan contentos para casa, orgullosos por la tarea bien hecha y con la sensación de haber cumplido una misión importantísima después de haber insultado gravemente a la familia de un futbolista, se bajaría del carro. Supongo que Biri Biri se llevaría las manos a la cabeza si supiera que la directiva del club cuya camiseta llevó con orgullo y cuyo escudo defendió con sangre y sudor sobre el campo metió adrede a Sergio Ramos en el epicentro del volcán . El verdadero problema de Castro es que si ahora mismo preguntas por la calle quién es el presidente del Sevilla, lo más probable es que la mayoría responda que José María del Nido cuando resulta que Del Nido lleva en prisión desde el año 2014. "La tolerancia es la virtud del débil", dijo hace mucho tiempo el Marqués de Sade. Y Castro es un virtuoso... del violín.




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