El alma torera de Adrián se remontó a la Gloria. Su valiente ejemplo perdura entre nosotros.
RETAZOS TAURINOS (XXXVII)
Eduardo Soto
Mérida-Ve3nezuela, 10/04/2017
•Este año se cumplen setenta, desde que Don Livinio Styuk, tuviera la brillante idea de crear la Feria de San Isidro que, hoy en día, consagra (o lo contrario) a toros y toreros.
En realidad, la primera corrida en Las Ventas, se celebró en 1931, se inauguró oficialmente en 1934 y, al año siguiente, tuvo lugar la primera feria. Luego vino la Guerra Civil, cuando su ruedo se transformó en huerta y, tras la contienda, en 1939, Las Ventas se reanima y el Espíritu Santo ilumina a Don Livinio en 1947, con la idea que llegaría a ser, la Feria más cotizada del orbe taurino.
•El decenio de los años cincuenta, constituye el primer ciclo cumbre que alcanza la Monumental y se conoce como la Década Prodigiosa. Entre las figuras más recordados de la época, figuran Julio Aparicio, Rafael Ortega, El Litri y César Girón, el extranjero que se ganó a pulso su puesto, en tan granado ramillete de maestros. Los taurinos tenemos que felicitarnos por el Aniversario de Titanio de la Feria de San Isidro, la cual ha contribuido a la grandeza de la Fiesta Brava y a que sea difícil negarle al coso neomudéjar, su condición de Catedral Mundial del Toreo.
•De acuerdo al escalafón español, el diestro que ha tenido el mayor número de presentaciones en un solo año, es Jesulín de Ubrique, quien en 1995, hizo el paseíllo en 161 ocasiones; si añadimos las que tuvo el año que antecede y el que sigue, cuando toreó 153 y 131 festejos, respectivamente, tenemos que Jesús Janeiro Barzán, encabeza la estadística de todos los tiempos, para trienio alguno, con un gran total de 445 corridas.
El segundo, a considerable distancia en la estadística, es El Juli, que toreó 135 corridas en 1999, al año siguiente 106 y 112 en 2002, con lo que Julián acumuló 353 festejos, en tres años.
El tercero en discordia, es Manuel Benítez, El Cordobés, quien en 1965 toreó en 111 oportunidades, con 109 en 1967 y 121 presentaciones en 1970, para totalizar 341 corridas.
•El torero que ha encabezado el escalafón español de toreros, mayor número de veces, es El Fandi, con nueve; pero sumando los tres años en los que ha tenido más actuaciones, solamente llega a los 326 festejos. Por cierto, los líderes de la estadística española en los tres últimos años, Alberto López Simón (2016), El Fandi (2015) y Juan José Padilla (2014), lo han hecho con solo 68 festejos cada uno, 93 corridas menos que veinte años atrás.
•El único diestro americano en la historia del toreo, que ha podido liderar el escalafón español (que no toma en cuenta los festejos celebrados en nuestro continente) y torear más de cien corridas en un año, ha sido el mexicano Carlos Arruza, en 1945 con 108. Pero los únicos nacidos en nuestro continente, que lo han podido encabezar varias veces fueron los mayores de la Dinastía Girón, César en 1954 y 56, a quien siguió Curro en 1959 y 61. Esa fue una buena época para la torería nacional, la cual tenemos fundadas esperanzas que pueda reverdecer próximamente.
•Las cifras anteriores constituyen, sin duda, una referencia, pero, a la vez, demuestran que pretender analizar un arte como la Tauromaquia, solo a través de un prisma numérico es, ciertamente, desatinado.
•Ahora bien, sin lugar a dudas, una de las grandes proezas cumplidas por José Gómez Ortega, Gallito o Joselito, como prefiera llamarlo, es haber acumulado más de cien corridas anuales, en el trienio 1915,16 y 17; el primero en hacerlo en la historia del toreo y lo hizo hace cien años.
•Aunque en 1776, el torero de Ronda, el mítico Pedro Romero, mató 258 toros, recorrió tres mil kilómetros y ganó casi 100.000 reales, que cualquiera que sea su equivalencia actual, ha debido ser muy buen dinero, para que haya llamado tanto la atención y su mención haya llegado hasta nosotros. ¿No les parece?
Al igual que la feria isidril, la ganadería colombiana de Achury Viejo, también cumple este año, su septuagésimo aniversario, desde que su divisa: oro, verde y grana, adquiriera antigüedad en Bogotá. Fue fundada en 1933 por Don Benjamín Rocha Gómez, en Sesquilé, Cundinamarca, se inició con ejemplares de Mondoñedo y en la década siguiente, para reforzar la línea Santa Coloma, importan reses de la península ibérica, directamente del Conde y algunas portuguesas de Moura. A principios de los ochenta, Felipe Rocha hace una importación de Jandilla, casta Parladé, pero el ganadero ha estado llevando por separado los dos encastes.
En la América Taurina existen, al menos, cuatro ganaderías con el nombre de Santa Marta, incluyendo una en nuestro país, pero la que alcanza este año sus sesenta, es la de México, fundada en la localidad de Lagunillas, Michoacán, y sus colores son: blanco, rojo y amarillo. Lo mismo ocurre con Laguna Blanca
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